Al recordar que la Cuaresma es tiempo de conversión, desde la Arquidiócesis de Xalapa se señaló que se viven tiempos difíciles de luto y oscuridad, dado que el tejido social está seriamente dañado y los problemas que se sufrían desde hace varios años se han recrudecido con el impacto de la crisis sanitaria causada por el Covid-19.
Mediante el comunicado, el vocero de la Arquidiócesis, José Manuel Suazo Reyes, mencionó que el país ocupa los primeros lugares en muchos aspectos negativos, “no podemos vivir así y ese no puede ser jamás nuestro destino. necesitamos cambiar”.
Indicó que durante la Cuaresma se invita a la conversión, por lo que se trata de vivir este periodo como itinerario que nos conduce a Dios, escuchando su palabra, celebrando los sacramentos, entre ellos la eucaristía y la reconciliación, orando con insistencia, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas.
“El tiempo de Cuaresma es un periodo que nos prepara para la celebración de la Pascua de Cristo que celebramos durante la semana santa”, expuso.
Refirió que este año, a fin de respetar las medidas sanitarias y evitar el contagio de coronavirus, el pasado 12 de enero se tomó la decisión de modificar la celebración de Miércoles de Ceniza.
Ante ello, se determinó que pronunciada la oración de bendición de las cenizas y después de asperjarlas, sin decir nada, con el agua bendita, el sacerdote se dirigirá a los presentes, diciendo una sola vez y para todos los fieles, la fórmula del Misal Romano: “Convertíos y creed en el Evangelio”, o bien “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”.
Inmediatamente después, el sacerdote se limpiará las manos y se pondrá la mascarilla para proteger la nariz y la boca, a fin de imponer la ceniza a cuantos se acercan a él o, si es oportuno, se acercará a los fieles que estén de pie, permaneciendo en su lugar.
Asimismo, el sacerdote tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno, sin decir nada.
Suazo Reyes destacó que, como se ha hecho desde el inicio de la crisis sanitaria, la Arquidiócesis seguirá observando las medidas sanitarias para cuidar la salud física de los fieles, entre ellas: Uso de cubre bocas, distancia social, participación controlada de quienes acuden a los templos a recibir algún servicio, uso de gel antibacterial, toma de temperatura al ingresar a una ceremonia y sanitización de los espacios.
Comentó que la recepción de la ceniza es un acto voluntario y libre que expresa el deseo personal de vivir con seriedad este periodo de renovación que empieza con la Cuaresma.
Finalmente, dio a conocer que la Arquidiócesis, a través de la comisión de liturgia realizará este signo sacramental en los hogares de quienes, por sus ocupaciones, estado de salud o situación de vulnerabilidad no puedan acudir a los templos.
“Que el periodo de Cuaresma que vamos a comenzar nos ayude a todos a renovar nuestro corazón y nuestras actitudes para ser mejores personas y contribuir a una mejor sociedad. ¡Necesitamos cambiar!”, agregó.