¿Sabías que en Xalapa está el único instituto del país dedicado a la investigación científica de las bases biológicas de la conducta y psicología del comportamiento de los animales? Ahora ya lo sabes.
Ubicado en avenida Dr. Luis Castelazo Industrial de las Ánimas, el Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana es único en su tipo en México y cuenta también con programas de maestría y posgrado, los dos inscritos en el padrón de excelencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
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Si crees que es de reciente creación, no es así. En 2022 celebra 30 años de funcionamiento y entre sus académicos cuenta a Filippo Aureli, uno de los primatólogos más importantes de México y el mundo.
En este lugar lo mismo han participado biólogos, químicos fármaco-biólogos, médicos, nutriólogos y médicos veterinarios, que psicólogos, estadistas, agrónomos, entre otros especialistas.
Actualmente es dirigido por Jorge Morales Mávil, quien es experto en ecología y comportamiento de los animales vertebrados silvestres. En entrevista, menciona que este lugar cuenta con laboratorios, pero igual de importante es el trabajo de campo.
Durante el confinamiento inicial por la pandemia de Covid-19, sí hubo para estos científicos grandes desafíos, pero en su 30º aniversario festejan volver a las áreas naturales y seguir consolidados como instituto vanguardista.
Neurofisiología de la Conducta, Neurofarmacología de la Conducta y Biología de la Conducta son los tres laboratorios existentes.
En los últimos años, los científicos y tecnólogos evidencian la disminución de apoyos, por fortuna, dice Jorge Morales Mávil, no ha habido problemas en el Instituto; las becas sí han llegado.
En cuanto a infraestructura, admite que sí necesitan ampliar las instalaciones y mejorar cubículos, laboratorios y la accesibilidad a Internet.
¿De qué se trata la Neuroetología?
¿Específicamente en qué centran sus estudios? Son diversos y van desde los enfocados a la función celular, de los tejidos, órganos y sistemas, hasta el de individuos, grupos o poblaciones de diferentes especies.
El objetivo es explicar el comportamiento animal, pero hay dos aplicaciones de este conocimiento generado: una humana y otra ambiental para poder establecer estrategias de conservación de los animales.
En salud humana, el conocimiento se aplica para saber más de ansiedad, depresión y estrés; un ejemplo es cómo funciona el estrés en pacientes y cuidadores de cáncer.
La segunda área toma en cuenta algunas especies en peligro de extinción, como primates, tortugas marinas, anfibios, cocodrilos, etc.
Para los científicos es importante ahora tener un acercamiento con la población, por eso crearon un programa de divulgación y en Facebook alcanzan los seis mil seguidores.
De este Instituto también son los creadores del Colectivo Flor de Lis, quienes hacen talleres de divulgación de la ciencia con niños, niñas, adolescentes y personas adultas.
Los académicos, así como los futuros maestros y doctores en Neuroeteología, colaboran directamente con medios de comunicación y revistas nacionales e internaciones. El director acepta que desde el mismo nombre del instituto es complicado entender de qué se trata.
El Instituto de Neuroetología es un espacio de vanguardia a nivel nacional y en el ámbito internacional también, pues los que hay se pueden contar con los dedos de las manos
Enfatiza que Neuroetología-UV tiene reconocimiento mundial, lo que le ha permitido establecer colaboraciones para hacer investigaciones con institutos de Suiza, España, Alemania, Portugal y Estados Unidos.
Del 23 al 25 de noviembre, el Instituto celebra su 9º Simposio Internacional de Neuroeteología, con ponentes nacionales y de Noruega, Colombia y Estados Unidos.
En esta fiesta científica, hay reconocimiento para los fundadores Ernesto Rodríguez Luna, Carlos Manuel Contreras Pérez y Pablo Pacheco Cabrera.