Como una “pesadilla” calificó Ara Varsovia Hernández Eslava, integrante del Centro de Estudios e Investigaciones en Conocimiento y Aprendizaje Humano (CEICAH) de la Universidad Veracruzana (UV) los hechos de violencia de género, violencia psicológica y actos que ha vivido al interior de la institución y que han lastimado su dignidad y ofendido su fama pública.
A través de un mensaje público expuso que, tras haber sido juzgada por un grupo de hombres que la acusan de diversas faltas “sin prueba alguna”, es probable que sea removida de su cargo como coordinadora aunque advirtió que la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara tiene la última palabra. “Probablemente seré removida de mi cargo como Coordinadora, pero, si es el caso, me iré con mi dignidad en alto y con la tranquilidad de no haber cometido ninguna falta. Les agradezco su apoyo”, dijo.
La investigadora universitaria expuso que la experiencia al interior de la UV ha sido para ella un despertar respecto de todo lo que falta avanzar para que las mujeres puedan vivir en una cultura libre de violencia. Y es que, denunció que aunque se podría pensar que en instituciones universitarias estas cosas no pasan, los ataques en su contra la han hecho descubrir que las universidades son de las instituciones más conservadoras, y que su estructura interna puede permitir la mayor impunidad.
Hernández Eslava detalló en el texto compartido en sus redes sociales que el pasado 6 de julio se llevó a cabo una sesión que tenía como fin removerla de su cargo de Coordinadora de Centro de Investigaciones. Explicó que el Tribunal de Honor y Justicia estaba integrado por un grupo de hombres que la acusan de diversas faltas y que su desarrollo estuvo plagado de irregularidades, ya que incluso se le negó a la observadora de la Unidad de Género de la UV estar presente.
Tampoco pudieron asistir, detalló, la observadora del Instituto Veracruzano de las Mujeres ni a las observadoras de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, ya que tuvieron que dejar la sala ante la insistencia de este grupo de académicos, y el aval de las autoridades de la Universidad.
“Para ellos, de acuerdo con lo que dijeron, la Junta Académica de una universidad está por encima de leyes estatales. Después de más de dos horas de estar en reunión, siendo juzgada por 7 hombres, sin ninguna otra mujer presente en la sala y en la que tuvieron el descaro de decir que no necesitaban de pruebas de nada de lo que me acusaban, que su dicho era suficiente, terminó la sesión”, lamentó.
Finalmente, la investigadora recordó que la Unidad de Género de la UV previamente había solicitado medidas de protección a su persona, entre estas, el no exponerse a este grupo y que la Defensoría de los Derechos Universitarios acreditó actos constitutivos de violencia de género, violencia psicológica y actos que lastiman su dignidad y ofenden su fama pública. “Todo lo que importó fue que un grupo de hombres se pusiera de acuerdo para juzgar y sancionar”, concluyó.
La investigadora ha recibido el apoyo de cientos de integrantes de la comunidad de la Universidad Veracruzana quienes incluso iniciaron a través de la plataforma change.org una petición a la rectora de la UV para que no permita que continúen actos de violencia de género en contra de Hernández Eslava.