Xalapa, Ver.- Miles de peregrinos siguen arribando a la Catedral Metropolitana de Xalapa para visitar y dar gracias a San Rafael Guízar Valencia en su día.
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Xalapa José Rafael Palma Capetillo dice que celebrar a San Rafael no es una festividad cualquiera sino la fiesta de la arquidiócesis y la familia de Dios que peregrina en tierras veracruzanas y que conmemora con gozo y gratitud la enseñanza, el ejemplo y la fidelidad de un pastor insigne que transparentó la imagen de cristo.
En su homilía dominical en la Catedral de Xalapa, remarca que la memoria de un santo varón de la calidad de San Rafael embellece la magna casa de Dios y alienta a alimentar con mayor fervor cada encuentro con Dios, sobre todo en la celebración eucarística y el cumplimiento de las buenas obras.
“San Rafael estuvo entre nosotros hace más de 100 años, pero su arrasador ejemplo sigue resonando vivamente en nuestros corazones, muchos dicen amo a San Rafael aunque no lo conocieron cara a cara porque su testimonio es ratificado por Jesús a cada momento (…)”.
Expone que a San Rafael se le recuerda como un santo alegre que saboreó la música y el canto, que gozó de las aventuras que iban surgiendo de su vida cotidiana, que supo mantener un espíritu misionero pregonando en todas partes el amor de Dios.
“Por cierto, sin perder su alegría interior, cargó una cruz muy pesada, sobre todo en los momentos de persecución ante las incomprensiones e injusticias que soportó en el nombre de Jesús y al reconocer la elección de Dios que le hizo a él para estar unido a cristo crucificado en la enfermedad y en el dolor salvífico”.
San Rafael es un bienaventurado y supo encontrar siempre su consuelo en Dios y solo en él, añade. Además, expone que es venerado como un santo pastor que en su imitación a cristo conoció a cada una de sus ovejas, las llamó por su nombre, las condujo a verdes prados de la fe y la esperanza y les enseñó el valor de dar la vida “como Jesús el buen pastor lo ha hecho por nosotros”.