Desde 200 pesos y hasta 900 cuesta alquilar un traje en un negocio de esta ciudad; esta opción es aprovechada por algunos egresados de universidades y preparatorias para no realizar un gasto innecesario en una indumentaria que no volverán a utilizar.

El caso del negocio Alquiler Eduardo, Estela Cobos, encargada comenta que ya se reactivó la actividad para ellos, pero no ha sido al nivel que había hasta antes de la pandemia.

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¿Cómo padeció la pandemia el negocio de trajes?

Este establecimiento, comenta, es un negocio familiar que sufrió mucho durante la pandemia, “porque por encierro y la suspensión de todas las actividades sociales, hubo que cerrar por varios meses y eso no lo resiste ningún negocio pequeño”.

Explica que es muy positivo para la reactivación económica de la ciudad y la región que se vuelva la prestación de servicios de banquetes, porque empiezan a realizarse no solo fiestas de graduaciones, sino las bodas y XV años que estaban pendientes o fiestas familiares de cumpleaños.

Remarca que tras muchos meses difíciles se comienza a percibir una mejoría económica en general; en el caso de este local tuvieron que cerrar casi cuatro meses, durante las restricciones sanitarias subsistieron gracias a préstamos familiares y al apoyo de la familia, “esos problemas fueron lo que nos unieron como familia, aunque se perdieron varios empleos, pero poco a poco el año pasado ya se pudo retomar la actividad comercial y aunque no ha vuelto a los niveles que había antes de la pandemia, se trabaja para ello”.

Resalta nuevamente que este negocio es familiar y gracias a su apoyo lograron mantenerse.

Explica que las familias han regresado con fuerza a las celebraciones de escuelas y familiares, “creo que porque hubo muchas pérdidas y eso ahora se valora más el núcleo familiar, entonces hay que festejar esas pequeñas victorias que se tienen. Que los jóvenes egresen de la universidad o la preparatoria y salgan adelante es un gran orgullo para sus padres y por eso vienen a contratar un traje para esas celebraciones”.

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En su negocio se ofrecen las dos opciones comprar y rentar un traje. “Pero sí hay familias que buscan ahorrarse lo más que se pueda en estas celebraciones y mejor lo rentan y es una buena opción”.

Es claro que hay muchos clientes que todavía resienten la crisis, no acaban de recuperarse y buscan la forma de ahorrar en cosas como un traje, que la mayoría de ellos, solo lo usarán en este evento y cuando son más pequeños porque van a crecer y no quieren gastar de más”.