La violencia prevalecerá en distintos escenarios y estratos sociales mientras se fomente en el seno familiar, propiciada por el alcohol, la política, la religión; la violencia no únicamente se da cuando se mata a alguien, sino cuando se domina a otra persona hasta con los ojos, como a veces suelen hacer los papás, aseguró Mario Victoria, criminalista y abogado con una trayectoria de 30 años en la seguridad pública y en la policía judicial.
“Durante los años que he trabajado lo que es la violencia, he advertido que ésta se debe combatir desde el seno familiar; para ello, es necesario transmitir los programas de prevención y que los padres de familia asuman la responsabilidad que tienen; en la familia se origina la violencia y en la familia está la solución de ella también”, dijo.
El especialista manifestó que el nuevo sistema de justicia penal busca que la impartición de justicia sea lo más rápido posible, pero que con ello no se llega a la solución de la violencia que es originada por la delincuencia e insistió en que es necesario erradicarla desde el ámbito familiar, “pero esto no se logrará en tanto haya padres impulsores de delincuentes y personas violentas, porque hay quienes aun viendo que hay conductas antisociales en sus hijos, no les llaman la atención, lo que a fin de cuentas origina a delincuentes y a personas violentas”.
En la actualidad la sociedad se horroriza de los niveles de violencia que hay porque en los hechos delincuenciales hay salvajismo. “Desde hace un tiempo la violencia exhibe cuerpos mutilados o muy golpeados, por eso la sociedad se horroriza y por ello se habla de mucha violencia, aunque los casos que se registren sean en el mismo número de hace muchos años”, dijo.
Reiteró que en la familia pueden existir factores para que uno o más de sus integrantes se inclinen por ejercer violencia en contra de otros. “Hay en la actualidad problemas en la formación de los valores morales, pero ello no les importa a muchos padres de familia, hay papás que protegen y defienden a sus hijos hagan lo que hagan. Ello se advierte muy fácilmente en los hijos de políticos y acaudalados empresarios que se muestran en redes sociales realizando acciones negativas, sin que los padres les digan que lo que hacen no es bueno”, aseguró.
Mario Victoria consideró que la sociedad poco podrá hacer contra la violencia en tanto ésta se siga fomentando en la familia y la misma sociedad sea cómplice de ella. “Cada uno de los integrantes de la sociedad somos cómplices de que se dispare la violencia porque sabiendo, por ejemplo, que tenemos vecinos delincuentes o violentos no los delatamos, preferimos no tener más problemas y por ello nos quedamos callados; finalmente consideramos equivocadamente que no ganamos nada si denunciamos”, afirmó.
En lo que se refiere a feminicidios, manifestó que las protestas y la exigencia de las mujeres por la igualdad y el respeto no es de ahora, sino que a lo largo del tiempo se han creado asociaciones, grupos feministas y de protesta social que han hecho marchas y plantones, pero nada de ello ha ayudado a detener los feminicidios.
“Por desgracia, ninguna de esas acciones ha servido de algo porque vemos que a las mujeres las siguen acosando, violentando, golpeando y matando y esto puede seguir igual o peor en tanto haya hombres que se sigan sintiendo machos y con poder económico o político para dominar a una mujer”, señaló.
Indicó que aunque se han endurecido las leyes contra los feminicidas este tipo de violencia se sigue dando y a final de cuentas es un homicidio. “Con todo respeto para la lucha que han emprendido mujeres, lo único que han logrado hasta ahora es cambiar una h de homicidio por una f de feminicidio, ¿y eso en qué ayuda?”, expresó.
POBREZA NO ES FACTOR DE INSEGURIDAD: INVESTIGADOR
Antes de 1980 y varios años después, las tasas de violencia en México eran tan altas e incluso más que las que se dan en la actualidad; para los ciudadanos este fenómeno no era tan obvio porque la violencia estaba orientada básicamente a las zonas rurales y los medios de comunicación no tenían la oportunidad de reproducir una información de manera rápida, afirmó Víctor Manuel Andrade Guevara, doctor en Historia y Estudios Regionales e investigador de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana.
