El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, declaró desconocer que el caso del homicidio de la periodista veracruzana Regina Martínez estuviera cerrado o archivado, pero al ser cuestionado en torno a darle seguimiento, se comprometió a ver la forma legal de que se reabra y se investigue a fondo.
Hemos avanzado, pero nos falta. En el caso de los crímenes a periodistas se siguen presentando, lamentablemente, pero en los hechos buscamos que no queden impunes. No hay ninguna razón para que no se aclaren esos homicidios, dijo.
El compromiso del Presidente surgió a partir del planteamiento de quien se presentó como integrante de los 25 medios de comunicación que desde hace ocho meses investigan la violencia contra periodistas en México, en el sentido de saber qué medidas tomará para que estos crímenes sean juzgados y la guerra contra los periodistas sea detenida.
Específicamente de Regina Martínez, expuso que las autoridades trataron de alterar la escena del crimen, dejaron líneas sin investigar y cuentan con datos de que la reportera fue asesinada por su trabajo periodístico.
En su conferencia de prensa diaria, el mandatario dijo que ahora hay condiciones distintas: “No hay contubernio. Nuestro compromiso es conocer toda la verdad, como se está haciendo en el caso de los jóvenes de Ayotzinapa y en otros crímenes con altos grado de autoritarismo que quedaron sin castigo”, expresó.
Al referirse a quien se desempeñara como corresponsal de Veracruz para Proceso, explicó que la conoció y que ella lo acompañó en el éxodo por la democracia.
Cubrió todo nuestro andar, toda nuestra trayectoria en Veracruz, en 1990-91. La conocí muy bien. Una periodista incorruptible, profesional… manifestó.
Y es que Regina Martínez, originaria del municipio de Rafael Lucio, se desempeñó como periodista en distintos medios estatales y nacionales. Desde 1980 y hasta el día se su homicidio se desarrolló profesionalmente en Xalapa.
El 28 de abril de 2012 fue hallada en su domicilio con lesiones y marcas de estrangulamiento. La investigación inició durante el periodo de gobierno de Javier Duarte de Ochoa. Para el 30 de octubre del mismo del año, la Procuraduría General de Justicia del Estado presentó al responsable, Jorge Antonio Hernández Silva, basándose únicamente en su confesión.
VIOLENCIA
López Obrador aceptó que no han podido detener la violencia como quisieran. Añadió que su gobierno enfrenta la violencia heredada por las malas políticas públicas aplicadas durante el periodo neoliberal, “sobre todo por el abandono al pueblo, a los jóvenes y el orientar al gobierno solo al saqueo, a la corrupción, todo esto agravado por querer enfrentar el problema una vez ya expuesto, solo mediante el uso de la fuerza, incluso, precisó, declarando hasta la guerra.
Aseguró que está cambiando esa estrategia, que ya no es lo coercitivo, sino que se atienden las causas de la violencia, pero es un proceso de transición, donde todavía tienen que enfrentar lo que viene detrás.
“No termina de morir lo viejo ni tampoco termina de nacer lo nuevo. En eso estamos. Desde luego, ya son otras bases. Ya no es lo mismo. Ya no se permiten la corrupción ni la impunidad. Estamos garantizado la paz y la tranquilidad”, afirmó.