Veracruz, Ver.- El recuerdo de la tragedia del 31 de diciembre del 2002, cuando un gran incendio consumió varios puestos ambulantes con pirotecnia ubicados en la esquina de la calle Miguel Hidalgo y Juan Soto, en la zona de mercados del puerto de Veracruz, pasó desapercibido una vez más.
Tiene seis años que ya no se celebra la tradicional misa en la que se recordaba y se pedía por el alma de las víctimas y este 2023 tampoco fue la excepción.
En el incendio del 31 de diciembre del 2002 murieron 31 personas, de acuerdo con la cifra oficial, aunque locatarios que fueron testigos en aquel entonces afirman que también hubo varios desaparecido.
Ese día las personas realizaban sus últimas compras para festejar el año nuevo, las tiendas de ropa, zapaterías, carnicerías y pollerías del mercado Hidalgo y Unidad Veracruzana se encontraban llenas.
Pero también varios puestos ambulantes que vendía pirotecnia sobre la calle Juan Soto, en dónde una chispa alcanzó los puestos y provocó una explosión en cadena. Hasta el momento no se sabe si fue algo o intencional o un accidente.
Las narraciones testigos son desgarradoras, pues señalan que los gritos, el olor a pólvora y carne quemada inundó el ambiente, en medio de gritos y llantos.
Juan Sacramento líder de locatarios del mercado Hidalgo, comenta que desde el 2017 decidieron que ya no harían misa ni ningún acto protocolario, porque hasta los familiares dejaron acudían al evento eclesiástico.
Señala que en muchos casos son personas ya grandes, otras ya no viven en el estado y otras más ya no quieren recordar esta tragedia.
Sin embargo, el locatario del mercado Hidalgo asegura que esta tragedia vive en los corazones de los que tienen locales en este espacio quienes aprendieron la lección en torno a la venta ilegal de pirotecnia.
"No se programó nada el Comité de la Capilla de ahí no organizó nada. Honestamente las misas se hacían aquí o en la calle, donde fue la tragedia... pero desde el 2017, se canceló la misa y se dejó de organizar".
Juan Sacramento lamenta que la fecha pase desapercibida y que se haya olvidado algo que causó mucho dolor en su momento, por las víctimas y afectaciones que causó a los negocios.
"A veces apostamos al olvido para seguir vendiendo ese tipo de artículos de pirotecnia, lamentablemente a veces pesa más la ambición que la conciencia".