Xalapa, Ver.- “La gente en México es incrédula, piensa que tiene un gen diferente al resto de los seres humanos que no permitirá ningún tipo de contagio y están muy equivocados”, asegura Jorge Jácome Martínez, xalapeño radicado en España y añade: “Este virus no respeta fronteras, edad, sexo ni clase social, simplemente arrasa por donde pasa, dejando muerte y tragedia”.
El xalapeño, quien desde hace 18 años trabaja en Gran Canaria, está viviendo el futuro de la pandemia y ve con preocupación que la gente en su país natal no entienda la gravedad del Covid-19 y que no haya aprendido de los “errores” de países como Italia y el propio España.
Con casi un mes de diferencia en la llegada del virus —España tuvo el primer caso el 31 de enero y México el 27 de febrero— los habitantes del país europeo se encuentran bajo un estado de “Alarma Sanitaria” en el que tienen prohibido salir de sus casas y se han cerrado todos los negocios con excepción de las gasolineras, farmacias, supermercados, comisaría de policía, juzgados y los centros especializados para la atención de casos de violencia de género.
Por ello, reconoce el xalapeño, es que le causa tanta angustia que sus compatriotas no entiendan que éste es el momento de quedarse en casa o, peor aún, que lo entiendan, pero se vean obligados a salir porque no se quieren quedar sin comer.
He hablado directamente con gente mexicana y muchos dicen que no se lo creen, que es algo inventado, que no va a pasar nada, pero en el fondo sé que tienen miedo. Miedo porque saben que si la bola de nieve sigue rodando, se va a hacer gigante y que se verán desprotegidos
PAÍSES NO ESTÁN PREPARADOS
Con toda su familia en Xalapa, el contacto que Jorge tiene con la capital del estado es diaria. Asegura que desde que comenzó la emergencia en España ha incrementado las llamadas y comunicación con sus seres queridos a fin de darles recomendaciones para evitar contagiarse. Sin embargo, la comunicación con amigos y familiares, así como la lectura de medios de comunicación digitales le han dejado claro que en México la gente no se está tomando la emergencia de la manera que se debería. “Me preocupa sobremanera el cómo se está gestionando desde más arriba todo esto y cómo se están preparando los ciudadanos ante todo lo que se avecina”.
Reconoce que uno de los puntos a considerar en la emergencia es que en México hay un gran sector de la población que trabaja por su cuenta, que no cotiza a la seguridad social, que trabaja sin contrato y que vive al día, por lo que va a ser muy complicado que acepte dejar de salir a la calle, ya que de esto depende el sustento propio y de sus familias. Ante este escenario, explica, será fundamental la respuesta que tenga el gobierno a través de acciones económicas y apoyos para los más vulnerables. “Familias desestructuradas y/o numerosas que corren el peligro de quedarse excluidas ante esta pandemia. No lo quiero ni pensar. Es aquí donde el presidente va a demostrar que no va a dejar solo a ningún mexicano ni mexicana”, precisó.
En materia de salud, el xalapeño se cuestiona si el sistema mexicano podrá hacerle frente a lo que viene y es que, apunta, los respiradores son vitales durante el tratamiento y en España las mascarillas ya se han agotado y la compra de estos insumos a China ha significado un gasto de alrededor de 432 millones de euros.
CUARENTENA OBLIGATORIA
Desde el pasado 14 de marzo, España decretó la cuarentena y solo unas cuantas personas tenían permitido salir a la calle. Quienes se veían en la obligación de ir a trabajar deben llevar consigo un justificante expedido por la empresa para evitar ser detenidos.
Jorge, quien trabaja en la recepción de un hotel, explica que él fue una de las personas que continuó yendo a trabajar unos días más hasta que los pocos huéspedes que quedaban se fueron. Y es que, ante la emergencia sanitaria se vieron en la necesidad de cancelar todas las reservas que tenían a partir de la segunda quincena de marzo y todas las de abril. “Era una locura, ya que la gente tenía planeadas sus vacaciones y se resistían a cancelar, hasta que algo los iluminó y todos cancelaron”.
Desde entonces ha permanecido confinado en su departamento ubicado en Maspalomas, Gran Canaria, solo sale de ahí a realizar la compra de despensa bajo condiciones como el no ir más de una persona dentro de un coche y no usar la bicicleta, monopatínes y similares. En el súper se les permite el acceso de forma controlada, en grupos de 3 personas, se le provee de guantes de látex y hay personal que se encarga de limpiar los carritos de la compra.
Entramos en grupos pequeños para que no haya aglomeración dentro, los consumidores y la gente que trabaja ahí debemos mantener una distancia mínima de un metro mientras compramos. Está prohibido comprar solamente alcohol, ya que no es algo de primera necesidad y está permitido ir a la farmacia, especialmente para personas que tienen una medicación de por vida o para lo que están en este momento bajo un tratamiento
Con casos nuevos y muertes que se anuncian cada día, los españoles se han tomado en serio el tema del Covid-19 y permanecen recluidos en sus casas de manera voluntaria para que el virus no se expanda, sin embargo, el entrevistado apunta que los cuerpos de seguridad están en la calle para garantizar que se respete la orden del gobierno de no salir.
Como en todos sitios siempre hay un descerebrado que no sigue a rajatabla las indicaciones de la policía y del ministro de sanidad, pero acá tenemos a la policía local, policía nacional, mossos d'esquadra y guardia civil para hacer respetar la cuarentena aplicando sus respectivas multas o penas de cárcel dependiendo la gravedad
Aun con las medidas implementadas la situación de España sigue siendo complicada y en unos días pasó de ser el cuarto país con casos de contagio a ser el segundo país, rebasando incluso a China en número de muertes. “Las cifras exactas son: 57 mil 786 casos y 4 mil 365 personas fallecidas. Es una verdadera catástrofe”, precisó.
COMPRAS DE PÁNICO YA SE CONTROLARON
Sobre la forma en la que los españoles reaccionaron ante la pandemia, Jácome Martínez explica que al darse a conocer la noticia del primer infectado en el país —un turista alemán que vacacionada en una de las islas canarias— la sociedad entera entró en pánico y se comenzó a esparcir el rumor de que los supermercados se quedarían sin abasto, por lo que había que comprar grandes cantidades. Igual que sucedió en México, los anaqueles de alcohol, líquidos desinfectantes, papel higiénico y alimentos no perecederos fueron vaciados, mientras que en las noticias el número de víctimas se actualizaba cada 24 horas. “Todo eso se dio más en las grandes ciudades, la gente se empezó a volver loca”.
Sin embargo, precisa que el gobierno se encargó de desmentir todos los rumores acerca del abasto en supermercados y de garantizar que estos lugares nunca se quedarían sin mercancía. Ahora, al final del día se pueden seguir observando algunas estanterías vacías, pero durante la noche los empleados se encargan de reponer para que al día siguiente se pueda disponer de todo. “Lo tuvo que hacer en toda España, ya que podíamos ver imágenes en la televisión de personas esperando en la entrada de los supermercados a primera hora de la mañana que entraban corriendo cual Black Friday destrozándolo todo”, señaló.
El xalapeño apunta que otro caso preocupante de la cuarentena es el incremento de mujeres que han sido víctimas de maltrato por parte de su pareja, ya que el encierro las obliga a permanecer más tiempo con su agresor. Ante esto, señala, se mantiene abierto el número de emergencia para estos casos, sin embargo, en lo que va de la cuarentena se han dado a conocer de dos feminicidios en los que el culpable era la pareja de la víctima. “Lo sé, es espeluznante”.