En los últimos años, la relación entre automovilistas y peatones en Xalapa se ha vuelto más armónica, a juzgar por las cifras oficiales que reportan menos atropellamientos y defunciones en las calles de la ciudad. Sin embargo, las acciones incorrectas en las calles por parte de unos y otros se mantienen.
Aunque la mayoría de los ciudadanos utiliza los pasos peatonales, puentes y semáforos para cruzar las calles, aún es común observar a personas que lo hacen entre los coches, en arterias de alta velocidad o en medio de las calles, poniendo en riesgo su vida.
MENOS ATROPELLADOS, MÁS CULTURA VIAL
La gente está aprendiendo a circular de manera más armónica, ya sea como peatón o como conductor y están entendiendo que se deben compartir los espacios. Pero el que haya avances no quiere decir que todo esté bien, aún hay que trabajar mucho para lograr que las vialidades sean de todos Pedro Múzquiz Peña, secretario técnico del Consejo Estatal para la Prevención de los Accidentes
Destacó que el 2018 ha sido un año con muy baja incidencia de atropellamientos, lesiones y defunciones, lo que deja en manifiesto una mejor cultura vial tanto de peatones como de automovilistas. Detalló que hace 10 años en Xalapa se registraban al menos 15 defunciones por atropellamientos, cifra que ha descendido de manera gradual al grado de que este año sólo dos personas han muerto por atropellamiento de vehículos en la capital del estado.
Aclaró que el canal endémico en los últimos años es de siete a ocho casos de este tipo y puntualizó que aunque el número de muertos por atropellamientos en vialidades de la ciudad han sido cuatro, dos de ellos fueron acciones suicidas de los fallecidos. “De tal manera que nos quedamos con uno que sí fue accidental. Los que se aventaron fueron un hombre cerca del hotel Leo y un joven en Las Trancas, mientras que en el accidente perdió la vida una señora de 56 años en el cruce de Lázaro Cárdenas y la calle de Araucarias, a 10 metros del crucero semaforizado”, dijo.
Otro caso fue días después, cuando un hombre murió por atropellamiento también en la avenida Lázaro Cárdenas.
El funcionario estatal dio a conocer que justo esta vía Lázaro Cárdenas —incluyendo la zona de Las Trancas y hasta el bulevar Xalapa Banderilla— es la vialidad en la que más personas mueren por atropellamientos debido a la gran velocidad a la que van los vehículos. Añadió que existen otros focos rojos en Xalapa por atropellados, como las avenidas Ébano y Arco Sur; sin embargo, en éstas los accidentes no son mortales. “En un accidente de este tipo por lo regular hay dos actores, un peatón imprudente que toma malas decisiones y el otro es un conductor que va a exceso de velocidad, lo que impide que haga una maniobra exitosa o hasta heroica para eludir el atropellamiento. Pero por lo general siempre hay imprudencias de uno o ambos actores”, dijo.
CRUCES INSEGUROS
Cruzar la avenida 20 de Noviembre, justo a la altura de la Central de Autobuses de Xalapa (Caxa), se ha convertido en toda una hazaña para cientos de personas de todas las edades que diariamente circulan por ahí. La programación de los semáforos, la cantidad de vehículos y la vuelta continua a la derecha ocasiona que no haya tiempo suficiente para cruzar la avenida, por lo que diariamente se puede observar a personas corriendo —muchas de ellas con maletas o equipaje— para llegar al otro lado.
“Esta calle es muy difícil de cruzar y a pesar de que es sumamente transitada nadie ha hecho nada por regular la vialidad. No importa la hora, siempre hay camiones y coches circulando además de que algunos van a exceso de velocidad y si a eso le sumas los taxis que están estacionados es prácticamente imposible cruzar”, asegura Juan David Pérez Soto, originario de Veracruz pero acude a la capital al menos tres veces a la semana en autobús.
El profesionista indicó que se trata no sólo de una vialidad importante para los xalapeños sino también uno de los principales puntos que observan los turistas que llegan a Xalapa, por lo que es necesario que se establezcan zonas de cruce seguro o, en su caso, colocar un paso a desnivel o topes que obliguen a los automóviles a hacer alto total para el paso de peatones.
