Los insultos, las humillaciones, descalificaciones, amenazas y comparaciones fueron algunos de los episodios de violencia psicológica que sufrieron 143 mujeres veracruzanas, de las cuales el 24 por ciento presentó cuadro de depresión y 1 por ciento tuvo ideas suicidas.
Las cifras referentes a los casos de violencia contra las mujeres clasificados como violencia psicológica, registrados por el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim), revelan también los efectos en la estabilidad emocional de las víctimas de este tipo de violencia.
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Al respecto, durante el periodo junio de 2021 a junio de 2022, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) documentó que en el país un total de 165 mil 006 mujeres sufrieron violencia psicológica, entre ellas 20 mil 284 presentaron depresión, 2 mil 649 tuvieron ideas de suicidio y mil 109 mujeres intentaron quitarse la vida.
A diferencia del maltrato físico, la violencia psicológica es más difícil de identificar, pues el daño emocional, que tuvo origen en este tipo de violencia, es más profunda y compleja que el dolor físico. Cecilia Barragán Díaz, psicóloga clínica especializada en la atención de la violencia de género y perito, explica que la violencia psicológica son acciones que se ejercen contra una persona con el fin de dañar su estabilidad psíquica.
Detalla que este tipo de violencia puede consistir en actos como insultar, humillar, devaluar, descalificar, gritar para intimidar, rechazar, controlar, manipular, culpabilizar, amenazar, comparar. Este tipo de maltrato, agrega, también se manifiesta por actos de omisión como negligencia, abandono, descuido, indiferencia o aplicar la ley del hielo, por ejemplo. “Es un tipo de violencia que no deja marcas físicas pero sí repercusiones emocionales negativas”, apunta.
¿Qué consecuencias deja la violencia psicológica?
La experta señala que ser víctima de violencia psicológica conlleva un deterioro psíquico donde es común que quien la vive desarrolle patologías como estrés, ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático y una devaluación profunda de su autoestima, lo que la hace sentir incapaz de salirse del ciclo y de responder de forma efectiva a estos episodios de violencia.
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A su vez, es común que se vean afectadas las relaciones interpersonales, provocando desconfianza y aislamiento, así como también problemas sexuales, de alimentación e incluso ideas suicidas.
También explica que, generalmente, la violencia psicológica es mas difícil de identificar para muchas personas que la violencia física (por ejemplo un golpe lo tenemos bien identificado como un acto violento); sin embargo, la manipulación, la culpa, la descalificación, la indiferencia y los celos se presentan como actos cotidianos dentro de muchas relaciones de pareja, lo cual hace que pasen inadvertidos.
Incluso, menciona, pueden llegar a ser normalizados con expresiones como “amor apache” o “mi pareja tiene carácter fuerte”, por lo cual la persona que lo vive –sin darse cuenta– va cayendo en una dinámica destructiva y muchas veces cuando ya se da cuenta de que la situación es insostenible, es porque ya existe un daño profundo en su estabilidad emocional.
“Es importante aclarar que a ninguna mujer le gusta el maltrato o la mala vida (como muchos dicen), generalmente una mujer que no puede salir de una relación violenta es por la degradación constante de su autoestima y autonomía que la hace sentirse incapaz de tomar la decisión de terminar la relación”, subraya.
Barragán Díaz detalla que, dentro de un entorno de violencia psicológica, entran también las creencias sobre cómo aprendimos a ser mujeres, novias o esposas, creencias tan arraigadas como: “El matrimonio es para siempre”, “El amor todo lo puede”, “Hay que amar sin esperar nada a cambio”, “El amor es todo sacrificios”, son difíciles de desarraigar de muchas mujeres que las han escuchado prácticamente toda su vida.
Agrega que cuando una mujer no recibe el apoyo que le ayude a tomar conciencia de la magnitud del problema que vive y cómo le afecta a ella (y en muchos de los casos a sus hijos), es probable que continúe repitiendo el patrón de buscar relaciones con características similares.
Existen otros casos en donde la experiencia de violencia puede ser tan traumática que se genere una gran desconfianza y miedo hacia las personas con las que se podría relacionar afectivamente, por temor a sentirse nuevamente lastimada.
La psicóloga Cecilia Barragán comenta que es importante informar a las mujeres sobre sus derechos, sobre lo que es la violencia y cuáles son los tipos de violencia, para que puedan identificarla y saber qué es eso que las hace sentir mal, incómodas, deprimidas, devaluadas; “es violencia, y no deben callar ni permitir más esta forma de abuso”.