“A partir de la década de 1990 comienza a darse una curva de descenso significativo en lo que se refiere a violencia que llega a su punto más bajo en 2004 y a partir de ahí inicia otro ciclo de violencia que tiene que ver con los procesos de falta de centralización del poder del Ejecutivo ya que con la transición se pierde fortaleza y los grupos del crimen organizado se diversifican, lo que genera una multiplicación de la violencia propiciada ahora por la demanda de droga de Estados Unidos”, dijo.
Para el investigador, la falta de democracia trajo consigo el incremento de la corrupción y hasta mediados de los años 1980 existía en México lo que se llamaba crimen organizado de Estado “en el que las policías y parte del ejército coordinaban a los grupos del crimen organizado, pero una vez que se da la transición ya no tienen todos los poderes y esto se diversifica y los distintos grupos en lugar de dejar de ser comandados por las instancias estatales comienzan a crear sus propios grupos armados”.
Indicó que el factor familiar no es determinante y que ello se advierte en el hecho de que ser hijo de una familia pobre no quiere decir que se sea delincuente, si eso fuera así entonces los municipios pobres del estado estarían llenos de delincuentes y no es así, en cambio las zonas conurbadas son las que mayores problemas de violencia presentan porque en ellas existe mucho contraste entre los niveles económicos y de alta marginación.
Andrade Guevara manifestó que los nuevos gobiernos federal y estatal en el caso de Veracruz tienen la voluntad de combatir la violencia y la inseguridad, pero tener éxito dependerá de tener un diagnóstico y de la implementación de políticas adecuados y no basar el discurso en el énfasis de la pobreza porque este elemento no es el único factor de la violencia e inseguridad.
“Además, en tanto no tengamos instituciones que impartan justicia adecuadamente la situación no se va a resolver, por ello la creación de la Guardia Nacional no necesariamente será la solución si no va acompañada de otras medidas como son las de detener y sentenciar a los responsables de la inseguridad y de la violencia; si en este país sigue habiendo impunidad esto no se va a resolver así se duplique el número de policías y soldados en las calles”, aseveró.
En lo que se refiere a los feminicidios, expresó que es importante tener muy claro que este fenómeno tiene que ver con el incremento de la violencia en general y que incluso se habla de dos tipos de feminicidios: el feminicidio íntimo y el instrumental.
“El feminicidio íntimo es el perpetrado por la propia pareja o personas cercanas a la víctima y el feminicidio instrumental es el que ejecuta el crimen organizado, el narcotráfico y la trata de personas. Llama la atención que el primero de ellos tiene que ver con la reproducción de una cultura machista que en los últimos años ha tomado énfasis a pesar de los esfuerzos que realizan instituciones estatales por desaparecerla”, comentó.
SITUACIÓN HA LLENADO DE RESENTIMIENTO A FAMILIAS: ARQUIDIÓCESIS
Para la iglesia católica, la situación de violencia que se vive en el país y particularmente en el estado ha llenado de miedo, angustia, temor y resentimiento a las familias; hay quienes han sido heridos y lastimados e incluso familias que han perdido a alguno de sus integrantes o que ha sido violentado de alguna forma, afirmó José Manuel Suazo Reyes, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa.
En una carta pastoral del año 2000, recordó, los obispos analizaron este tema y que hace 18 años llegaron a la conclusión de que la violencia que ya se vivía desde entonces era multifactorial, como lo sigue siendo ahora, y que en ello han intervenido muchos actores y algunas constantes cuya repercusión se hace presente en este momento. “Por ejemplo, el ser humano en general le ha apostado más al tener que al ser y eso le ha llevado a ignorar valores, principios, actitudes, estilos de vida para poder vivir más con comodidades y riquezas, que con principios, con valores morales. La gente le ha dado más importancia al materialismo y al consumismo que a la espiritualidad y ello es lo que nos ha hecho mucho daño a todos”, aseveró.
La situación socioeconómica que se vive también ha determinado que los padres de familia dediquen menos tiempo a sus hijos teniendo como consecuencia un impacto negativo en la forma de ser y vivir de las familias. “Es legítimo buscar el sustento y los bienes básicos que un hogar necesita, pero si a ello agregamos un descuido en las funciones de la paternidad, se abona a la situación que vivimos. Es necesario recuperar lo valioso que es la familia como una escuela básica de valores y de principios; en ella, los padres deben tomar en cuenta que son los primeros y principales educadores de sus hijos y que la televisión, el internet y otros medios de información no pueden ni deben sustituirlos”, manifestó.
