Aunque en México la crisis laboral data de la década de los 70 del siglo pasado, en la pospandemia se han normalizado las malas condiciones laborales, en salario y prestaciones, pero se deben discutir para que no sean la norma, opina Guadalupe Olivier Téllez, directora de la Universidad Pedagógica Nacional.
Al enfocarse en cuáles son los retos para la inserción de los profesionales en el campo laboral, indica que uno de los puntos es tomar en cuenta una revisión al modelo de orientación vocacional desde edades tempranas y dar seguimiento hasta llegar a la educación superior.
Añade que debe haber una revisión de planes y programas de estudio, de una oferta educativa que si bien sea tomando en cuenta el contexto laboral, también rescate las vocaciones y analice la relación con el papel social y medioambiental.
Puntualiza que en una nueva política educativa se debe pensar en el campo laboral sin olvidar que ser generadores de espíritus críticos, reflexivos y motores de generación de ideas.
En un contexto en el que México registra en su historia 12 millones de personas sin ingresos entre marzo y abril de 2020 y que es uno de los 105 países que no contempla el apoyo al desempleo, apuntó que es imposible no hablar de crisis laboral.
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Al citar varias encuestas, refirió que las relaciones interpersonales sí pueden ayudar a tener un empleo pero también es real que quien cuenta con un título o acreditación presenta 75 por ciento más posibilidades de ganar más que quien no lo tiene.
En el primer foro educativo “Universidad y sociedad. Los grandes desafíos de América Latina”, coordinado por la Universidad Veracruzana (UV), la socióloga de la educación destacó la importancia de observar también las condiciones de quienes sí laboran, pues el salario para muchos egresados es insuficiente y los obliga a actividades que les completen el gasto.
Marcia Leite, titular de la Cátedra Friedrich Engels, de la UAM-Unidad Cuajimalpa, anotó que en tiempos de crisis económica, social, política y ambiental, la educación superior debe brindar herramientas a los estudiantes no solo para adaptarse sino también para entender los cambios estructurales del mercado de trabajo.
Édgar González Gaudiano, de la UV, reiteró que la relación de las políticas educativas y mercados laborales de Latinoamérica constituye una problemática de la más alta prioridad.
En la precarización de las condiciones laborales y el crecimiento económico excluyente afirmó que no solo se han profundizado las brechas salariales y la alta tasa de desempleo entre jóvenes, sino con la tecnología nueva cada vez es más difícil integrarse al mercado laboral y las actividades delincuenciales les resultan a los jóvenes cada vez más atractivas.
Enfatizó que sin la participación de las universidades públicas no podrán darse los cambios necesarios.
En la bienvenida al foro, el rector de la UV, Martín Aguilar Sánchez, mencionó la necesidad de crear una universidad que eduque para formas profesionales pero también para formar seres humanos.
Su desempeño debe ser con ética, con la convicción de que están inmersos en una sociedad, que deben contribuir a su desarrollo porque están en deuda con ella, dijo en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información de Xalapa.