Además, recomienda trabajar en fortalecer su autoestima y autonomía, identificar fortalezas personales, crear un nuevo plan de vida donde el amor de pareja no sea la cúspide de su pirámide de necesidades y pueda desarrollar quién es en realidad y sus potencialidades.
Hay que trabajar en la historia de vida, la historia familiar, cómo aprendimos a ser mujeres y cómo aprendimos a ser pareja; hay que hacer un proceso de reflexión muy profundo de nuestras creencias sobre nosotras mismas
"Hay que desmitificar creencias nocivas para construir una nueva realidad donde el amor y las relaciones se puedan dar de forma horizontal, equitativa en la libertad y el respeto mutuos”.
La especialista destaca la importancia de tomar terapia psicológica, trabajar constantemente en una misma, leer artículos, libros, asistir a conferencias sobre el tema. También es importante fortalecer las redes de apoyo con familiares, amigas o grupos de activistas o de mujeres que hayan pasado por las mismas experiencias. Interesadas en recibir atención pueden contactarla al 2282289322.
¿Cuánto invierte Veracruz para evitar la violencia contra las mujeres?
Para el segundo semestre de este año la entidad recibió un subsidio por 9 millones 679 mil 760 pesos para el programa Anual “Construcción de la Paz e Igualdad en Veracruz: Prevención y Atención a Niñas y Mujeres”.
El recurso enviado a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (conavim) deberá ser ejercido por el Instituto Veracruzano de las Mujeres (IVM) para el fortalecimiento de la institucionalización en materia de prevención; atención de las violencias contra las mujeres; y coordinación con instituciones públicas y sociales.
De la misma forma, el dinero será destinado para otorgar servicios de orientación y atención integral especializada a mujeres en situación de violencia y, en su caso, a sus hijas e hijos y personas allegadas, mediante trabajo social, atención psicológica y jurídica, incluyendo el seguimiento jurisdiccional, y servicios específicos para el empoderamiento de las mujeres en situación de violencia.
El programa permitirá empoderar a las mujeres en situación de violencia que solicitan servicios de orientación y atención especializada en las unidades, mediante el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF).
El mismo está a cargo de la conavim y cuenta con un presupuesto de operación para el presente ejercicio fiscal de 288 millones 988 mil 386 pesos, de los cuales, 9 millones 679 mil 760 pesos corresponden a Veracruz.
¿Cuándo surgió el PAIMEF?
El PAIMEF es un programa que surge con el actual Gobierno Federal como una respuesta específica para promover la formulación e implementación de políticas públicas a nivel local para que, en un marco de derechos humanos y desde la perspectiva de género, se trabaje en la prevención y atención de la violencia contra las mujeres, así como proporcionarles herramientas para su empoderamiento.
Con su aplicación se pretende establecer vínculos entre los tres órdenes de Gobierno, a través de las instancias de mujeres en las entidades federativas para que, como ejecutoras de dicho programa, propongan, implementen y promuevan acciones interinstitucionales a nivel estatal en coordinación con los ayuntamientos, con los tres poderes y actores sociales, desde un abordaje integral de esta problemática.
Lo anterior en contribución a la generación de condiciones para el desarrollo humano, el ejercicio de derechos, el empoderamiento y la plena inclusión social de mujeres, en el entendimiento de que las violencias de género son un factor que atenta contra el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, impide su acceso a la igualdad de oportunidades y restringe su incorporación a los procesos de desarrollo social.
¿Qué dicen las cifras sobre la violencia contra las mujeres?
De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a junio del año en curso se registraron 41 feminicidios en la entidad, con lo cual se coloca en tercer lugar a nivel nacional.
De acuerdo con las cifras en el mismo periodo 40 mujeres fueron víctimas de homicidios dolosos y 91 fueron víctimas de homicidio culposo. Además, mil 447 mujeres fueron víctimas de lesiones dolosas, según el reporte emitido por las autoridades estatales a la federación. En el mismo periodo 414 mujeres fueron víctimas de lesiones culposas. 12 mujeres fueron secuestradas y 181 extorsionadas en el periodo ya mencionado.
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Por el presunto delito de corrupción de menores se reportaron 17 casos y por el presunto delito de trata de personas se generó un reporte. Ante ello el programa busca aportar herramientas para brindar mejores espacios a las niñas y mujeres.
