A pesar de que Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional en la tabla de envejecimiento poblacional, no se han tomado las medidas necesarias para hacerle frente a este problema, aseguran especialistas. Coinciden en que es urgente que se creen las políticas públicas que garanticen las condiciones necesarias para enfrentar el envejecimiento de la población en Veracruz.
Según los datos del informe “Dinámica demográfica 1990-2010 y proyecciones de población 2010-2030”, del Consejo Nacional de Población, para 2030 en la entidad habrá aproximadamente 50 adultos mayores por cada 100 jóvenes, una cifra sólo superada por la Ciudad de México.
El Consejo Nacional de Población (Conapo) considera que el envejecimiento de la población va a ser un desafío demográfico para muchas entidades federativas en los próximos 50 años y sus implicaciones para los sistemas socioeconómicos, sistemas de pensiones, atención en salud o las estructuras de parentesco y de hogares, pueden ser considerables.
“La disminución progresiva de los bajos niveles de fecundidad y el descenso de la mortalidad, así como la prolongación de la vida entre las personas de mayor edad, resulta en el envejecimiento de la población. Éste va a ser un desafío demográfico para muchas entidades federativas en los próximos 50 años”, advierte la dependencia federal.
Por ello, especialistas en el tema urgieron a los gobiernos de los tres niveles que se comience con la adaptación de espacios en las ciudades y viviendas, generación de oportunidades laborales, diseño de espacios de cuidado y recreación hasta la capacitación de personal de salud.
SIN PLAN DEACCIÓN, EL ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL SERÁ TERRIBLE
El crecimiento del grupo de población de 60 años en adelante y la disminución de la tasa de natalidad plantea un panorama terrible para la entidad, aseguró Rafael Arias Hernández, integrante del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (IIESES) de la Universidad Veracruzana, quien advirtió que pese a los datos no se ha diseñado un programa de atención a este fenómeno.
En entrevista el economista explicó que la falta de una pensión fija para las nuevas generaciones y el incremento en el número de enfermedades crónico-degenerativas constituyen riesgos adicionales al envejecimiento de los veracruzanos. “Según estimaciones, un 70% de los adultos mayores requerirán de servicios de salud y de tratamiento para diversos padecimientos, además de que más del 50% de quienes están por convertirse en adultos mayores tienen nulas posibilidades detener un ingreso, ya sea mediante pensión o ahorro para el retiro”, dijo.
Dio a conocer que aunque actualmente existe cerca de un millón de adultos mayores en Veracruz, lo que representa un 13% de la población, las proyecciones señalan que en los próximos años este número irá creciendo de manera desproporcional, por lo que es urgente que los gobiernos diseñen un plan de acción para hacerle frente a este fenómeno poblacional. “El gobierno debe atender esto y no se ve que se esté haciendo. Aquí el asunto es que debemos exigir que se tenga y que se dé a conocer la estrategia gubernamental que garantice que todos los adultos mayores podamos tener acceso a servicios de salud, espacios de recreación, oportunidades económicas y todo lo demás que se requiere”, precisó.
A la par, dijo, se deben emitir las recomendaciones necesarias a la población para que en la medida de lo posible cada veracruzano cuente con un plan familiar, personal o comunitario para afrontar la tercera edad de la mejor manera. Y es que, dijo, no sólo se trata de tener recursos económicos disponibles para las necesidades básicas, sino también una red de apoyo emocional y personas con quienes convivir en esta etapa de la vida. “Se tiene que hacer conciencia en la población de que se debe preparar una estrategia basada en la solidaridad familiar, vecinal o de grupo porque la esperanza de vida va aumentando y eso implica que después de la etapa llamada productiva aún quedan entre 25 y 30 años que deben vivirse de la mejor manera”, indicó.
Arias Hernández destacó que con la entrega de pensiones universales al 80% de la población de adultos mayores del país, el gobierno federal está atendiendo a una población que había sido abandonada institucionalmente desde hace décadas. Sin embargo, advirtió que la entrega de recursos económicos de manera general sólo tendrá sustento si se tienen finanzas públicas sanas, por lo que se debe trabajar en esto para que los ancianos no se vuelvan una carga. “Es un esfuerzo gubernamental acertado, pero esto no quiere decir que se obtenga de la nada o de milagro, sino que tiene que ir acompañada de políticas públicas complementarias que garanticen buenos ingresos y finanzas sanas a los gobiernos”, alertó.
NO HAY CONDICIONES PARA ENVEJECER EN VERACRUZ
María Verónica Rodríguez Estrada, maestra en gerontología social asegura que a pesar del envejecimiento de la población veracruzana, aún la sociedad no está preparada para atender a los adultos mayores que ya son una buena parte de la población. Sin embargo, asegura que lo más grave del tema es que tampoco está preparada para envejecer de manera digna y decorosa, lo que complicaría más el panorama futuro.
