Desde verduras hasta ropa y aparatos electrónicos pueden ser canjeados Una lechuga a cambio de una planta de suculentas, un litro de leche por una blusa de mujer o una penca de plátanos a cambio de un par de zapatos de tacón son parte de los intercambios que se llevaron a cabo en los bajos del puente Xallitic en el marco de la Tercera Feria de Trueque.
Ante la crisis económica, familias xalapeñas aseguran que se trata de una alternativa real de comercio en el que se obtienen productos a cambio de despensa, ropa o enseres domésticos que pueden servirle a los otros.
“Son cosas que yo no uso y que pueden servirle a alguien más, porque es ropa, zapatos y accesorios en buen estado y a cambio recibo ropa que requiero o despensa para el día a día”, asegura Adriana, quien truequeó su ropa por artículos deportivos y despensa. “No es complicado, les digo, por ejemplo, que quiero tenis o ropa deportiva a cambio de lo que tengo. En caso de que la otra persona no tenga lo que yo quiero podemos irnos a la segura con frutas, verduras o despensa que es la moneda de cambio más común”, dijo. Bajo este esquema, cerca de 50 personas llegaron desde temprana hora al tradicional barrio xalapeño, instalaron pequeños puestos y ofrecieron ropa, zapatos, juguetes, maquillajes, películas, enseres domésticos, plantas y otros productos a cambio de cosas similares. Entre ellos mismos realizaron también cambios, aunque en su mayoría fue la gente externa la que se acercó a conocer el proceso de intercambio y participaron de él. “Aquí es un sitio fácil porque tenemos el mercado muy cerca.
Nosotros les decimos lo que aceptamos a cambio. Yo por ejemplo les dije que lechugas, tomates, cebollas que es algo que uso todos los días y de despensa pido azúcar, aceite, arroz o frijoles. Dependiendo de los productos es la cantidad”, indicó Nayeli, otra mujer que llegó con ropa de ella y de sus hijos para hacer trueque. De acuerdo con Guillermina Lira Vázquez, organizadora del evento, cada vez son más las personas que acceden a realizar este tipo de intercambios debido a lo endeble de la economía. Indicó que al tener prohibido el dinero en efectivo se garantiza que la gente reciba a cambio algo que pueda consumir o utilizar, por lo que es un intercambio solidario no comercial. “Está prohibida la venta y la despensa es la moneda emergente (…) Yo ya he hecho buenos trueques, acabo de intercambiar una blusa por un litro de leche.
El precio se fija entre ambas partes de manera que sea justo para todos y es una forma de comercio muy antigua que ayuda a aquellas personas que están pasando problemas económicos o desempleados”, concluyó.