Este domingo familiares y amigos de José Eduardo Ravelo Echeverría le dieron el último adiós en el cementerio municipal de Isla, Veracruz. El joven de 23 años, falleció luego de ser abusado sexualmente y golpeado presuntamente por policías de Mérida, Yucatán.
Tras más de 20 horas de recorrido, el cuerpo del joven veracruzano llegó a su lugar de origen procedente de Mérida, ciudad hasta donde su madre, María Ravelo, viajó para brindarle ayuda a su hijo tras el ataque.
El cuerpo del joven fue velado en Isla y este domingo fue sepultado. En medio de las lágrimas, familiares y amigos exigieron a las autoridades que haya justicia en el caso.
Lamentaron que José Eduardo fuera asesinado en una ciudad que es considerada como “segura” y a la que llegó el joven veracruzano en busca de empleo y una mejor calidad de vida.
Cabe recordar que, el pasado 21 de julio José Eduardo caminaba por el Centro Histórico de Mérida rumbo a algunas entrevistas de trabajo cuando fue interceptado por policías municipales bajo el argumento de verlo “sospechoso”.
Según lo dicho por su madre, María Ravelo, los policías le hicieron cuestionamientos sobre su sexualidad mientras lo subían a la patrulla donde lo violaron y golpearon. Narró que al llegar a la cárcel volvieron a abusar de él y fue torturado.
El pasado viernes 6 de agosto, la madre de la víctima, dijo que el Servicio Médico Forense determinó que el joven falleció a causa del síndrome de destrucción orgánica múltiple y politraumatismo. Ese mismo día, protestó con el féretro frente al Palacio de Gobierno de Yucatán donde pidió ser recibida por el gobernador, lo que no ocurrió.
La señora dijo que en próximos días regresará a Mérida para darle seguimiento a la denuncia interpuesta ante la Fiscalía General del Estado y que no parará hasta que se castigue a los responsables del fallecimiento de su hijo.
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Este hecho ha causado consternación entre la población que se ha sumado a la exigencia de que este hecho no quede impune.