La cuesta de enero ha impactado en la actividad de la Central de Abastos de Xalapa que desde el inicio de este año ha registrado menor afluencia. Esto ha significado dificultades económicas para las y los locatarios que reconocen que, entre la crisis y el aumento en los precios de algunos productos, las ventas “andan por los suelos”.
“Desde diciembre ha estado muy tranquilo, ahorita se puede ver que alrededor de la Central casi no hay gente y pues eso impacta para nosotros en las ventas”, asegura Erick Gómez, encargado del negocio “Frutas y Verduras Karem”.
Explica que, en estos primeros días del año, ha disminuido en más de un 50 por ciento el movimiento de clientes y que los que llegan, lo hacen con el bolsillo afectado por la crisis económica. Señala que los mayores incrementos los han sufrido el limón, el aguacate y la cebolla, en tanto productos como el jitomate bajó de precio, esto a comparación con el año pasado que tuvo una subida importante.
“La gente por ejemplo ahorita no compra limón porque no quieren pagar 40 pesos por un kilo cuando a veces cuesta hasta 5 pesos (…) es mucha la diferencia y eso se nota en las ventas”.
El locatario reconoce que la crisis no sólo ha pegado a las amas de casa sino también a tenderos y encargados de restaurantes que acuden a hacer sus compras a este sitio. Detalla que el número de rejas que se llevan es mucho menor y que incluso, han comenzado a echar mano de productos de menor calidad que antes.
“A ellos les bajan las ventas y pues evidentemente vienen y compran menos, esto es una cadena en la que todos nos vemos afectados (…) los que vienen a surtirse para restaurantes, por ejemplo, buscan productos de menor precio, de los que llamamos ‘de segunda’ que son buenos, pero más económicos para que les pueda salir”. Con las ventas a la mitad, una de las acciones que han tenido que llevar a cabo los locatarios es reducir las jornadas laborales de sus empleados e incluso, recortar a algunos a fin de poder seguir operando. “Les hemos dicho que nos aguanten, que vengan menos días y los vamos intercalando porque no nos conviene tenerlos aquí a todos sin ventas”
LIMÓN SIGUE CARO
El aumento ha impactado de manera negativa a distribuidores de este producto quienes vieron sus ventas caer estrepitosamente. José, locatario de la Central de Abastos de Xalapa dio a conocer que el alza en el precio hizo que la gente dejara de comprar este producto, aunque se trata de un básico para las familias veracruzanas. Detalla que la arpilla de limón, que tiene en promedio 25 kilos, pasó de costar 100 pesos a costar 600 pesos. Esto implica que el kilo aumentó de 4 a 24 pesos.
El locatario reconoce que la opción para muchas personas ha sido buscar limón de menor calidad que tiene un mejor precio o comprar en menor cantidad. “Si se asustan por el precio y hay quienes de plano mejor ni lo compran, aunque para muchas personas es fundamental tenerlo”. Por su parte, Juan Manuel González reconoce que, en su caso, la venta de limones ha aumentado a raíz del incremento de precio. Y es que, debido a que otros locatarios dejaron de venderlo, la gente que llega a la central en busca de limones hace sus compras en su negocio. “Lo tenemos a 40 pesos pero si hay entonces la gente que no encuentra en otros lados pues viene aquí y se vende mejor”.