Xalapa, Ver.- El olor de la flor de cempasúchil, las calaveritas de azúcar, el papel picado, el pan, el chocolate y las velas forman parte de la tradición del Día de Muertos que está próxima a realizarse.

Este festejo mexicano une a las familias que recuerdan a quienes se amaron en vida, aquellos que se adelantaron en el camino o a quienes fueron víctimas de la delincuencia, pero también es la oportunidad que los comerciantes tienen para poder elevar sus ventas.

Para este año la cosecha de la flor de cempasúchil no ha sido buena, en algunas partes por la falta de lluvia y, en otras, por el exceso de la misma, por lo que se prevé un incremento en su costo que, hasta ahora, se desconoce de cuánto será.

Esta flor ya tiene presencia en las florerías cercanas a los panteones y en los mercados de la capital veracruzana, donde se ofrece a 30 o 35 pesos el “rollito”.

Los puestos de los mercados, espacios por tradición visitados por cientos de personas cada día, lucen con amplio colorido, mismo que anuncia la llegada de este festejo.

Ahí se tiene amplia variedad de dulces tradicionales, pero también se cuenta con variedad de adornos para los altares.

Los panteones, que son parte fundamental de este festejo, también se encuentran listos para recibir a los cientos de visitantes que recibirán desde el 31 de octubre hasta el 2 de noviembre.

De acuerdo con la académica de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), Alicia Luján Delgadillo, la tradición del Día de Muertos es una de las más representativas e importantes del país.

Ello porque se caracteriza por la danza, música, flores y vinos que se usan para todo aquel que quiera llegar a reposar al Mictlán lleve una ofrenda.

Las flores, comida, danza, música que se ponen en el altar son para que Mictlantecutli, que es el dios del reino de la muerte, los trate bien

Este festejo, según las evidencias históricas, existe desde 2 mil 200 años antes de Cristo.

En Mesoamérica los grupos que vivieron en el centro de México, Costa del Golfo, región de Oaxaca y Península Maya, en todos ellos hubo un culto a sus muertos.

Aunque en México se tenía esta tradición sobre el descanso de los muertos por la forma en que morían, en 1521 con la llegada de los españoles, esta tradición fue cambiada por la forma en que se comportan en la vida. Conforme a la religión judeo-cristiana si haces algo bueno te vas al cielo y en caso de actúes de forma “mala” llegas al infierno.

Esta tradición del Día de Muertos tiene un mayor arraigo al norte de Veracruz, pero también en el centro del estado y en el sur de la entidad se desarrolla esta festividad.