Xalapa, Ver.- Recibidas como herencias familiares, los propietarios de las haciendas de la región luchan por hacer estos espacios redituables y por realizar un mantenimiento que en ocasiones es imposible de costear. Ubicadas en los municipios de Emiliano Zapata, Coatepec y Xico, las haciendas de Pacho, Zimpizahua y Palzoquiapan, respectivamente, son tres espacios en los que se pueden realizar recorridos, eventos privados y en algunos casos quedarse a dormir para revivir el esplendor que tuvieron en los siglos XVIII y XIX.
Sin embargo, a decir de sus actuales dueños, ninguno de estos espacios logra ser completamente sustentable ya que se requieren de inversiones millonarias para mantener espacios que guardan momentos históricos fundamentales de la entidad. En ese sentido, los tres coinciden en la necesidad de que las autoridades encargadas de Turismo, tanto de manera estatal como regional, se coordinen para impulsar recorridos que permitan dar a conocer la historia de estas haciendas.
PACHO NUEVO, CAFÉ SUSTENTABLE EN UN ESCENARIO DE PELÍCULA
Registrada en 1592 de manera oficial en el Archivo Notarial de Xalapa como un ingenio de caña de azúcar en la Nueva España, la Hacienda de Nuestra Señora de los Remedios o Hacienda de Pacho, es una de las propiedades históricas mejor conservadas de la zona y uno de sus principales atractivos turísticos del municipio de Emiliano Zapata.
Aunque el origen de la hacienda data de 1592, este lugar tiene antecedentes prehispánicos, cuando indígenas totonacas llegaron atraídos por el abasto de agua y comenzó el desarrollo de la zona. A lo largo del tiempo el espacio ha sido ocupado por familias españolas, portuguesas y mexicanas. E incluso, la historia de la hacienda señala que fue testigo de la época de la esclavitud ya que se estima que cerca de 80 personas fueron traídas de África a trabajar debido a sus conocimientos en cultivos como el café.
Actualmente, el lugar es considerado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como un monumento histórico, debido a que en las ocho hectáreas que incluyen el sitio arqueológico hay hornos de cal, azúcar, pan y teja, un acueducto, represa, puentes, canales de agua, una calpanería, capilla así como una casa del siglo XVII y un vivienda de cal y arena en la que vive su actual dueña, Marisa Moolick Gutiérrez.
La hacienda llegó a su familia en 1840 cuando su tatarabuelo don José Julián Gutiérrez y Damiana Hidalgo, miembro de familia de comerciantes del Puerto de Veracruz la adquiere. Tras pasar por varias generaciones, la propiedad quedó en su poder desde hace más de 30 años los cuales ha dedicado a su mantenimiento y restauración.
La hacienda no es redituable porque estos espacios son muy difíciles de mantener. Lo que he estado haciendo desde hace 30 años es llevar un mantenimiento relajado en el que las cosas no están al 100 por ciento pero que el dinero se invierte con calidad. De manera general yo me dedico a las vigas y los techos porque sin ellos no hay hacienda pero hay muros antiguos que se han caído con gran pesar para mí
Moolick Gutiérrez explica que la suya es la hacienda en el centro de estado con mayores espacios cubiertos por techo ya que la parte construida es muy grande. Ello, dijo, provoca que se tengan que realizar gastos importantes en reparar las cientos de vigas y tejas que tiene el lugar en el que vive junto a su pareja y sus 9 perros.
La zona a la que le tengo muchas ganas pero que no puedo ni pensar componerla es una casa del siglo XVII que es una ruina preciosa similar a la de la casa de Cortés en La Antigua pero que está totalmente destechada. Si me ganara la lotería lo techaría completamente y haría un museo, pero eso es una locura. Ahora lo que puedo hacer es mantenerlo aseado y bien, pero es un espacio muy interesante
La heredera dio a conocer que actualmente busca canalizar eventos y recorridos a la casa para que se puedan obtener recursos, tanto para el mantenimiento del espacio, como para la población que vive cerca de la hacienda. Las visitas guiadas forman parte del tour “Senderos de Café” dirigido a turistas locales, nacionales y extranjeros”.
