TONAYÁN, Ver.- A los 22 años, Jorge salió de su casa en Xalapa y emprendió el “sueño americano”. Durante 6 años trabajó en al menos 7 ciudades de los Estados Unidos y juntó dinero suficiente para regresar a Veracruz con su familia.
Hoy a 10 años de haber regresado ya se plantea la posibilidad de volver al otro lado. Sin embargo, los años de experiencia hacen que el panorama sea diferente ya que asegura no pagaría los 200 mil pesos que los polleros les cobran en Naolinco para llevarlos a Estados Unidos sino que buscaría rutas más seguras para su cruce. “Ya no arriesgaría mi vida de la manera en que lo hice”, reconoce.
- Te puede interesar: ¿Son de Naolinco 3 fallecidos en tráiler de Texas? Siguen las investigaciones
Para Jorge, la noticia de la muerte de 53 migrantes -26 de ellos mexicanos- al ser abandonados en un tráiler en San Antonio Texas le removió los recuerdos de cuando cruzó la frontera en busca de una mejor vida. Relata que en su caso, de Veracruz llegó a Ciudad Juárez, Chihuahua en donde tras dos intentos de cruce pudo pasar a Estados Unidos a bordo de un tráiler.
“A mi me tocó cruzar por el cementerio de Las cruces donde se ve de todo, caminas junto a niños y adultos tirados que quedaron en el camino (...) y de ahí, llegando a Texas me tocó como a todos viajar en trailer pero en mi caso era un vehículo más equipado”, cuenta.
Tras lamentar la tragedia que enlutó a Naolinco, explica que todo parece indicar que se trataba de polleros “novatos” ya que la mayoría de los vehículos que transportan personas de manera ilegal están equipados para mantener a salvo a las personas. “El carro que nosotros nos pasó tenía la caja preparada con todas las condiciones además nos dieron todas las indicaciones necesarias para no ser detectados en los retenes”.
Jorge explica que aunque la migración en la región lleva muchos años presentándose, en los últimos años se ha incrementado debido a la falta de oportunidades laborales. No obstante, explica que aunque la idea de muchas personas es irse a Estados Unidos a trabajar unos años para mandar dinero a su familia no todos lo logran.
Y es que, reconoce que la vida en el país del norte es sumamente cara por lo que se requieren trabajar horas extras o dobles jornadas para poder ir ahorrando dinero para mandar a la familia que se deja en México. “Yo me dedicaba a la construcción en tiempos buenos y en invierno a las granjas de animales cuidando marranos, vacas o caballos pero me tocó también limpiar la nieve por las noches. Uno va a lo que va para poder ganar dinero y poder regresar pronto”.
Finalmente, Jorge asegura que aunque se trata de una opción que parece ideal, lo cierto es que es necesario tener la madurez necesaria para afrontar no solo el proceso del paso por zonas peligrosas sino también el estar de manera ilegal en un país diferente al tuyo y alejado de la familia. “Lo ideal es que no se vayan tan jóvenes, yo diría que lo piensen muy bien y que si se van a ir, lo hagan después de los 20 años para que puedan ser maduros para tomar decisiones que les pueden salvar la vida”, concluye.
Arrancan sus ilusiones: Luto y desesperanza por muerte de 3 jóvenes de Naolinco
Una llamada telefónica acabó con la esperanza de todo un pueblo al confirmarse la muerte de los jóvenes Jair, Yovani y Misael quienes viajaban en el tráiler que fue abandonado en San Antonio, Texas en Estados Unidos.
La mañana de este viernes, el llanto desgarrador de familiares y amigos brotó de la vivienda ubicada en San Marcos Atexquilapan, en el municipio de Naolinco cuando se confirmó que los tres jóvenes que se encontraban en calidad de desaparecidos estaban entre las 53 víctimas mortales. Y es que, aunque hasta el momento la autoridad sólo ha confirmado el deceso de Misael de 16 años, familiares aseguraron que Yair de 19 y Yovani de 16 también fallecieron en ese sitio. "Los tres jóvenes que estábamos buscando están muertos", confirmó una integrante de la familia.
La noticia impactó a la pequeña comunidad que llevaba en oración los últimos tres días para rezar porque los jóvenes estuvieran vivos. Y es que, desde el pasado lunes 27 de junio a las 11:16 de la mañana se perdió comunicación con ellos. Horas después, se conoció la noticia de que 53 personas murieron en su intento por llegar a Estados Unidos en un tráiler abandonado en San Antonio, Texas. Fue ahí cuando comenzó la pesadilla para sus familiares.
