Con el objetivo de abatir la delincuencia organizada, el gobierno mexicano ha incorporado nuevas tecnologías de información y comunicación en sus planes de inteligencia con la adquisición de aeronaves pilotadas a distancia, comúnmente llamados drones, a través de los cuales resguarda instalaciones estratégicas del país, plataformas petroleras, presas, hidroeléctricas, termoeléctricas y las fronteras Norte y Sur.
En el mar, dichos aparatos sirven para la detención y seguimiento de embarcaciones dedicadas al trasiego de droga, la pesca ilícita de Totoaba y el monitoreo de la vaquita marina especie en peligro de extinción en el Golfo de California.
A través de una solicitud de acceso a la información, las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional, informaron que cuentan con seis aeronaves no tripuladas, cuatro de ellas adquiridas en Estados Unidos e Israel, y el resto construidas en nuestro país por ingenieros mexicanos, y debido a la eficiencia en la vigilancia, bajo costo, flexibilidad en su empleo, movilidad y sigilo, se proyecta la construcción de tres aparatos más.
En julio de 2008, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) firmó un contrato de 25 millones de dólares con la empresa israelí, Elbit Systems por la compra de un UAS Hermes 450 y tres mini UAS Skylark I.
El Hermes 450, de tamaño mediano, tiene un alcance de 200 kilómetros y 18 horas de autonomía, mientras que el Skylark I, que se lanza con la mano, tiene un alcance de 15 kilómetros y tres horas de vuelo.
La Defensa Nacional también cuenta con el Baalam S-45 que en lengua maya significa jaguar y es una nave indetectable para los trabajos de inteligencia y vigilancia, así como en la búsqueda de personas en caso de desastres naturales.
CUSTODIAN AGUAS NACIONALES
Por su parte, la Secretaría de Marina señala que cuenta con el sistema “Arcturus T-20” integrado por tres aeronaves adquiridos en Estados Unidos por tres millones 207 mil 610.40 dólares.
Refiere que actualmente está en desarrollo en el Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico de la Armada de México, tres aeronaves más con un costo total de 2 millones 805 mil 576 pesos.
Los prototipos estarán equipados por cámaras de vigilancia diurna e infrarroja, piloto automático y sensores de clima.