A 104 años del sismo de Xalapa que ocupa el segundo lugar a nivel nacional en número de víctimas con 650, de las que 419 murieron por avalanchas de lodo provocadas por el deslave de material en barrancas, hay recordatorio de la tragedia y también llamado a la cultura de la prevención.
La Secretaría de Protección Civil enfatiza que en México vivimos en una zona sísmica y reducir los riesgos implica no solo una responsabilidad de las autoridades sino un ejercicio colectivo.
Indica que todas las comunidades tienen que reconocer sus vulnerabilidades y tomar medidas para disminuir el impacto que un evento natural puede ocasionar.
¿Qué ocurrió el 3 de enero de 1920 en Xalapa?
El Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México documenta el sismo con magnitud aproximada de 6.4, localizado en las cercanías de Xalapa.
Los datos oficiales del Servicio Sismológico Nacional indican que el movimiento se registró a las 22:25. “Este temblor ha sido caracterizado como uno de los sismos corticales intraplaca que más víctimas humanas ha causado en México”.
Una característica que destaca es que el sismo de Xalapa y el de Acambay de 1912 dejan claro el peligro que existe en la Faja Volcánica Trans Mexicana, donde existen varias fallas activas que han provocado temblores importantes en el pasado.
Información de Flores y Camacho expone que por su magnitud y sus características tectónicas, al sismo de Xalapa le siguieron movimientos de menor magnitud durante 48 horas.
En el recuento de daños detallan que en la capital del estado algunas construcciones sufrieron daños “pero la verdadera catástrofe ocurrió cuando una avalancha de lodo, provocada por el mismo sismo, sepultó varias poblaciones”.
Además de la avalancha de lodo, refiere que también hubo una serie de deslizamientos y derrumbes en las montañas, alumbramiento de manantiales, inundaciones de lodo y hundimientos locales.