Rubén Hernández Durán realizó la tesis “Procesos de discriminación a la comunidad LGBTTTIQ+ en la Universidad Veracruzana”, para acreditar la experiencia recepcional del programa educativo (PE) en Pedagogía del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA) de esta casa de estudios. Su trabajo, que recibió mención honorífica, además de evidenciar la problemática aporta propuestas para erradicarla.
Partió de preguntarse cuáles son los procesos de discriminación que vive la población lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual y queer (LGBTTTIQ+) de las generaciones 2017 y 2018, del citado PE.
Rubén Hernández identificó y describió tal discriminación en su documento recepcional y además dejó en claro que no termina al salir del salón de clases. “Los estudiantes compartieron que sus compañeros no sólo los discriminan en los salones de clases, sino que usan redes sociales como Facebook, Instagram, TikTok o WhatsApp para generar contenido que denigre su integridad, violentada de manera interpersonal con ayuda de cuentas, perfiles o plataformas para crear contenido multimedia”, se lee en el documento.
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La tesis, que tuvo como directora a la académica Jeysira Jacqueline Dorantes Carrión, obtuvo la máxima calificación y mención honorífica. El acto protocolario de defensa se desarrolló el 11 de mayo y los sinodales fueron: Susana García Aguilar y Sajid Demian Lonngi Reyna.
Sustentada en la teoría de Serge Moscovici (1996), denominada “Psicología de las minorías activas”, la investigación permitió a Rubén Hernández dar cuenta de la influencia social que detonan los grupos minoritarios en la sociedad para lograr cambios significativos e importantes; también, logró comprender lo que viven, experimentan y sufren quienes forman parte de la comunidad LGBTTTIQ+.
“Situaciones discriminatorias y de marginación social debido a la diversidad sexual y de género que representan ante los demás.”
El enfoque de la investigación fue cuantitativo y en él participaron 15 estudiantes, en calidad de informantes clave: siete de la generación 2017 y ocho de la 2018. De acuerdo con los resultados, hay tres espacios fundamentales en los que esta comunidad se considera discriminada: cafetería, oficinas administrativas y la biblioteca.
Además, consideran que quienes generan más discriminación son principalmente sus compañeros de grupo, seguidos de estudiantes de la UV en general.
Destacaron que la principal forma de discriminación fue que hablan a sus espaldas, seguido de ofensas y burlas, así como exclusión del grupo de estudio y que no les dirigen la palabra.
Rubén Hernández también les preguntó de la discriminación que ejerce el profesorado de la UV. Para él fue “un dato alarmante”, pues las principales respuestas fueron que les bajan la calificación, les niegan el apoyo cuando lo solicitan y los ignoran.
De acuerdo con Jeysira Jacqueline Dorantes, la investigación fomenta que desde la Universidad se ejerzan nuevas relaciones de respeto, tolerancia e inclusión hacia los grupos que forman parte de la comunidad LGBTTTIQ+.
“Son futuros profesionistas, seres humanos con potenciales y con valores ejemplares; desafortunadamente, los cánones, las ideologías machistas, homofóbicas y los estereotipos arraigados por la cultura y su historia, han orientado a que se les discrimine y se les excluya, rechace, violente de manera arbitraria, desfavorable e injusta en espacios y lugares de los que tienen derecho a estar, como cualquier estudiante universitario, haciendo evidente una clara violación a los derechos humanos.”
Cabe mencionar que la comunidad entrevistada manifestó sentir orgullo de pertenecer a la población LGBTTTIQ+, así como “alegría y felicidad” pues coincidieron en que es algo normal. Además, se identificaron con la frase “Todos somos seres humanos".