Comprar aparatos ortopédicos o sillas de ruedas, muletas, auxiliar para baño, cama hospitalaria, collarines, fajas o correctores de postura, entre otros, se ha encarecido en alrededor de 40 por ciento tras la pandemia, explica Estela Rueda, de Rehabilitación García.
Ya prácticamente es nula la venta de mascarillas para cubrir la boca y nariz y de gel antibacterial, “ya no se vende nada de eso, ya la gente ya casi no los utiliza, porque es un tema opcional”.
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Señala que dada la crisis económica que se ha vivido tras la emergencia de salud se ha dado una mayor venta de estos aparatos por las familias, pero también la reparación de aparatos como sillas de ruedas, porque tienen un costo alto.
¿Cómo sobrellevan la crisis los negocios pequeños?
Indica que negocios pequeños como el suyo deben sobrellevar altas y bajas económicas. “Y aunque la mayoría de los aparatos médicos vienen de Estados Unidos no han bajado de precio, pese a que en este momento el precio del dólar ha bajado”.
En su negocio, ubicado en la zona de El Dique, comenta que venden aparatos para aspiración de flemas, bastones, muletas, camas, cómodos, sillas de ruedas y aparatos para mejorar la respiración, entre otros muchos.
Los precios de estos instrumentos que utilizan personas con algún problema de salud son variables, resalta que siempre están cambiando, pero en el último año sí ha notado que aumentaron un poco más de lo común.
Dice que los precios no se han beneficiado del “superpeso”, no han visto reflejado el que la cotización de la moneda mexicana está fuerte, porque aunque la mayoría de estos aparatos son importados, “su costo no ha bajado. Las empresas han mantenido sus precios y no disminuyeron costos”.
Explica que uno de los aparatos más utilizados y buscado por las familias que tienen un enfermo, principalmente, si es un adulto mayor, son las sillas de ruedas que dependiendo la marca y material es el costo, las hay desde 2 90 mil hasta 12 mil pesos. “Este costo tiene que ver con el material”.
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En cambio una cama hospitalaria tiene un costo superior a los 10 mil pesos.
Señala que en su caso se trata de un negocio familiar que ha funcionado por muchos años, “buscamos sobrevivir a la crisis porque pues al no haber mucho circulante la gente compra menos o vienen a cotizar y se van en busca de un costo menor y pues hay cadenas que pueden mejorarlos, pero no siempre con la calidad que tenemos en este establecimiento”, dijo.