Eran jóvenes, trabajadores y muy queridos
Bajo una lona negra que los protegía del sol, un grupo de personas se agrupan afuera de la casa de Jair y Yovani, dos de los tres jóvenes que abandonaron su lugar de origen buscando “el sueño americano”. Las caras de tristeza confirman la mala noticia que acaban de recibir mientras que dentro de la vivienda todo es llanto y desolación.
La noticia corre de prisa en la pequeña localidad ubicada a escasos cinco kilómetros de la cabecera municipal de Naolinco y de inmediato, jóvenes de todas las edades corren a pedir informes de sus amigos.
Minutos después, hombres y mujeres acuden a acompañar a la familia y se dan cita en la vivienda en la que desde el pasado lunes habían montado guardia en espera de un mensaje de los jóvenes quienes tenían que haberse reunido con familiares en Estados Unidos.
De acuerdo a los vecinos, los padres de los tres jóvenes fueron llamados este viernes a Xalapa a recibir mayores informes sobre sus hijos y minutos más tarde un grupo de amigos y familiares se desplazaron también a la capital del estado para apoyar en lo que fuera necesario.
“Esos chamacos tenían ese sueño de llegar a los Estados Unidos. Desde que supimos (la noticia del trailer) estuvimos al pendiente esperando saber algo de ellos y ahorita les dieron una desafortunada noticia de que ellos murieron en ese trailer”, relató Silvino Fernández, vecino de la comunidad.
El hombre, quien vive a escasos metros de la familia, señala que el dolor es mayor ya que se trata de jóvenes a los que conoce desde niños y que los ha visto crecer durante todos estos años.
Apunta que Jair, Yovani y Misael eran jóvenes trabajadores, amables y que compartían la pasión por el fútbol sin embargo, al igual que muchos otros adolescentes de la zona tuvieron la inquietud de irse a Estados Unidos a buscar una mejor vida. “Eran unos niños con muchas ilusiones, querían ese sueño americano tan famoso y es muy lamentable escuchar esta noticia y saber que ya no están con vida”, lamenta.
La tragedia le arrebató a Carlos Armando Fernández a tres de sus amigos y vecinos. Todavía sin poder asimilar la noticia, el joven de 22 años cuenta que Jair, Yovani y Misael eran alegres y aficionados al fútbol.
Cuenta que desde el lunes por la noche conoció la noticia de los 50 migrantes mexicanos que fueron encontrados muertos en una carretera de Texas. Horas más tarde, les avisaron que había probabilidades de que entre esas víctimas se encontrarán sus amigos y vecinos.
“Nos dijeron que se perdió el contacto con ellos y que nunca se comunicaron con la familia que los iba a recibir (...) ahí empezaron los rumores de que iban ahí aunque la esperanza de que siguieran vivos seguía hasta hace unas horas pero lamentablemente no fue así”, lamenta.
¿Hay trabajo en Naolinco?
La noticia de la muerte de los jóvenes impactó a la pequeña comunidad que ha visto partir al país vecino a aproximadamente 90 jóvenes en el último año y medio, todos en busca del “sueño americano” y de mejores condiciones de vida.
Y es que, la mayoría de las personas de San Marcos Atexquilapan se dedican a la fabricación de calzado, un trabajo artesanal que no siempre se paga como se debe. A esto se le sumó la crisis que la pandemia del Covid-19 dejó en la pequeña comunidad.
Carlos Armando reconoce que aunque hay trabajo, los sueldos a los que se puede acceder en la región son muy bajos. El joven de 22 años, explica que la situación es muy complicada para aquellos que no cuentan con un taller familiar en donde trabajar ya que se gana poco y se trabaja mucho. “Empleo acá hay pero por los bajos ingresos muchos jóvenes deciden emigrar a Estados Unidos para buscar mejores oportunidades para que a su familia le vaya mejor”, cuenta.
Es por ello, que de unos meses a la fecha la ilusión de irse al otro lado creció entre los más jóvenes. Antes de la partida de Jair, Yovani y Misael un grupo de 15 jóvenes habían dejado Naolinco para irse a Estados Unidos, entre ellos varios menores de edad.
César, amigo de las víctimas, asegura que fueron familiares de los tres jóvenes los que les dieron la idea de viajar a Texas a trabajar para procurarse una mejor vida. Ellos, cuenta, se habían ido meses atrás junto a decenas de jóvenes que han abandonado San Marcos Atexquilapan.
