Veracruz, Ver.- Un grupo de vecinos del fraccionamiento Reforma de la ciudad de Veracruz, demandaron la intervención de las autoridades municipales y de medioambiente para que regule la apertura y operación de los bares y antros de la zona, pues desde las 5 de la tarde comienza el ruido en algunos de ellos.
Los inconformes se quejan específicamente de los establecimientos ubicados sobre las avenidas de Marti, Washington, Mendoza, Bernal Díaz del Castillo, Heriberto Jara, entre otras, los cuales operan con música a alto volumen desde el atardecer hasta la madrugada.
- Te puede interesar: ¡Tres años sin director! Padres de familia de primaria piden atender problemáticas
“Ahora hay una gran cantidad de motos y cola para entrar a ese bar y no sabemos lo que hay ahí, pero lo que importa es que hay mucho ruido y tenemos gente mayor en este fraccionamiento y ya no hay respeto. Hay gente que viene, pero hay que respetar porque es zona residencial”, señala Elba Eugenia Hernández Campos, vecina del lugar.
En rueda de prensa, recuerda que cuando compraron era un lugar tranquilo y el proyecto era establecer cafeterías no bares.
Dicen no estar en contra de la actividad comercial ni de la diversión, sin embargo, recuerda que el Reforma es un fraccionamiento residencial, no con vocación comercial y sus habitantes quieren tranquilidad y poder descansar tras sus jornadas laborales.
Por su parte, Monserrat Reynaud, otra de las quejosas, señala que dicha situación se ha venido complicando en los últimos dos años.
¿Cuántos bares y antros se ubican en fraccionamiento Reforma de Veracruz?
Calcula que a la fecha hay más de 20 negocios de este giro, pero 7 son los más problemáticos, por lo que solicitan la intervención de las autoridades municipales y de medioambiente para que regulen el ruido que generan estos establecimientos.
Reclamó también la permisividad de las autoridades para que los comercios ocupen las banquetas, impidiendo el paso al peatón.
Además de la suciedad que generan los usuarios de los bares y antros al orinar y defecar en las banquetas y automóviles.
Aseguran que ya han hablado con los propietarios de los antros y con las autoridades municipales, pero han hecho caso omiso.
No buscan cerrar los negocios, pero sí que cumplan con lo que marca la ley respecto al nivel de decibeles que se permiten en este tipo de giro comercial; además que se respete el derecho de terceros pues su calidad de vida ha sido mermada principalmente de la gente mayor que vive en los alrededores al señalar que algunos se encuentran enfermos.
A pesar que han recibido advertencias telefónicas para cesar su inconformidad, advirtieron que podrían acudir a la CNDH para que la autoridad respete sus derechos.