Tras la aprobación de la reforma laboral que concede 20 y hasta 30 días de permiso con goce de sueldo a hombres trabajadores por nacimiento o adopción, en Xalapa hay desconocimiento sobre el tema.
Además, una expresión generalizada entre personas consultadas es que se trata de un avance, pero son más reales y preocupantes el desempleo, los abusos de los patrones y la violación a los derechos de los trabajadores.
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“En mis planes no está volver a ser papá. Durante cinco años estuve con una empresa donde solo querían gente joven sin familia porque da más de su tiempo. Yo ya tenía a mi hija de tres años y no podía estar en esa dinámica”, comparte Raúl Martínez Osorio.
El ingeniero en mecatrónica afirma observar una tendencia: “es mejor emprender, pero eso significa no pensar en aguinaldo, vacaciones o, en un momento dado, tener una licencia por paternidad”.
Juan Carlos Zamarripa Méndez, músico recién casado, cuenta con una plaza de docente en escuela particular y celebra la reforma. Tampoco piensa en ser papá pronto.
“Qué bueno por quienes lo puedan aprovechar, en mi caso todavía no quiero hijos. En las escuelas donde he dado clases ni siquiera me pagan los periodos vacacionales, menos me van a hacer válido ese derecho”, expresa.
Julio, técnico en una empresa de telefonía, tiene 27 años de edad y dice que él es feliz cuidando a sus sobrinos, “a ratos”. No sabía de la reforma y afirma que no es algo que le interese.
“Yo quisiera que visitaran los distintos lugares de trabajo donde nos tienen más de ocho horas. Casi todos mis conocidos y yo trabajamos más de nueve horas diarias; por necesidad, no renuncia uno pero sí está cada vez más feo. Yo creo que eso de la licencia solo la aplicarán en unos cuantos lugares”, declara.
Antonio Marín, quien cuenta con prestaciones de ley, piensa que más allá de la reforma se debería ver la manera de lograr al menos una hora menos diaria, para hombres y mujeres por igual, con el fin de estar más con la familia.
“A mí me piden trabajar horas extras y no es opcional. Todos estamos chocados, no tenemos vida propia, menos vamos a tener ganas de tener hijos”, considera.
Paternidades activas
La activista por paternidades activas Guadalupe Celestino Solís aplaude la reforma, pero expresa que hay una necesidad de complementar las licencias laborales con pláticas, con el fin de que los hombres se sensibilicen y entiendan que su presencia en todas las etapas de vida de sus hijos es importante, no solo en los primeros días del nacimiento.
Indica que es positivo que las parejas y exparejas aprendan a negociar las decisiones de crianza con base en el respeto y buen trato, así como lograr acuerdos y distribución de horarios y tareas de cuidado y domésticas.
“Sí, da gusto que algunos papás podrán estar más tiempo en los primeros días de vida, pero ¿qué hay del resto de la crianza? Faltan cursos y talleres para la deconstrucción de ideas”, indica.
La psicóloga María Loaiza Castro coincide: “sí hacen faltan pláticas y cursos para enfatizar que tan importante es proveer económicamente como alimentar una relación afectuosa, respetuosa y de confianza”.
Añade que en el nacimiento, en la infancia temprana, en la niñez, adolescencia, juventud, e incluso en la vida adulta, participar y ser responsable de la crianza diaria de los hijos implica trabajo doméstico y de cuidados, además de contención emocional. “Una buena relación con la madre es un pilar de la paternidad”, finaliza.