Ingrid Ruiz Rivera
Veracruz, Ver.- En medio de los escombros de lo que un día fue su casa y que quedó destruida tras caer un rayo la madrugada del pasado miércoles, permanece la señora Sara Soto, de 65 años, esperando poder construir un nuevo hogar.
Junto a su hija, discapacitada de nacimiento, se dijo preocupada y con el temor de perder el terreno para volver a construir su vivienda, que apenas medía cuatro metros de largo por dos de ancho.
“Andan diciendo que nos van a quitar el terreno y no sé a dónde voy a parar, mi hija es discapacitada y no tengo dónde vivir; lo que estoy esperando es juntar unas láminas y cartones para levantar mi casa”, dijo la afligida señora.
Indicó que desde hace seis años llegó a vivir a esa zona y aunque se trata de un predio irregular, era la única opción para construir una casa para ella y su hija Alejandra, de 40 años de edad, quien no puede hablar y se comunica a través de señas.
En la madrugada del miércoles, mientras algunos vecinos corrían alertando a los demás para salir de su casa, buscó proteger a su hija, arrastrándola para poder salir de la vivienda que empezaba a consumirse.
“Mi hija estaba dormida y corrí a despertarla, la jalé del cabello y me la saqué arrastrando porque no era capaz de entender lo que pasaba, hasta que vio el incendio y se asustó mucho”, dijo.
Comentó que no pudo sacar nada de la casa y los “centavos” que había juntado en la lavada y planchada del martes en una de las cuatro casas para las que trabaja, fueron consumidos por la ceniza, al igual que las pocas pertenecías que tenía.
La señora dijo que necesita juntar unas 10 láminas y palos para levantar su casa, debido a qué pasó la noche con una vecina, pero se niega a salirse del lugar porque no tiene otro sitio donde vivir y teme que por la noche, mientras ella trata de descansar, los retiren definitivamente sin opciones a dónde ir.