Córdoba, Ver.- Son 93 años los que respaldan el trabajo y la pasión por servir que los Bomberos de Córdoba han entregado a la ciudad, arriesgando su propia vida, pero pese a tantas décadas de presencia hay muchas cosas que los cordobeses desconocen de esta corporación de auxilio, ejemplo de ello es la función de la sirena que en cada siniestro alerta a la población.
Un sonido de 135 decibeles que en cada toque tiene un significado especial, tan especial como el espíritu de servicio de los 69 elementos que forman el cuartel, entre ellos 14 mujeres, que este 22 de agosto sin festejo por la pandemia de coronavirus esperan celebrar el Día del Bombero desde sus trincheras trabajando.
La sirena tipo Carter fue traída para los Bomberos de Córdoba por el año 1935 aproximadamente desde el puerto de Veracruz, se dice que era originalmente de un barco, en un inicio fue instalada en la iglesia de San Antonio, pero tras el sismo de 1973 se trasladó al parque 21 de Mayo y fue instalada en los altos del Palacio municipal.
Toques de la sirena
Un toque de sirena significa una emergencia menor en donde se requiere el apoyo de una brigada para atender una emergencia. Dos toques de sirena significan que se requiere un mayor apoyo de bomberos porque existe una emergencia en donde la brigada que trabaja en la emergencia no es suficiente y se requiere mayor apoyo técnico y de vehículos.
Tres toques de sirena significan que se requiere más personal técnico y vehículos porque es una emergencia mayor o bien es una emergencia fuera de la ciudad de gran proporción. En ocasiones especiales la sirena se activa con cuatro toques largos conmemorando celebración o duelo, por ejemplo el próximo 22 de agosto en el Día del Bombero.
Otras fechas son las cero horas del 1 de enero, Viernes Santo a las 3 de la tarde en duelo por la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo, el 15 de septiembre después del grito de independencia y como señal de duelo cuando algún bombero muere en cumplimiento de su deber.
Este sábado es un día importante principalmente para el capitán Ricardo Meneses, quien es la cabeza de esta corporación, quien por herencia y tradición lleva en las venas el orgullo de ser bombero. "Más que cualquier tradición es una cuestión de vocación lo que significa ser parte del cuerpo de Bomberos, mi padre fue capitán y varios de mi familia también pertenecieron a esta corporación, es un orgullo y vamos a seguir dando lo mejor", expresó el capitán.