A unos metros de ahí, en el cruce de las avenidas 20 de Noviembre, Araucarias y Lázaro Cárdenas también existen cruces complicados para los peatones debido a la sincronización de los semáforos y a la velocidad de los vehículos.
En este punto hay al menos ocho cruces en los que diariamente se puede observar a peatones corriendo para cruzar o algunos esperando por varios minutos que no vengan autos para poder pasar con tranquilidad. Pese a que existe señalizaciones, semáforos e incluso leyendas de “El peatón es primero” la gran velocidad a la que viajan los vehículos y la poca visibilidad en varios cruces hacen que sea muy complicado.
“Hay mucha gente que pasa a diario y ya le sabe pero la gran mayoría de la gente batalla mucho, sobre todo ahí frente al Infonavit o frente a la plaza porque ahí siempre hay coches pasando de Araucarias, los que se integran de 20 (de Noviembre) o los que tienen pase de Lázaro Cárdenas”Mario, vendedor ambulante de esta zona, quien añadió que los adultos mayores y personas con niños son quienes más sufren en este punto para cruzar.
“Muchas veces hay que aventarse para pasar y no todos tienen la agilidad de correr”, añadió.
POR PRISA, FLOJERA O DIFICULTAD NO USAN LOS PUENTES
En la avenida Ruiz Cortines, justo frente al Centro de Alta Especialidad "Dr. Rafael Lucio" un grupo de cerca de 10 personas esperan en el camellón que no pasen carros para cruzar la calle, entre ellos hay niños y personas de la tercera edad. En la primera oportunidad pasan de prisa de una a otra acera y continúan sus actividades diarias. Esto ocurre a escasos metros de un puente peatonal y se repite cientos de veces al día.
Son diversos los factores que ocasionan que una persona no utilice los puentes peatonales para cruzar la calle desde la dificultad para hacerlo —en el caso de personas mayores, discapacitados, enfermos o con carriolas— hasta la prisa.
"Yo voy aquí enfrente y la verdad es que tendría que caminar el doble y todavía subir las escaleras si uso el puente", asegura una comerciante que cruza de un lado a otro de la calle varias veces al día.
Al igual que en esta zona, son decenas los cruces en los que los peatones prefieren cruzar la calle antes que utilizar los puentes peatonales. Tan sólo en la avenida Lázaro Cárdenas hay 15 puentes ubicados desde la Secretaría de Finanzas y Planeación hasta Las Trancas, sin embargo, es común observar a las personas que atraviesan la vialidad corriendo incluso a metros del puente.
En muchas ocasiones, el mal estado de los puentes, lo oscuro de ellos o lo alejados que se encuentran son un motivo para que la gente no los utilice.
ZONA DE PACIFICACIÓN DEL TRÁNSITO, AÚN EN ENTRENAMIENTO
Tras la reparación de la avenida Zaragoza, en el centro de la ciudad, en esta calle fue implementado un programa de “pacificación para el tránsito” denominado Zona 30, en donde la velocidad máxima para los vehículos motorizados es de 30 kilómetros por hora y, a decir de la autoridad, "se promueve un uso equitativo y eficiente de la calle, priorizando la movilidad del peatón".
Desde hace varios meses los peatones que necesiten cruzar la calle tienen que levantar la mano para que los automovilistas atiendan la señal y hagan alto total, sin embargo, a más de un año de haberse instaurado aún son pocos los peatones que utilizan esta medida.
Durante un recorrido por esta calle, se puede observar que la ciudadanía duda en utilizar esta señal y que la mayoría de las veces prefiere caminar a los cruces peatonales, esperar el paso de los agentes de tránsito —cuando los hay— o incluso pasar “toreando” los vehículos pero pocos levantan la mano para pedir el paso.
Los pocos que utilizan esta forma de señalamiento aseguran que se trata de una medida benéfica que se debería usar en la mayoría de los cruces de la ciudad aunque reconocen que sí es un poco arriesgado ya que muchos automovilistas desconocen este proceso o no lo obedecen.
“Yo sí lo uso pero me he dado cuenta que mucha gente no tiene confianza y es en parte porque hay muchos coches que por más que les levantes la mano y les hagas señas de que vas a cruzar siguen de largo y no se paran”, indicó Maribel Santiago Díaz, universitaria xalapeña.