Relleno Sanitario de Xalapa: cementerio de alto riesgo

Investigadores afirman que de 2003 a la fecha se han enterrado casi 2 millones de toneladas de basura

Diario de Xalapa

  · miércoles 18 de abril de 2018

Relleno sanitario de Xalapa / Foto: Archivo

El relleno sanitario de Xalapa no sólo se ha convertido en un tiradero al aire libre, sino también en un cementerio de alto riesgo, pues de 2003 a la fecha se han enterrado casi 2 millones de toneladas de basura en un terreno que permite la filtración de lixiviados y, lejos de apostar por el manejo integral de los residuos sólidos, la empresa Proactiva Medio Ambiente privilegió las ganancias económicas, sin importar los daños al entorno natural ni las afectaciones a la salud de la población.

Así lo consideran los investigadores Laura Ruelas Monjardín y Helio García Campos, así como estudios de la empresa Recycled, Innovation and Technology (Reintech), que desde 2010 documentó la presencia de desechos sanitarios y peligrosos en el lugar.

El coordinador del Centro de Ecoalfabetización y Diálogo de Saberes de la Universidad Veracruzana, Helio García Campos, expuso que el sitio elegido para instalar el relleno sanitario fue inadecuado, pues se violaron disposiciones legales y normas ambientales al tratarse de una zona muy cercana a arroyos y núcleos de población.

Explicó que en ese terreno, arenoso, a lo largo de los años se filtrará todo lo que se haya depositado. Desde un principio hubo conflicto con los vecinos y había bases para esperar su inoperancia.

Maestro en Educación Ambiental por la Universidad de Guadalajara y doctor en Educación Ambiental por la Universidad Santiago de Compostela, García Campos dijo que el contrato de concesión celebrado entonces con Mexicana de Medio Ambiente, ahora Proactiva Medio Ambiente, era ventajoso para la empresa en términos económicos.

Había cláusulas que impedían avanzar en la separación de los residuos, ya que el Ayuntamiento no podía reducir el volumen de la basura a depositar. Las autoridades carecían de motivos o incentivos, porque debían pagar una cuota fija que cubría cerca de 350 toneladas diarias de desechos. Es natural que las administraciones municipales no buscaran alternativas.

“Perdimos 15 años. Lo que vemos es consecuencia de haber enterrado miles y miles de toneladas en un lugar convertido en cementerio de alto riesgo, por los escurrimientos y las emisiones de gas ocurridos a lo largo del tiempo”, agrega Helio García. El relleno sanitario y su manejo no resolvieron problema alguno. Ahora se tiene, de acuerdo con la información pública, un tiradero al aire libre.

Aunque los rellenos sanitarios pueden manejarse con cierta seguridad durante algún tiempo, de acuerdo con el investigador, son bombas de tiempo que estallarán tarde o temprano. La constitución del terreno se degrada y el sello plástico —láminas sintéticas o geomembranas— colocado en la parte inferior se desgasta por el peso de la basura, el efecto de los ácidos que produce y se fractura.

“Todo se fuga al medio ambiente. Los residuos, una vez en el suelo, son una mezcla muy difícil de controlar y de sanear”, afirmó.

En diciembre de 2010 la empresa Reintech, apoyada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Economía elaboró el proyecto Desarrollo de un modelo de innovación tecnológica para el manejo integral de residuos sólidos urbanos en la región capital del estado de Veracruz, y documentó que 2% del total de los desechos existentes en el relleno eran peligrosos.

Se depositaban residuos tóxicos como pilas, recipientes con restos de solventes, lámparas fluorescentes y hasta electrónicos, “que por su naturaleza deben manejarse de manera especial”.

También 14% equivalía a residuos sanitarios. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) su mala gestión expone a las personas que los manipulan, los trabajadores sanitarios, a sus familias y a la comunidad a infecciones, sustancias químicas peligrosas, efectos tóxicos y riesgo de lesiones.

El investigador advierte que si hubiera evidencia del depósito de desechos hospitalarios, la situación sería aún más grave. “Se consideran de alto riesgo los materiales derivados de hospitales, consultorios, clínicas, laboratorios… Si sucedió es una violación flagrante a la norma”.

TEMAS