Como muestra del orgullo veracruzano, cientos de bailarines se reunieron en el tercer Jarochódromo. El Pueblo Mágico de Coatepec fue el escenario perfecto para que jarochos de todas las edades bailaran al son del arpa y la jarana.
Las faldas al vuelo, las peinetas con flores, los mandiles y los abanicos usados por las bailarinas causaron admiración, pero más aún provocó alegría la coordinación de los pasos de baile.
Los jarochos luciendo un traje perfecto, calzado pulcro, sombrero y el tradicional paliacate en el cuello animaron a todos los presentes que decidieron acudir a este encuentro de artistas.
Las calles adoquinadas, las fachadas antiguas y la calidez del pueblo coatepecano hicieron de este encuentro un verdadero festejo.
El grupo Tlen Huicani, dirigido por el maestro Alberto de la Rosa, fue el responsable de ambientar el escenario. El sonar de la música iba al par del zapateado de bailarines de todas las edades que se animaron a participar en este tercer encuentro que promete ser cada vez mayor.
Este acto multitudinario, que reunió a 786 bailarines, se pudo admirar desde las banquetas, balcones, restaurantes y cafeterías.
Se tuvo la participación de 37 grupos con bailarines de todas las edades que hicieron visible su amor por la música y tradición veracruzana.
La invitación de las autoridades pedía a los asistentes ir vestidos con alguna insignia de la vestimenta tradicional, por lo que muchos de los visitantes y coatepecanos se pusieron este traje de gala.
Como el evento se realizó en domingo familias completas aprovecharon para realizar alguna actividad en el parque, ingerir algunos alimentos o bien disfrutar de un buen café, producto tradicional de este municipio.