Y es que, de acuerdo a los habitantes durante el 2021 al menos 30 jóvenes de entre 15 a 35 años emigraron rumbo a los Estados Unidos y en lo que va de este año van cerca de 60.
“Yo tengo un amigo que se fue en marzo que tenía 15 años, se están yendo muy jóvenes (...) lo que sé es que en los alrededores hay polleros que te contactan y es así como te puedes ir. Ellos tenían, para su desgracia, a familiares que ya se habían ido el año pasado y se fueron con el mismo (pollero) que los llevó a ellos”.
El joven de 17 años reconoce que se trata de la opción más común para aquellos que quieren mejorar su calidad de vida. Y es que, quedarse en la región implica ganar poco y trabajar mucho mientras que irse a Estados Unidos les brinda, en el mejor de los casos, la posibilidad de ahorrar para tener un patrimonio en México. “Yo también tenía ese sueño guajiro pero viendo lo que pasó con ellos ya no dan ganas de irse. Mejor quedarse aquí y trabajar para salir adelante pero en tu casa y con tu familia”, concluye.
Falta más trabajo del gobierno en materia migratoria: Las Patronas
AMATLÁN, Ver.- Tras la muerte de 53 migrantes por asfixia dentro de un tráiler el pasado lunes en el estado de Texas, el grupo de apoyo a migrantes Las Patronas, hizo un llamado enérgico al gobierno federal para que reflexionen sobre el trabajo que realizan en materia migratoria, pues hasta ahora “deja mucho que desear”.
Norma Romero Vázquez, coordinadora de este grupo de ayuda al migrante con 27 años de trayectoria, destaca: “Nuevamente exigimos a las autoridades que reflexionen sobre el papel que están desempeñando y que deja mucho que desear, pues de nada sirven los pésames y el pago de gastos funerarios si en México no hay oportunidades ni condiciones para nuestros paisanos y tampoco se respeta la vida de las personas migrantes que están de paso”.
De igual forma, exhorta a la ciudadanía en general a no ser indiferentes y solidarizarse con todas y cada una de las personas migrantes, sin importar su nacionalidad, pues “así como compartimos el mal llamado sueño americano, también compartimos las pesadillas” y agrega que cuántas vidas de personas migrantes más deben perderse para que instituciones nacionales e internacionales se enfoquen en la priorización de la vida y el respeto a los derechos de los migrantes.
Sobre todo cuando señala que, ante la situación de inseguridad y financiera que se vive en el país, nadie esta exento de tener que migrar algún día, por lo que desde la sociedad civil se debe ser empático con quienes por razones ajenas a su voluntad tiene que abandonar su casa y su tierra en busca de mejores oportunidades para sus familias.
“Este suceso debe recordarnos que como mexicanos no estamos exentos de tener que migrar algún día, por ello invitamos a la sociedad y a las autoridades a no ser indiferentes y solidarizarse con todas y cada una de las personas migrantes sin importar su nacionalidad, pues así como compartimos el mal llamado sueño americano también compartimos las pesadillas”, comenta.
Romero Vázquez recuerda que lamentablemente el tráfico de migrantes se ha convertido en un negocio para administraciones gubernamentales y una serie de personas que lucran con su necesidad, sin importarles que ponen en riesgo la vida de hombres, mujeres y niños que son desplazados de su tierra, por lo que también se solidarizan con las familias de las víctimas.
Es de recordar que en diciembre del 2021, al menos 55 migrantes centroamericanos perdieron la vida, y un centenar más resultó con lesiones, luego de que el tráiler en el que viajaban hacinados volcara cuando circulaba entre las ciudades de Chiapa de Corzo y Tuxtla Gutiérrez, en el estado de Chiapas, este hecho se consideró en su momento como la mayor tragedia de este tipo en el país.
Otro aseguramiento grande de migrantes se registró el pasado 3 de mayo, en la autopista Córdoba - Orizaba, donde más de 300 personas de origen centroamericano fueron descubiertas cuando viajaban al interior de un tráiler de caja seca y doble fondo, dejando como saldo cuatro personas hospitalizadas debido al alto grado de deshidratación que presentaban.
Finalmente, Romero Vázquez apunta: Deseamos que este lamentable suceso no se vuelva algo cotidiano, nos solidarizamos de todo corazón con las familias centroamericanas y mexicanas, y esperamos que pronto encuentren paz y justicia.
(Con información de Roberto Téllez)