Veracruz, Ver.- Vecinos y comerciantes de la colonia Flores Magón de la ciudad de Veracruz se quejan de la ola de robos que se ha venido presentando en la zona, de tubería de cobre y aires acondicionados.
Señalan que se trata del cuadrante de la avenida Uribe al bulevar y de Primero de Mayo de Carranza hacia la playa del primer cuadro de la ciudad, donde está ocurriendo ese tipo de robos a cualquier hora del día.
“Se ha vuelto un nido de malandros, de 10 casas en ocho les han robado las tuberías de cobre de las azoteas y los aparatos de clima”, comenta el señor Ramón González, propietario de un negocio.
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Menciona que fue a partir de la pandemia de Covid-19, que se agudizó los robos en la zona, con el robo de la tubería de cobre y hasta el saqueo de casas que se mantienen deshabitadas por sus propietarios, donde los ladrones las desbalijan por completo.
El entrevistado reconoce que ha habido personas detenidas, pero también han sido liberados al día siguiente porque no existen evidencias de que incurrieron en un hecho delictivo, pese a que es presentada una denuncia penal en su contra.
Los vecinos señalan que ante esa situación decidieron conformar su grupo vecinal, con la finalidad de inhibir los robos.
“Pues si llegan y a veces los detienen, pero con eso de que ahora no es delito sino se comprueba lo necesario, al día siguiente salen y ahorita la verdad la protección la tiene el delincuente, los vecinos también denuncian, pero ahora vale más la prevención, es decir, cuidarse entre todos, si ven a una persona y empiezan a avisar y lo empiezan a seguir, y se alarma a todos”, comenta.
Los quejosos aseguran que con la puesta en marcha de ese mecanismo ha permitido que la incidencia de robos en esa zona baje de uno diario a dos por semana.
“En lo que va de la mañana, van 15 alarmas ahorita, pero ha habido hasta 160 alarmas de una noche para otra, hay mucha vigilancia en este lugar por parte de nosotros”, platica.
Este mecanismo les ha permitido que en caso de ver alguna persona sospechosa, se alerten entre los vecinos e incluso lo aborden para preguntarle que busca en la zona, ahuyentándolo de sus posibles intenciones.