Minatitlán, Ver.- Habitantes la zona rural de este municipio son los más afectados a causa de la creciente del río Coatzacoalcos; la actividad económica se detuvo por completo en los poblados y sus habitantes buscan peces en la creciente para alimentarse.
De acuerdo con informes de la dirección municipal de Protección Civil, el desbordamiento del río causó inundaciones en 64 comunidades, en agravio de alrededor de 3 mil familias.
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Durante un recorrido realizado por la zona rural se pudo dialogar con habitantes de los poblados Capoacan y Boca de Uxpanapa, quienes sostienen que en esos lugares no han recibido ayuda de parte de alguna autoridad.
Los poblados se encuentran al otro lado del río, cerca de la cabecera municipal y sus calles están totalmente inundadas. El nivel el agua en algunas partes es de aproximadamente un metro, al grado de sus tapan casi la mitad de algunas viviendas.
Para transitar por las comunidades es necesario navegar en lancha y basta con avanzar unos cuantos metros para ver a hombres y mujeres buscar entre el agua algunos peces para poder alimentarse.
Se quedan en casa para prevenir saqueos
En el poblado Capoacan habitan alrededor de 2 mil habitantes, según Ramón Balcázar, vecino de ese lugar.
"Apoyos no hemos recibido y no queremos ir a los albergues para poder cuidar nuestras casas, pues podría haber robos", manifiesta.
Capoacan es una comunidad que se mantiene de la pesca y del comercio, pero a causa de la inundación sus habitantes dejaron de recibir ingresos económicos.
"No hay pesca con esta inundación; la mayoría vive de la pesca y ya llevamos más menos como ocho o nueve días (inundados). De apoyo de gobierno estatal, municipal o federal, nada hemos recibido", insiste mientras busca alhunos peces frente a su casa.
Agrega que en caso de que alguna autoridad realice recorridos para cuidar sus viviendas, podrían considerar acudir a los albergues ubicado en la cabecera municipal de Minatitlán.,
Hubo pérdidas de muebles y otros objetos
Dora María García también habita en Capoacán y manifiesta que a causa de la creciente del río hay familias que sufrieron pérdidas de muebles y de otras pertenencias en sus viviendas.
"Estamos inundados y nos ha ido mal. Hemos perdido refrigeradores, estufas y ninguno de los tres gobiernos nos ha apoyado", según ella.
"Vino gente de una iglesia para ayudarnos con alimentos, pero del Ayuntamiento, nada. La mayoría de aquí (Capoacan) son pescadores y ahora no pueden pescar, por lo que vamos buscando entre el agua para comer", señala.
Francisca Florentino Alarcón y Salvador Hernández, habitantes de la zona rural de Minatitlán, dicen que "hay muchas poblaciones afectadas" y que la comunidad La Victoria "es una de las peores".
Para llegar a ese lugar, aseguran, es necesario viajar más de dos horas en lancha, por lo que posiblemente no han recibido agua ni alimentos.
Reconocen que es difícil vivir con el agua en sus hogares y que incluso temen sufrir enfermedades de las vías respiratorias, gastrointestinales y de la piel a causa de la contingencia.
Sin embargo, al igual que otros habitantes, sostienen que no piensan acudir a los refugios temporales en la cabecera municipal de Minatitlán "para evitar que roben en las casas".
Viviendas en alto, también se inundaron
Más adelante de Capoacan se encuentra el poblado Boca de Uxpanapa, en donde el nivel del río Coatzacoalcos los ha inundado en más de un metro.
En ese lugar las viviendas fueron construidas en alto y aún así el agua las alcanzó.
Genaro Mota Luis vive en Boca de Uxpanapa y señala que durante el fin de semana el agua subió aproximadamente 2 metros, al grado de que algunos vecinos perdieron muebles.
"El albergue es una opción, pero la verdad preferimos seguir en casa para cuidar nuestras cosas; apenas pagué un refrigerador y no sería agradable que se lo roben", agrega.
Recuerda que el agua comenzó a subir poco a poco y que a pesar de que pensaron que no llegaría a sus casas, por estar en alto, finalmente el río los alcanzó.
Ventas cayeron; recurren a la pesca
Alejandra Vazquez torres y Nayeli Adsalon Montalvo se dedican al comercio entre Capoacán y Boca de Uxpanapa, sin embargo, a causa de la inundación no pueden trabajar y, al igual que sus vecinos, tienen que buscar peces en la creciente para llevar alimento a sus hogares.
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Entre las dos, llenaron una cubeta pequeña de peces pequeños, que serían para la comida de hoy. "Hacemos ventas por catálogo y en una tienda, pero ahora no podemos vender", sostiene Alejandra.
También reconocen que no queda más que esperar a que el nivel del río disminuya para que los habitantes de la zona rural puedan volver a sus actividades y recuperarse de las afectaciones que han sufrido en estas temporada.
