Tras la pandemia, la venta de perfumes, maquillajes y otros productos de belleza no han logrado regresar al 100 por ciento; el año pasado por el día del Padre sí tuvieron mejores ingresos, pero este año no se notó ese festejo, estima Maribel Franceschy, una auxiliar de empresa de cosméticos.
Las ventas están muy bajas, lamenta. Recuerda que en los años anteriores esta marca tenía mucho mejores ventas, “porque tenemos un producto de alta calidad a un precio accesible, pero lo que vemos ahora es que no hay circulante y que las familias no gastan lo poco que tienen en productos de belleza”.
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Para la vendedora de la empresa Zermat, las fechas en las que más venden las fragancias y productos de belleza son el Día de las Madres y Navidad, pero tras la pandemia nada volvió al nivel anterior, “en mayo sí se notó un aumento en los ingresos, pero ahora con el Día del Padre, pese a que hubo ofertas de perfumes y otros artículos como termos o cremas para ellos, nada no hubo nada de alza”.
Explica que muchas de las vendedoras de años de esta marca les han dicho que ya no pueden seguir porque ya no tienen solvencia económica para comprar los productos para después ellas venderlas a su clientela.
Ellas les cuentan que perdieron muchos clientes y optaron por buscar un empleo de tiempo completo con un salario mínimo, pero seguro.
Indica que aunque los precios de sus productos se mantuvieron por un año tras la pandemia, después se elevaron porque uno de los productos que utilizan es alcohol y ese se agotaba y subió mucho su costo con la crisis sanitaria.
Agrega que por ejemplo un perfume que tenía un costo de 380 pesos pasó a costar 410 y así pues muchas vendedoras ya no quisieron seguir con la venta, “porque hay menos clientela que quiera comprar estos productos, pese a que lo pueden liquidar en pagos”.
La fragancia más cara que tienen en esta empresa, comenta que supera los 600 pesos, pero también tienen otros de menos de 300 pesos que son más accesibles.
Se reduce el número de vendedoras
Explica que sufren una crisis debido a que el número de vendedoras cayó 40 por ciento. De cada 10 que vendían sus fragancias solo quedan 6, porque cuatro mejor se fueron a buscar otras formas de obtener ingresos económicos.
A diferencia de otras marcas, comenta que dan crédito a sus vendedoras aquí no es así, sino que la vendedora debe pagar el monto total de lo que solicita y ella recupera después esa cantidad y gana su comisión.
Esa situación, dice que les quita competitividad y pues aunque ellas pidan crédito, pues la situación no le permite a la empresa darlo en este momento.
Ellas lo venden a precio de catálogo y tienen un margen de ganancias de cada compra, concluyó.
