Sandra y Diana viven la cuarentena desde Canadá y Alemania

Ambas veracruzanas narran la experiencia que les ha dejado pasar el confinamiento en tierras extranjeras

Maribel Sánchez | Diario de Xalapa

  · domingo 5 de abril de 2020

Foto: Cortesía | Sandra Manrique

Xalapa, Ver.- Encerradas en casa y acatando las recomendaciones de las autoridades, Sandra y Diana, dos mujeres veracruzanas, viven la pandemia del Covid-19 desde Canadá y Alemania, países en los que viven desde hace varios años.

Reconocen que al igual que ocurre en México, la llegada del nuevo coronavirus ha provocado la disminución del flujo de personas en las calles, ha paralizado la economía y obligado a familias completas a vivir su día a día entre las paredes de sus casas o departamentos.

Aunque la situación de los países en los que ambas radican parecen ser más favorables que la de México —ya se han anunciado medidas financieras directas para apoyar a empresas y ciudadanos—, lo cierto es que al riesgo de contagio de este virus se suma la inestabilidad que deja en materia económica y laboral.

SANDRA, SIN TRABAJO

“Ha sido un shock para la ciudad y en general para la nación, porque la gente está acostumbrada a ser muy productiva y el estar estancada y encerrada le representa una enorme dificultad”, aseguró Sandra Manrique, veracruzana radicada en Toronto, Canadá.

En aislamiento desde hace varios días, la mexicana que trabaja en un hospital tomando fotografías a recién nacidos y sus familias, explica que su trabajo fue el primero que desapareció, ya que los accesos a las clínicas de salud fueron cerrados para toda aquella persona que no sea parte del personal médico. Por ello, desde la declaratoria de emergencia hecha por el primer ministro canadiense Justin Trudeau a mediados de marzo, ella perdió su trabajo y reconoce que todo apunta a que la normalidad económica regrese hasta después del mes de julio.

Afortunadamente tengo mis ahorros para vivir y se sabe que el gobierno va a dar algunos apoyos (…) Al darme baja laboral me dijo mi jefe que aplicara por el Seguro de Empleo y eso es lo que hice

Sandra asegura que, de momento, el aislamiento está siendo bastante llevadero y que el día lo pasa con su esposo. Sin embargo, reconoce que entre sus amigos y conocidos sí ha notado mucho estrés y desesperación por el encierro, sobre todo en familias grandes o aquellos que tienen hijos que necesitan salir a gastar energía. “Toda la gente que está acostumbrada por su ritmo de vida o por su trabajo a estar muy movida creo que sí debe estarlo pasando mal”.

La mexicana asegura que aunque Canadá es considerado como uno de los países más educados y ordenados, igual que ocurre en México hay personas que no siguen las reglas de aislamiento que se han impuesto para de mantenerse libres de contagios.

Mi marido y yo sí estamos siguiendo las reglas, en baja completa y quedándonos en casa, pero veo a mucha gente que se sigue reuniendo. El alcalde ya no sabe qué hacer para mantener a la gente en casa porque, aunque restaurantes, parques y bibliotecas están cerradas, hay gente que aún sale

Explica que ella ya tiene conocimiento de tres personas cercanas fallecidas: primero fueron la mamá su jefe y la pareja de ésta y días después la suegra de una de sus excompañeras de trabajo. “La gente está muy estresada, muy asustada y tiene miedo”, concluyó.

DIANA, ENCERRADA EN ALEMANIA

En Alemania el Covid-19 mantiene en aislamiento a Diana, a su esposo y sus dos hijos de 4 y 2 años. La imposición de las autoridades, sumadas al riesgo personal por antecedentes asmáticos, hizo que la familia Geisemeier se encerrara desde hace tres semanas en su casa.

Desde el anuncio oficial de la cuarentena Diana —nacida en Orizaba pero radicada en Alemania desde hace 6 años—, se preparó con despensa y alimentos no perecederos para más de cinco semanas con el fin de no salir de casa. Indicó que el resto de los productos alimenticios los pide en línea a diversos negocios, por lo que la única preocupación es que si la emergencia aumenta, se vayan a suspender las entregas.

La idea de Diana es no salir “ni a la esquina”, ya que tanto ella como su esposo son asmáticos, lo que los coloca en una posición de riesgo, además de que sus hijos son muy pequeños y buscan evitar de todas las formas posibles que contraigan el virus. “Mi esposo está de oficina en casa. Habrá que esperar que todo siga saliendo bien”, dijo.

Asegura que hasta hace unos días se tenían contabilizados los 11 enfermos y 84 personas más en vigilancia, en tanto se decidía su estado de salud. “Además de que puede haber algún contagiado sin síntomas que ande fresco por la calle, por eso decidimos aislarnos por completo", reconoce.