De manera personal, Moolick Gutiérrez se dedica a la producción de café. Bajo la marca de "Hacienda de Pacho", el aromático que comercializa es sembrado en los alrededores sin usar herbicidas, secado al sol en los patios y despulpado de manera artesanal sin necesidad de agua.
A la gente les interesa ese procedimiento y el mensaje primordial que queremos darles es que el café es un cultivo agroforestal que está acompañado de árboles grandes de sombra que son hábitat de aves, anfibios y mamíferos, contribuyen a la limpieza del aire y a bajar la temperatura. Eso es lo que la gente aprecia cuando viene a Pacho
BUENA COMIDA Y DESCANSO, OFERTA DE ZIMPIZAHUA
Ubicada en la localidad del mismo nombre, en el municipio de Coatepec, la hacienda Zimpizahua es administrada por la tercera generación de la familia Alcántara quienes cuentan con proyectos culturales a corto, mediano y largo plazo para el resurgimiento del espacio.
En entrevista, Yussel Alcántara Ceballos, integrante de la familia detalló que, aunque Zimpizahua tiene origen prehispánico que se remonta al año de 1116, época en que se establecieron los poblados de San Marcos y Zimpizahua. Los registros de esta zona datan de 1778, cuando el capital de milicia José de Arias llegó de España, se estableció en la zona y formó una compañía al lado de Pedro López Gómez. Ambos compraron la zona de Zimpizagual y La Orduña que estaba en posesión del mayorazgo de Velázquez de la Cadena.
La arquitecta, quien obtuvo su título con una investigación sobre Zimpizahua, detalló que la hacienda surgió de manera formal hasta 1807 cuando queda en poder de José de Arias. En ese momento, en el espacio se sembraba y procesaba caña de azúcar, sin embargo, de acuerdo a los documentos que tiene la familia se conoce que es también en esa época cuando llegó el café a la hacienda y se establece el primer plantío. “En 1810 se tiene el avalúo que establece que aquí se plantó la primera planta de café y que para esa fecha ya había dado la primera flor por lo que se calcula que la plantación ocurrió entre 1806 y 1807 por lo que tardaba el café en crecer”, dijo.
Actualmente la hacienda cuenta con un salón para fiestas y eventos privados con capacidad para 400 personas, un pequeño hotel de descanso con 7 habitaciones ubicadas entre la naturaleza y un restaurante que funciona todos los días de 9 de la mañana a 6 de la tarde. Además, se abre el espacio para sesiones de fotos y está por iniciar una temporada de conciertos con la orquesta de guitarras.
Erick Alcántara Ceballos, uno de los administradores de la hacienda Zimpizahua, dio a conocer que ya se están afinando detalles para que en Semana Santa se pueda empezar a ofrecer visitas guiadas por la propiedad que tiene una extensión total de 90 hectáreas, aunque el casco principal es de apenas 2 hectáreas y un cuarto. “Tenemos un área de beneficio, tanto húmedo como seco, y la parte donde está el horno en el que en algún tiempo se fabricó tabique. Hemos ido rescatando espacios entre ellos las áreas verdes, el área de las caballerizas y la capilla familiar”, indicó.
Informó que también se encuentra en diseño un espacio de Museo del Café en el que los visitantes podrán conocer la maquinaria original del siglo XIX así como las variedades de café para concluir con una cata y degustación del producto. Alcántara Ceballos destacó que el café tiene una importancia central en la hacienda ya que, aunque a lo largo de su historia ha producido muchas otras cosas, se tiene conocimiento de que fue ahí a donde llegó la primera planta de café a México en 1806, procedente de Cuba. “Queremos que la gente conozca la verdadera experiencia del café y que mejor que en una hacienda cafetalera”, detalló.
