Las ventas de las tiendas de abarrotes que funcionan en la ciudad se reducen cada día, lamentan comerciantes.
Estos establecimientos familiares se mantienen porque son cercanos a sus clientes y son una opción para comprar lo que se requiere al momento, pero muestran una tendencia a la baja debido a la competencia que les representan los numerosos negocios de franquicia que se han instalado por todas las zonas de la capital.
¿Qué se puede encontrar en las tiendas de abarrotes de Xalapa?
En las pequeñas tiendas de abarrotes se puede encontrar de todo un poco desde refrescos, abarrotes, cervezas, bebidas alcohólicas hasta artículos de papelería, productos de limpieza, frutas y verduras, entre otros, pero reconocen que ante la crisis económica “sus clientes compran cada vez menos”.
El consumo de las familias en estos establecimientos que funcionan tanto en las colonias como en la zona centro se ha reducido hasta en 70 por ciento, explica Avelina Hernández Alarcón, propietaria de la tienda de abarrotes Supercentro Jalisco, ubicada en la colonia Progreso de esta ciudad, que ha sido por más de 20 años un negocio familiar.
Sin embargo, comenta, que este año ha sido pésimo para su establecimiento, que es solo uno de los que funcionan y son parte de la tradición comercial de Xalapa.
“Como puede ver en esta calle funcionan otras seis tienditas y nos daba para todos porque es un negocio noble, pero nos está matando la competencia que tenemos ahora”, dice.
“Nuestra familia como muchas otras generamos ingresos extras al poner una tienda de abarrotes en nuestro hogar, pero ahora con la llegada de varios súper en las esquinas, así no se puede competir, porque ellos cobran con tarjetas de crédito o débito y tienen ofertas y precios más bajos porque son mayoristas”, subraya.
En su tienda vende desde embutidos, cuenta con un refrigerador comercial, lácteos, yogures, bebidas alcohólicas, productos de higiene personal y para el hogar, cereales, refrescos, pan de marca y de panificadora, tortas, flanes y tortillas, entre otros muchos.
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Pero el tema es que las familias se deciden por comprar la despensa en los supermercados, porque es donde hay más ofertas. “Aquí solamente nos vienen a comprar unos cuantos blanquillos, refrescos o productos que se les acaban antes de la quincena, ellos consideran que nuestros precios son más altos, cuando nos esforzamos por no dar un costo justo para no perder ganancias y atraerlos”.
En este año, dice que sus vecinos que son sus principales clientes reducen al mínimo sus compras en tiendas, “eso nos pega porque nuestros ingresos son cada día menos y así no podremos seguir durante mucho tiempo más”.
¿Qué afecta las ventas en tienda de abarrotes?
Arturo Hernández Colunga, encargado de la tienda en la calle Manuel M. Contreras, en la colonia Rafael Lucio, señala que como todo está muy caro, “he notado que las personas se limitan en sus compras y solo vienen por lo elemental, sea porque necesitan unos huevos, un cuarto de azúcar, una bolsa de sal y así. Nos compran lo mínimo”.
Indica que para colmo todo se ha encarecido, cada vez que vienen los distribuidores de nuestros productos resulta que mínimo cuestan 50 centavos más caros, pero en cada producto sí le paga a las familias que optan por irse a comercios donde hay ofertas. “No nos ayuda en nada que en la mayoría de las colonias nos han puesto tiendas OXXO, Fasti, X24, 3B o los pequeños súper de los Chedraui, entre otros.
Para el comerciante no queda más que resistir las bajas ventas y tener siempre lo que los clientes quieren. “Nos compran lo que se les acaba antes de la quincena y así tenemos que aguantar porque nuestras familias dependen de estos negocios”, dice.
Su comercio tiene más de 15 años de funcionar en su vivienda en esta colonia y cuando comenzó era de las pocas que había en la zona, por lo que le iba mucho mejor, pero ahora con tanta competencia apenas y saca para ir surtiéndose porque las ventas se cayeron en más de 50 por ciento, señala.
¿Cómo es la competencia para las tiendas de abarrotes?
Don José Gutiérrez Pérez, quien atiende su tienda durante todo el día, lamenta que cada día los clientes compran menos productos. “Antes mis ingresos eran mayores hasta en 80 por ciento, pero con la instalación de tantas tiendas de franquicia, que tiene precios más bajos porque compran por mayoreo, “nos pega mucho, pero yo seguiré aquí esperando a mis clientes porque es una ayuda para la familia lo poco que sale del negocio”.
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Recuerda que hace 25 años que instaló su tienda en su casa los clientes se surtían bien, “ahora solo vienen por refresco, ya ni por cervezas porque esas las ofertan en esas tiendas que hay en las esquinas”.
“Me da mucha tristeza ver que mis vecinos ya no compran tanto. Pero los entiendo, los precios suben cada semana para los minoristas, “tratamos de competir, pero es complicado porque mientras que nosotros damos los blanquillos en 3.50 cada uno en los otros lo venden en 2.50, esa es la realidad, son mayoristas y eso les da ventajas”, concluye.
