El robo hormiga es el delito más recurrente en el sector privado de Veracruz, seguido por los asaltos a bienes o dinero, según un informe de México Evalúa. A pesar de que la extorsión sigue siendo una preocupación primordial para empresas de todos los tamaños en el país, especialmente debido a los intentos del crimen organizado por influir en las economías locales, el sector privado se enfrenta a una variedad de delitos que afectan sus operaciones.
Basándose en la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el informe señala que la tasa de prevalencia delictiva en Veracruz es de 2 mil delitos por cada 10 mil unidades económicas.
- Te puede interesar: Continúa el retraso en el despacho de mercancía del puerto de Veracruz
¿Qué es el robo hormiga?
El robo hormiga, definido como el hurto de mercancías o insumos en las instalaciones de un establecimiento sin violencia, de manera sistemática y en pequeñas cantidades, encabeza la lista de delitos más comunes en Veracruz, seguido por el asalto a bienes o dinero.
Es destacable la coexistencia del robo hormiga con la extorsión, lo que sugiere una conexión entre la delincuencia común y organizada. Este fenómeno subraya el desafío para las empresas de implementar estrategias que las protejan en ambos frentes del crimen.
La Encuesta Nacional reporta 124 mil 037 delitos en unidades económicas del estado de Veracruz, de las cuales el 61.8 por ciento se encontraba en operación en el momento del suceso delictivo.
De los 18 mil 130 delitos de extorsión a unidades económicas en el estado de Veracruz, el 75 por ciento se llevó a cabo de manera telefónica, por internet o correo electrónico.
En cuanto a la presencia de personal empresarial durante los delitos, así como la observación de portación de armas, estados como Baja California, Jalisco, Estado de México, Morelos, Querétaro y Veracruz muestran una mayor incidencia de delitos con armas de fuego.
En Veracruz, el 60 por ciento de los delitos reportados implicaron la presencia de personal empresarial que presenció la portación de armas.
Al respecto, el estudio sugiere que el uso de armas en la ejecución de delitos contra empresas parece estar más presente en entidades donde también se conoce hay una mayor presencia de agrupaciones criminales.
El asalto a bienes o dinero también es un problema extendido en muchas entidades federativas, y en el caso de Veracruz, su ubicación geográfica estratégica lo convierte en un punto crítico. Las carreteras como la México-Puebla, que conectan con Veracruz, lo hacen particularmente vulnerable, ya que es uno de los principales puntos de comercio internacional con América del Norte y Europa.
El informe destaca la necesidad de una coordinación efectiva entre autoridades federales y estatales para abordar los robos en carreteras, que afectan significativamente a los transportistas.
Además, se observa una correlación entre la afiliación política del gobierno estatal y la incidencia del robo de bienes. Los estados gobernados por el mismo partido que el Ejecutivo federal, como Veracruz, exhiben tasas de prevalencia más bajas en comparación con aquellos gobernados por la oposición.
La interacción entre el crimen organizado y los delitos que impactan a las unidades económicas, junto con la prevalencia de la extorsión en varias entidades, resalta la complejidad de la actividad empresarial en México.
Por consiguiente, México Evalúa sugiere la implementación de políticas adaptadas a cada sector y al entorno específico de cada tipo de delito, con el fin de mitigar sus efectos entre los grupos empresariales más vulnerables y abordar los factores que inciden de manera diferenciada en los delitos más frecuentes.
Es imperativo establecer medidas de apoyo y protección a las empresas medianas del sector comercial, las cuales, al estar más expuestas y cubrir una diversidad de actividades, sufren mayores afectaciones e incurren en mayores pérdidas económicas.