LAS VIGAS, Ver.- Habitantes de este municipio recuerdan con melancolía y, algunos con enojo, el proyecto de instalar una planta destiladora de maguey para crear tequila y que supuestamente detonaría la economía de Las Vigas y la región.
Han pasado muchos años de eso, más menos fue allá por el 2002 o 2003. Según hubo inversión canadiense, pero nada se sabe de los recursos, ni de aquellos que los gestionaron o administraban, seguramente se los robaronHonorio Jiménez
A hablar con los habitantes coinciden las versiones de que la planta sería construida cerca de la antigua impregnadora de Las Vigas, sin embargo, nada puede asegurarse porque “se dijeron muchos lugares que supuestamente serían la sede”.
En ese entonces hubo productores de las regiones de Perote y Las Vigas que invirtieron en la compra de terrenos para la siembra de maguey, incluso se habló de la intervención de bachilleratos y tecnológicos agropecuarios que apoyarían con estudios y el desarrollo del proyecto.
También entre los habitantes se recuerda el nombre de “destilado de oro” que según le daría al producto final, pero nada de eso se concretó y de los inversionistas nadie sabe dónde localizarlos.
Las Vigas es un municipio con falta de desarrollo. El motor económico de este lugar se basa en el comercio y en el transporte público, en su mayoría. El campo dejó de ser redituable desde hace muchos años; ya no se siembra papa, maíz, haba ni frijol en grandes cantidades.
El maguey era de los principales cultivos, pero las nuevas generaciones no se encuentran interesadas en el campo y al igual que los demás cultivos lo han abandonado para dedicarse a otras actividades.
La planta destiladora de maguey pudo haber impulsado la economía de la región, pues además de darle un valor agregado pudo haber creado importantes fuentes de empleos, directos e indirectos.
Los habitantes exigen a los involucrados en el proyecto a regresar y decir qué es lo que ocurrió, pues insisten en que los recursos que se destinaron “desaparecieron” en lugar de haberse ocupado para beneficiar al pueblo.