Las hermanas que integran el Monasterio “Corpus Christi”, mejor conocidas en Xalapa como las “Madres Adoratrices”, actualmente pasan por una penosa situación al haberse infectado de Covid-19, por lo que la Arquidiócesis de Xalapa ha llamado a los fieles a apoyarles. Actualmente les ha llegado apoyo en especie a través de alimentos y comestibles, sin embargo, lo que más se requiere es el dinero en efectivo debido a que tienen la necesidad de adquirir medicamentos, indicó Ruth del Carmen Mendoza Pimentel.
Ruth del Carmen, quien fue postulante hace unos 17 años, y que ha mantenido con las hermanas una cercana relación, indicó que el domingo pasado falleció una de las hermanas, por lo que tuvieron que cerrar su tradicional tienda de los dulces de jamoncillo que desde Xalapa han salido para todo México y el extranjero.
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Al tener cerrada la tienda, las hermanas no cuentan con los recursos que a través de la venta de sus dulces les apoyan, de ahí la solicitud a la ciudadanía para que les brinden el apoyo.
Hasta hace unos días eran 15 hermanas las integrantes de esta comunidad religiosa que llegó a Xalapa hace 126 años, sin embargo, con la partida de una de ellas quedaron 14, de las cuales dos tuvieron que ir en apoyo de sus otras hermanas de Cuernavaca, por lo que en este momento son 12, comentó Ruth del Carmen, quien informó que quienes deseen aportar alguna cantidad pueden hacerlo a la cuenta de Banamex 5256781148497790.
De acuerdo con un artículo escrito por el presbítero Rafael González, el 18 de enero de 2021, se cumplieron 126 años de la Primera Adoración en Xalapa, realizada por las monjas de clausura que integran el monasterio “Corpus Christi”. Para la mayoría de los xalapeños y de las regiones circunvecinas a la capital de Veracruz, son conocidas llanamente como “las madres de 20 de Noviembre”, “las monjas de los dulces” o también como “las madres Adoratrices”.
Las monjitas están dedicadas fundamentalmente a Adorar de rodillas a Jesús Sacramentado, al Amor de los Amores, presente en la Santa Eucaristía, ante quien piden por todas las necesidades de esta Arquidiócesis de Xalapa y nunca dejan de lado, las plegarias que muchos les encomiendan por sus necesidades particulares.
Explicó que la historia comenzó en Puebla de los Ángeles, donde tres Mercedarias Recoletas del Sagrado Corazón de la Angelópolis, en el año de 1880, dejaron su patria, para iniciar una peregrinación a Roma, dado que habían sido desterradas de México, debido a los conflictos político-religiosos que imperaban en nuestra patria. Ellas eran: María Pascuala de San Pedro, Sor Manuela de San José y Ma. Concepción del Santísimo Sacramento. Ellas, sin saberlo, iniciaron un periplo que les hizo viajar a la Roma de los Césares y de los Papas, sin saber lo que la Providencia de Dios les tenía preparado. Más tardaron en llegar a la Ciudad Eterna, que en volver a su querida patria, México.
Ya estando de regreso en tierras aztecas, Dios puso como instrumento de su amor, al segundo obispo de Veracruz, el perito de Derecho, D. José María Mora y Daza, ilustre xalapeño que más tarde fuera trasladado a Puebla. Él las recibió en la Atenas veracruzana y les dijo “¿Qué hacían por tierras lejanas? Aquí en mi diócesis de Veracruz, ustedes podrán hacer mucho bien…” Las acogió y quiso darles seguimiento y asistencia para la fundación en Xalapa, pero al haber sido promovido para la Sede Episcopal de Puebla, no pudo hacer más por ellas.
Como las hermanas habían iniciado la Primera Adoración el 18 de enero de 1895, continuaron su trabajo apostólico en oración y solicitaron más tarde la aprobación pontificia, con su consecuente agregación a las Adoratrices Perpetuas de la Villa de Guadalupe, pero como no recibieron respuesta, la solicitud se dirigió al Monasterio de Roma, logrando el Breve expedido por el Papa San Pio X, donde les constituía como un Monasterio “sui iuris” el día 27 de julio de 1910. Así quedaron agregadas a la casa de Roma y se convertían en Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, fundadas por la Beata María Magdalena de la Encarnación en el año de 1807.
Se estima que a partir del año de 1938, pasaron a ocupar su actual domicilio en 20 de Noviembre, donde todos les conocemos. Ese lugar se ha convertido desde entonces en un sitio de paz, de oración, de convivencia fraterna, de trabajo laborioso para la subsistencia de las hermanas y es en la Ciudad Episcopal, y para toda la Arquidiócesis, como la antena desde la cual se emiten las oraciones de los fieles, mediante las plegarias de las monjas, para que lleguen al Padre y por Jesús Sacramentado, sean concedidas las gracias y bendiciones que todos solicitamos, concluye el padre Rafael González en la reseña que hace de esta comunidad religiosa que hoy necesita del apoyo de sus fieles.
Nueve de las 12 religiosas están contagiadas de Covid-19
La religiosa hermana del Consejo del Monasterio Corpus Christi, Paula Méndez Juárez, dio a conocer que 9 de las 12 religiosas que habitan en este espacio se contagiaron por Covid-19.
Indicó que tres hermanas se encuentran delicadas, pero ya recibieron la atención médica necesaria y su estado de salud se considera estable.
“Son 9 hermanas las que están enfermas, tres son las que están un poquito más delicadas, pero tienen su medicamento, están atendidas de todo y pues gracias a Dios la doctora nos dice que permanecen estables, que ya no hay ningún problema ni nada, las otras hermanas ya van de salida gracias a Dios, y pues ahí vamos, vamos luchando poco a poco”, expresó.
Refirió que las tres religiosas que no fueron contagiadas con el virus son las que se encargan de cuidar al resto de las hermanas; sin embargo, no tienen fuentes de ingreso para poder enfrentar los gastos que les genera la enfermedad.
Al respecto, mencionó que la ciudadanía las ha estado apoyando con despensa, medicamentos, material de limpieza y de manera económica, “estamos muy agradecidas con toda la gente, porque no nos han abandonado, de verdad les agradecemos mucho”.
Ante ello, pidió a la población que tenga las posibilidades de apoyarlas lo haga.
“Cualquier cosa, todo es bueno, desinfectantes, sueros, porque es lo que les están recetando tomar ahorita, mucho suero, fruta y de todo, todo es bueno”, expuso.
Puntualizó que los donativos se reciben en la calle Insurgentes número 180, “ahí está la señora que no está apoyando también y a ella le pueden dejar y ya ella me lo pasa a mí, o en efectivo también porque cada una lleva diferente medicamento y a veces se requiere de comprar algún otro y se le tiene que comprar”.
El número de cuenta para las donaciones en efectivo es 4169 1604 4986 9511, a nombre de la religiosa Catalina García Luciano. Es de tarjeta BanCoppel
El Monasterio se ubica en la avenida 20 de noviembre #146, a tan sólo unos metros del Panteón 5 de febrero.
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