En entrevista recordó que la entidad ocupa ya el tercer lugar a nivel nacional con más población de adultos mayores con un millón 35 mil veracruzanos mayores de 60 años y que a futuro la atención y los servicios serán más escasos. “El panorama que se ve es que no hay capacidad de atender a esta población, hoy por hoy faltan profesionales en todas las áreas de salud, faltan servicios, faltan espacios para su desarrollo y sobre todo falta la conciencia para afrontar la vejez”, indicó.
Puntualizó que a nivel nacional existen 600 geriatras a nivel nacional para atender a los más de 12 millones de personas mayores y que aunque en Veracruz ha crecido el número de profesionales especializados, el número aún es escaso.
La exdirectora del Asilo Sayago dio a conocer que en materia de accesibilidad, existen espacios como el centro de la ciudad que son amigables para los adultos mayores y discapacitados, sin embargo, en el resto de la ciudad no hay las condiciones de movilidad. Indicó que el asunto se agrava en las viviendas y departamentos que no cuentan con espacios para el desplazamiento de andaderas o sillas de ruedas. “Lamentablemente la gente no se prepara para que su casa envejezca con ella y que las familias no contemplan, en la mayoría de los casos, las nuevas necesidades que van teniendo los adultos mayores que viven en ellas”, dijo.
Rodríguez Estrada señaló que a la par de las adecuaciones en materia de infraestructura se debe trabajar en la educación de la sociedad, con el fin de cambiar la percepción que se tiene de los adultos mayores. Y es que, dijo, la falta de reconocimiento social de este grupo poblacional provoca casos de maltrato terribles. “Hasta hace unos años en México se veía a los adultos mayores como los sabios, los de la experiencia y a los que se acudía por un consejo, pero lamentablemente vemos que ahora son los invisibles, los que nadie atiende y a quienes no se toma en cuenta. Eso es en lo que hay que trabajar con las nuevas generaciones, a respetarlos y no olvidar que ellos tienen que mantener su autonomía hasta el último minuto de su vida”, indicó.
Recordó que de manera reciente se aplicó en Xalapa una encuesta por parte del Instituto Nacional de Geriatría que arrojó que el 16.8% de los adultos mayores sufrió algún tipo de abuso y que muchas veces éste no es denunciado en las instancias correspondientes. En la encuesta, dijo, se conoció que el abuso psicológico y emocional ocupa el primer sitio, seguido del maltrato físico, económico-patrimonial, la negligencia y el sexual. “Necesitamos que las personas mayores sepan que tienen derechos y que nadie debe abusar de ellos, pero además que se tengan las herramientas legales y las instituciones que atiendan este tipo de abusos que son cometidos en la mayoría de las ocasiones por sus cuidadores”, precisó.
PERCEPCIÓN NEGATIVA DE ANCIANOS, SE VEN COMO DESECHABLES
Gustavo Alonso Félix López, integrante del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Veracruzana (UV), aseguró que buena parte de la percepción negativa que se tiene sobre la vejez y los adultos mayores provienen de la idea de que a esa edad las personas “ya no sirven”. Precisó que esta imagen “desechable” que se tiene de quienes transitan por la última etapa de su vida ha sido impuesta por el sistema capitalista que obliga a la gente a producir o aportar de manera económica a la sociedad. “Se privilegia al desarrollo económico sobre el social, la tendencia neoliberal es lo que ha hecho que se considere que una persona que ya no es productiva —según los estándares— es desechable, porque ya no me aporta nada para ese consumo extremo”, lamentó.
Entrevistado en las instalaciones universitarias, el investigador advirtió que esta percepción negativa podría ser un factor determinante en los casos de abuso y maltrato que sufren los adultos mayores, muchos de estos provocados por sus propias familias o su círculo social más cercano, al sentir que no aportan para la satisfacción de sus necesidades básicas. “El úsese y deséchese contribuye a que se siga teniendo y fomentando la percepción de un adulto mayor inservible porque ya no me das. Pero es más triste que la misma familia de los adultos mayores sea quienes los maltratan”, lamentó.
Destacó que el cambio de la mentalidad de la sociedad sólo será posible mediante la educación sobre esta etapa de su vida, con el fin de erradicar el miedo que se tiene al envejecimiento que muchos consideran como la “antesala de la muerte”. Además, dijo, es fundamental que se realicen acciones y políticas públicas que fomenten el envejecimiento saludable y productivo como una forma de vida que debe ser buscada desde edades tempranas. “Necesitamos cambiar el concepto de que un adulto mayor es improductivo y que después de cierta edad ya no tiene oportunidades de desarrollo porque es esa idea la que hace que no sea atractivo para la sociedad y para las políticas públicas que se manejan en el país”, precisó.
Sin embargo, Félix López advirtió que con medidas “paternalistas y electorales” como las que se están implementando desde el gobierno federal, al entregar “pensiones universales” a los adultos mayores, no se resuelve el problema de raíz, por el contrario, provoca que la idea de que se trata de personas que no sólo no aportan económicamente se refuerce. “Lo que se necesita es que se ofrezcan oportunidades de desarrollo para este sector, ya que en la medida de que se tengan opciones se podrá integrar a los adultos mayores a una sociedad que los está segregando”, dijo.