José Manuel Suazo Reyes reiteró que el ser y el tener ha llevado a las personas al enfrentamiento porque hay jóvenes, por ejemplo, que quieren tener cosas de una forma más rápida y fácil con lo que renuncian a los principios morales lo que muchas veces los lleva a delinquir. “Por ello, la iglesia habla continuamente de que se debe fortalecer a la familia; el combate contra la inseguridad no es solamente una labor de la autoridad, es una labor que también debe hacerse desde la familia que forma un frente común con varias instituciones”, señaló.
Reiteró que es muy importante cultivar la espiritualidad desde las iglesias porque es en este ámbito donde entra la enseñanza de los valores. Si un padre de familia enseña a sus hijos a orar, pero también a practicar las virtudes que debe tener todo ser humano como la caridad, la ayuda mutua, la solidaridad se va formando a una persona en la espiritualidad, un ser humano que le apueste más al ser que al tener. “La gente debe cultivar la espiritualidad según el credo que profese, es muy importante cuidar este aspecto porque la espiritualidad en la religión es la que lleva a tener una conducta buena y una serie de valores morales, religiosos que impregnan a la familia”, aseveró.
SE TRABAJA PARA DISMINUIR LA VIOLENCIA: COPACA
Desde la Coordinación para la Prevención y Atención a las Conductas Antisociales de la Secretaría de Educación de Veracruz (Copaca) se trabajará con varios programas para disminuir, desde las escuelas de todos los niveles, los índices de violencia que se registran en Veracruz; es un trabajo que hay que hacer con efectividad para dar los resultado que desean el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobernador Cuitláhuac García y el secretario de Educación Zenyazen Escobar García, informó Angélica Huesca Palomino, titular de la Copaca.
El problema de la violencia, de las adicciones y las conductas antisociales tiene su origen en varios factores, por ello no se puede señalar como únicos responsables a los padres de familia o a los docentes; es necesario tomar en cuenta que los niños y jóvenes se desarrollan en una sociedad altamente vulnerable y que muchas situaciones los orillan a vivir situaciones difíciles.
En la Copaca, la intención es prevenir los problemas de las adicciones y para dar buenos resultados necesitamos sensibilizar a los padres de familia para que ellos realicen el trabajo que les corresponde hacer y al mismo tiempo queremos empoderar a los maestros para que ayuden a los niños y jóvenes en caso de detectar casos de violencia. “La violencia en las escuelas se da generalmente con el bullying, fenómeno que ha existido siempre, pero al que ahora se le ha puesto mayor atención; por el bullying se ha detectado que muchos niños de educación preescolar, por ejemplo, manifiestan violencia en las escuelas porque es lo que viven en sus casas, esa violencia la reproducen con sus compañeros y por ello es necesario trabajar con los padres de familia y maestros para disminuir esta situación”, dijo la funcionaria.
Refrió que para contrarrestar la violencia que se da en la sociedad actual, la Copaca tiene en puerta implementar un programa de pláticas con la finalidad de que los docentes puedan prevenir las formas de violencia entre los niños y jóvenes y ellos puedan saber qué hacer en situaciones de acoso, de secuestro, entre otros casos.
“Para nosotros es muy importante la comunicación, la capacitación y tener a los especialistas indicados para saber qué hacer en, por ejemplo, una balacera; estamos convencidos de que el maestro debe saber qué hacer para impedir o contrarrestar un acto violento porque muchas veces en lugar de tranquilizar a los niños y jóvenes los alteramos más por no saber qué hacer en un caso de emergencia”, señaló.
Angélica Huesca Palomino manifestó que en la Copaca se elaboran proyectos para tratar de disminuir, desde las escuelas, los tipos de violencia que existen y que para ello se retoman también los logros de administraciones anteriores. “La sociedad cambia constantemente y ello nos obliga a estar a la vanguardia en estos temas; por lo pronto, lo que queremos es llegar al máximo de escuelas que se pueda para saber qué es lo que sucede en ellas en lo que se refiere a tipos de violencia.