Con precios que van desde 30 hasta 150 pesos, los repelentes para insectos de marcas comerciales o genéricos también se han vendido mucho más en las últimas semanas debido al aumento en los casos de dengue en Xalapa.
Alma Rosa, encargada de sucursal en Farmacias del Ahorro en el centro de Xalapa, reconoció que la venta de estos productos ha aumentado de manera considerable en las últimas tres semanas.
Explicó que en promedio, en un día se pueden vender hasta 20 unidades de diversas marcas y precios, cantidad que en años anteriores se vendían en un mes entero. “Es lo que más está pidiendo la gente, el repelente ya sea para la casa o los de bolsillo para traerlos consigo porque sí está muy fuerte la epidemia del dengue. Aquí llega la gente a pedirlo porque en su familia ya hay casos o en su calle ya hay varios enfermos”, precisó.
En entrevista aseguró que hasta hace unos meses la gente compraba repelentes contra insectos solo cuando se iba a ir de excursión o cuando tenían en la familia a una persona muy sensible a las picaduras, pero ahora se ha vuelto parte de la rutina diaria.
La empleada explicó que incluso para muchas personas era caro pagar un repelente que costara más de 80 pesos, pero ante la emergencia ya lo consideran como una inversión para evitar que alguien de la familia caiga en cama con dengue clásico o, peor aún, con el tipo grave o “hemorrágico”.
Hay varios precios, pero a veces la gente ya ni pregunta cuánto cuesta, solo te dice ‘me da un repelente’ y ya tú le muestras las opciones. Se van más por los de spray que son más fáciles de aplicar y a los niños también les compran el especial que es para piel más delicada
En Farmacias Similares la venta de repelentes también se ha incrementado de manera considerable y en una semana se venden hasta 25 piezas en una sucursal de la periferia de Xalapa.
Uriel Martínez, encargado de sucursal, expuso que ante el miedo al mosquito Aedes Aegypti, causante del dengue, la gente ha buscado protegerse con repelentes en crema, spray e incluso con pulseras repelentes que en dicha sucursal estaban agotadas debido a la demanda. “Antes se vendían uno o dos a la semana, aquí la ventaja es que los precios son más bajos. Un repelente te sale en 40 pesos en spray, en crema en 30 o las pulseras de 17 pesos que ya no tenemos en existencia. Se vendieron 15 en esta semana”, sentenció.
Uriel apunta que en esta sucursal la venta de paracetamol también se disparó debido al número de casos que se han presentado. Aprovechando la oferta, decenas de personas acuden diariamente por una o dos cajas de este medicamento, que además es efectivo para otros padecimientos.
AGUA DE COCO, ESPERANZA PARA QUIENES YA LO PADECEN
Para aquellos a los que el mosco del dengue ya los picó, el agua de coco junto al paracetamol han sido la forma de sobrellevar la enfermedad de una mejor manera. Y es que, aunque los médicos no lo recetan como parte del tratamiento, sí reconocen su efectividad para mantener hidratado al paciente y así evitar complicaciones de la enfermedad. La creencia de que ayuda a aumentar las plaquetas en los pacientes de dengue clásico ha ocasionado que la venta de cocos en la zona se dispare en los últimos días y con ello también el precio.
Ezequiel León lleva más de 12 años vendiendo cocos en el cruce de las calles Enrique Z. Mercado y Sección II en la colonia Sebastián Lerdo de Tejada y nunca había tenido tanta demanda como en los últimos días, cuando los casos de dengue aumentaron significativamente. “Yo vengo de 10 de la mañana a 3 de la tarde y me estoy vendiendo 120 cocos, cuando normalmente vendía de 60 a 70, así que casi incrementó al doble por este tipo de cosas, por la enfermedad que hay ahorita”, precisó.
Entrevistado mientras despacha cuatro cocos para llevar a un ama de casa de la zona, reconoce que la enfermedad ha ocasionado que vendedores se aprovechen de la emergencia y aumenten de manera desproporcionada el precio del producto.
Así, mientras él vende el coco entero —con agua y pulpa preparada con sal y limón— en 20 pesos, hay lugares en los que llega a costar hasta 35 pesos. “Es gente que no piensa y quiere hacer negocio con la gente que lo necesita para curarse de la enfermedad”, lamenta. En el centro, incluso puede llegar hasta los 40 pesos un coco pelado y con el agua en bolsa plástica.
Aunque la tentación de aumentar el precio estuvo presente, Ezequiel reconoce que para él el costo de traer un coco y ponerlo a la venta es de aproximadamente 10 pesos, por lo que darlo a 20 pesos representa “dobletear” por pieza, lo cual es suficiente. “Yo los corto directamente, yo voy al campo con el productor y yo mismo me subo a las palmeras, me los traigo en mi camioneta los que voy a vender en el día”, dijo.
Además, lamenta que muchos de quienes están consumiendo el producto por necesidad son sus mismos clientes que desde hace años le han comprado por antojo o calor. “Yo qué más quisiera que la gente viniera a comprarme porque se le antoja o porque quiere refrescarse, pero es gente que lo está comprando porque en casa tienen a tres o cuatro enfermos y quieren sanar lo más pronto posible”.
El joven originario de Palo Gacho asegura que el agua de coco y la pulpa tierna tienen beneficios importantes, ya que mientras el agua es un “suero oral natural” y que ayuda para mantener los electrolitos, la pulpa tierna beneficia para las plaquetas y la coagulación. “Yo tengo checado, no ahorita sino desde hace mucho, que los médicos lo recetan para las plaquetas y para la hidratación”, concluyó.