El entrevistado explicó que la hacienda llegó a la familia en 1932 cuando la compró su abuelo, el mayor Joaquín Alcántara Tolentino quien la administró hasta su muerte en 1987 cuando se hizo cargo de ella su padre, Joaquín Alcántara Hernández. En 2017, con la muerte de su padre, la propiedad de la hacienda pasó a su madre y los cinco hijos del matrimonio, sin embargo, es él quien actualmente participa de manera más activa en la administración.
Reconoció que el trabajo de conservación y mantenimiento de un espacio histórico como el que posee la familia es difícil. Expuso que, aunque la parte que está abierta al público se conserva en óptimas condiciones mediante la inversión de las ganancias en hotel, salón y restaurante, existe al menos un 40 por ciento del lugar que requiere de mantenimiento urgente por lo que no está en uso.
BUSCAN RESCATAN RUINAS DE PALZOQUIAPAN
Un conjunto de ruinas da cuenta del antiguo esplendor de la hacienda Palzoquiapan, una de las más antiguas de la región. Ubicada en el municipio de Xico, este espacio data del siglo XVIII y fue construida a mil 200 metros sobre el nivel del mar. De acuerdo a los archivos históricos, este inmueble abarcaba cerca de 400 hectáreas de terreno y perteneció de manera inicial a Teodoro Pozos.
En su mejor momento, Palzoquiapan llegó a producir entre 15 a 16 quintales secos de café además de entre 60 a 80 toneladas de caña de azúcar por hectárea como cultivos principales, pero también naranja y plátanos de buena calidad.
Actualmente, los restos de la hacienda Palzoquiapan –cuya extensión es de tres cuartos de hectárea- quedó en manos de la familia Sánchez y es administrada por Delfino Abelardo Tepletla Colorado y su esposa María de los Ángeles Teresa Sánchez.
En entrevista, Tepletla Colorado dio a conocer que en los últimos años se ha buscado reactivar este sitio, sin embargo, se requiere de una inversión millonaria para hacerlo por lo que resulta imposible para la familia.
No contamos con ningún tipo de recurso por parte ni del municipio, ni del estado, ni de la federación y todo lo que se le ha hecho ha sido con recursos propios
El administrador explicó que las condiciones del clima del lugar y el desmantelamiento que por años tuvo la hacienda provocaron que actualmente solo se tengan ruinas del casco principal. Incluso, reconoció que el padre de su esposa prefirió dejar que el follaje la cubriera por completo para evitar invasiones o más daños a este espacio histórico.
Nos dimos a la tarea de restaurarla porque por años estuvo tapada completamente de follaje (…) aún queda una parte de bodegas, hay un corredor que perdió las paredes en el temblor de 1920 y más arriba estaba el trapiche. También se conserva la oficina del administrador y una capillita de la que solo queda el piso
Tepletla Colorado expuso que ante la importancia histórica se decidió comenzar a realizar recorridos turísticos a visitantes locales, nacionales y extranjeros mismos que son promocionados a través de la página de Facebook “Hacienda Palzoquiapan”. Asimismo, el espacio se renta para eventos culturales, sociales y sesiones de fotografía o video de eventos particulares.
Los recorridos incluyen la información que tenemos de la hacienda, así como las historias y leyendas que se tienen porque en este lugar llegaron personajes de la vida pública de México. Lo que queremos es que se dé a conocer y que la gente la reconozca como un patrimonio cultural no solo de nuestro pueblo, Xico, sino de toda la región
Añadió que con los recursos que se obtienen de los recorridos y de la renta del espacio se han realizado algunas mejoras además de que, para ahorrar recursos, el mantenimiento corre a cargo de la familia. Precisó que se tienen ingresos mínimos ya que las visitas guiadas cuestan 30 pesos por persona y al mes sólo se realizan un promedio de dos de estos recorridos. “Todo es a través de Facebook, ahí están los teléfonos y nosotros nos adaptamos a los horarios de la gente. Aquí los esperamos para darles la información”, concluyó.