“No todo es carnaval”, ya acabada esta fiesta que tiene mucho de la cultura de Veracruz es bueno que se reflexione sobre cómo se puede ayudar a quienes menos tienen, y ya después del baile y el gasto, pues darle un poco a los pobres, exhorta el sacerdote Juan Beristaín de los Santos, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa.
Explica que hay muchos problemas en el país y en Veracruz por lo que hay que reflexionar sobre cómo se puede ayudar para salir adelante, “una forma que se me ocurre es dar el 10 por ciento de lo que tiene para ayudar a quienes no tienen para comer, eso sería bueno”.
- Te puede interesar: Hay que divertirse responsablemente en el Carnaval: Párroco de la Catedral
“La situación de muchos se ha deteriorado porque los proyectos no han podido avanzar porque no nacen desde el corazón, sino que son de efervescencia y por ello no dan los resultados que se quieren”.
¿Qué es el carnaval para la Iglesia católica?
El sacerdote expresó que el carnaval es una expresión cultural que implica toda una organización, en el que hay un despliegue de talento y recurso humano y también es una forma de expresión de los valores como veracruzanos.
“Viene mucha gente porque es un atractivo para quienes les gusta la fiesta porque traen buenos artistas, a quienes le gusta la música y para otros a los que les gustan los excesos”.
En ese sentido, recordó que en el antiguo imperio romano era el tiempo para sacar la tristeza y que era un tiempo en el que se permitían esos excesos.
Agrega que aunque tras la pandemia se quedó el carnaval en un tiempo que no corresponde, “pues está bien que los disfruten quienes pueden porque la gran mayoría no tiene para costear un viaje al puerto y pagar los precios por los desfiles o lo que implica asistir a los conciertos u otros eventos”.
“Obviamente quienes son parte de la clase media para abajo no pueden asistir porque la situación no está como para andar gastando, debido a como está la economía del país es difícil para las familias acudir a estos eventos, porque la vida de fe no está en contra de la alegría”.
Beristaín de los Santos recordó que el tiempo del carnaval como lo marca el calendario religioso es que debe empezar cinco días antes del miércoles de ceniza para que el tiempo de Cuaresma sea para la reflexión, pensar en lo que nos molesta y sanar las heridas. “Hacer un balance de la vida”.
Vuelve a leer: Iglesia llama a ciudadanos a disfrutar sanamente el Carnaval de Veracruz 2023
Lamentó que haya una gran parte de la población que ande con problemas emocionales, laborales y económicos y que no reflexione sobre las formas que tiene para resolver la situación que atraviesa.
“Hay muchos que van a esos eventos para desfogarse por sacar todo lo que traen atorado y no está mal hacerlo, el problema es cuando ocurren cosas malas como el exceso de alcohol o que haya otros tipo de delitos”, concluyó.