Con más de 7 mil 400 especies de plantas, el estado de Veracruz lo tiene todo para crear un verdadero museo de historia natural, expresa el científico estadounidense Samuel Jeffrey Keith Wilkerson. Tras varias décadas de trabajo en el norte del estado, el arqueólogo opina que “la diversidad y enorme variación de flora de Veracruz se debe valorar como lo que es: un verdadero patrimonio”.
“Hay una enorme necesidad de presentar al público este patrimonio. Los museos son educacionales y no tienen que estar estáticos sino dinámicos”, expresó en ceremonia donde recibió el Doctorado Honoris Causa por la Universidad IVES. El estudioso del clima y desastres naturales recordó que en las décadas de los 50 y 60 Veracruz fue el primer estado de la República en tener un museo de historia natural.
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Ubicado en Tampico Alto, expuso que se convirtió en un atractivo que generaba visitas de personas de distintas partes del país. En ese sentido, indicó que el Estado merece un lugar digno para la enorme variación natural que posee. El antropólogo propuso además que se hagan réplicas con fibra de vidrio de las piezas exhibidas en el Museo de Antropología de Xalapa para que sean exhibidas en los lugares donde fueron halladas.
Explicó que esto se haría con fines educativos, turísticos y económicos en beneficio de las comunidades. Además, apunta que la fibra de vidrio es de fácil mantenimiento y costo relativamente bajo. La presencia de estas piezas, apunta, puede generar empleos y ayudar a las a impulsar las economías locales.
El fundador del Instituto para la Ecología Cultural de los Trópicos, con 60 años de trayectoria, expuso también la necesidad de que las universidades compartan centros de estudios de campo para reducir gastos de investigación y poder así generar más proyectos científicos.
Le dieron el Doctor Honoris Causa
Por su aportación al conocimiento del cambio climático y de las culturas originarias de Mesoamérica, el antropólogo y arqueólogo estadounidense Samuel Jeffrey Keith Wilkerson fue investido con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad IVES (Instituto Veracruzano de Educación Superior).
Sin Wilkerson, destacaron en ceremonia protocolaria en el Museo de Antropología de Xalapa, la arqueología revolucionaria del Tajín no sería lo que es en el presente. Carlos Arturo Luna Gómez, rector de la Universidad, celebró lo efectuado en el el norte del estado de Veracruz donde dio luz a información nueva sobre el origen de la civilización en la costa de México.
Asimismo, habló de su labor en la ecología cultural con investigaciones que tienen implicaciones para el impacto del clima sobre la civilización, tanto moderna como antigua. Una de las líneas de su trabajo, apuntó, es el enfoque en la adaptación del hombre al medio ambiente del trópico húmedo a través del tiempo, visto desde una perspectiva multidisciplinaria.
Gracias a Wilkerson, fundador del Instituto para la Ecología Cultural de los Trópicos, se puede entender el legado de nuestros antepasados, enfatizó el rector. “Reconocemos, en nombre de Veracruz y la humanidad, sus aportes a la historia del hombre, la ciencia, la educación, la ecología, arqueología y al ser humano”, dijo para dar paso a un mensaje de Arturo Pascual Soto, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM,
En su intervención el doctor homenajeado dijo que Veracruz es un lugar muy importante para el desarrollo de los estudios de América y se refirió a su diversidad y enorme variación natural. De acuerdo con la semblanza leída al principio del acto protocolario, el estadounidense ha sobresalido mundialmente por su labor en la costera veracruzana, especialmente en la región de El Tajín, Santa Luisa y El Pital.
Su trabajo en esta zona ha permitido producir cronologías de lo acontecido en casi diez mil años, en lo referente a vestigios de animales extintos, esculturas antiguas, evidencias de migraciones ancestrales antes poco consideradas, definiciones de cambios climáticos a través de milenios y bases para analizar el umbral de la civilización. Ha hecho investigaciones de campo y de archivos en al menos diez países y recibido honores y premios especiales por sus estudios tanto en México como en Francia y su país de origen.
En 1999 la National Geographic Society lo seleccionó como ejemplo de la investigación científica a nivel internacional. Sus metas son, por medio de estudios del pasado y del presente, proyectar ciclos de cambio climático, predecir desastres naturales y anticipar reacciones sociales con acciones responsables.
A la entrega del doctorado asistieron directivos del IVES, autoridades de instituciones de educación superior, algunos cronistas del estado y dos exrectores de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara y Raúl Arias Lovillo.