Muy pronto, los próximos días 10 y 11 de noviembre se celebrará la 25 cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Nosotros apreciamos mucho el que la cumbre APEC ofrezca a todos sus participantes amplias oportunidades para una comunicación de interés y concertación de posturas acerca de los más diversos asuntos económicos, sociales, ecológicos y humanitarios. Nuestros países tienden a cooperar con base en los principios de consenso y voluntariedad, respeto mutuo y la disposición a hacer compromisos sin reparar en la coyuntura política. Precisamente en eso se manifiesta el espíritu único de la asociación de la APEC.
Como la potencia eurasiática más grande y con vastos territorios en el Oriente lejano, que poseen un potencial considerable, Rusia está interesada en que la región de Asia-Pacífico tenga un futuro exitoso para asegurar un crecimiento sostenido universal en la totalidad de su espacio. La herramienta clave parta resolver esta tarea es, a nuestro juicio, una eficaz integración económica con base en la apertura y beneficio mutuo, las reglas universales de la Organización Mundial de Comercio.
Apoyamos la idea de formar el área de libre comercio de Asía-Pacífico. Vemos que ésta presenta un interés práctico, una oportunidad de fortalecer las posturas en los pujantes mercados de Asia-Pacífico. Quiero anotar que durante los últimos cinco años la parte que acaparan las economías de la APEC en el comercio exterior de Rusia se ha incrementado de 23 a 31%, y en las exportaciones de 17 a 24%, y no vamos a parar con lo que hemos logrado.
Sin duda, el gran proyecto de crear el área de libre comercio de la APEC debe implementarse teniendo en cuenta la experiencia de las agrupaciones integracionistas clave de Asia-Pacífico y Eurasia, incluyendo la Unión Económica Eurasiática (UEEA) en la que Rusia coopera con Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguisia. Nuestra unión se está desarrollando con dinamismo y estamos dispuestos a construir relaciones con todos los países y agrupaciones interesados. Vietnam, que recibe el foro actual, es el primer Estado que ha concluido un acuerdo sobre el área de libre comercio con la UEEA. Como resultado, nuestro comercio ha crecido notablemente y se ha hecho más diversificado. Hace poco finalizaron las negociaciones sobre el acuerdo de la cooperación comercial-económica con China. Se iniciaron las conversaciones con Singapur. Estamos examinando la posibilidad de pactar un convenio de libre comercio con la ASEAN.
Desde luego, quiero destacar por separado nuestra idea de crear la Gran Asociación Eurasiática. Propusimos formarla con base en la Unión Económica Eurasiática y la iniciativa China. “Una franja, una ruta”. Voy a subrayar que es un proyecto flexible, moderno y abierto para que se incorporen otros participantes.
El fundamento de una integración eficaz lo debe ser un desarrollo integral de las infraestructuras, incluyendo las de transportes, telecomunicaciones y energética. Hoy Rusia moderniza de manera activa los puertos marítimos y aéreos en el Oriente Lejano, desarrolla rutas ferroviarias transcontinentales, construye nuevos gasoductos y oleoductos. Nuestra intención es llevar a cabo proyectos infraestructurales bilaterales y multilaterales que unan nuestras economías y mercados. Me refiero entre otras cosas al “superanillo” energético que une Rusia, China, Japón y la República de Corea o el tránsito de transportes entre Sajalín y Hokkaido.
Prestamos una atención especial a la integración de los territorios de Siberia y el Oriente lejano en el sistema de los vínculos económicos de Asia-Pacífico. Ese trabajo incluye todo un conjunto de medidas para incrementar la atractividad inversionista de nuestras provincias, insertar las empresas rusas en las cadenas de producción internacionales.
Para Rusia, el desarrollo de Oriente lejano es una prioridad nacional del siglo XXI. Se trata de crear en esa región “territorios de crecimiento”, explorar las riquezas naturales a gran escala y apoyar los avanzados sectores punteros. También las inversiones en capital humano, la educación y la salud pública, para establecer centros de investigación y desarrollo concretos.
Esperamos que los socios extranjeros, sobre todo los de las economías de la APEC, se sumen activamente a la implementación de esos programas y proyectos. Pues los participantes foráneos del Foro Económico Oriental que se celebra anualmente en Vladivostok ya han podido convencerse de lo perspectivo y real de nuestros planes.
Igual de seria es nuestra actitud para involucrar a la pequeña y mediana empresa en los procesos de integración económica en el marco de la APEC, apoyar las emprendedoras, así como las empresas emergentes juveniles. Y por supuesto conferimos una importancia especial al fortalecimiento de los lazos humanitarios, ampliación de los contactos en materia de ciencia y educación. Y en adelante, a la formación de un espacio educativo común de Asia-Pacífico, uno de cuyos centros podría ser la Universidad Federal del Oriente lejano.
Consideramos que la tarea más importante que está al unísono con nuestra época dinámica es establecer una cooperación eficaz para apoyar las innovaciones. En este sentido Rusia ha propuesto una serie de iniciativas substanciales. Me refiero a la unificación de las reglas de la economía y el comercio digitales, armonización de los estándares técnicos nacionales, concertación de las estrategias para formar mercados de altas tecnologías, desarrollar un conjunto de nociones único para el espacio digital. Además, enseñamos a nuestros socios nuestros proyectos en materia de prestación de servicios electrónicos a la población. También proponemos iniciar en el marco de la APEC consultas sobre la seguridad informática internacional, protección de programas logísticos.
Otro desafío que requiere una respuesta conjunta por parte de todos los socios de Asia-Pacífico es prevenir y eliminar los efectos de desastres naturales y tecnológicos, epidemias y pandemias. Y por supuesto hace falta ocuparse mancomunadamente de la seguridad alimentaria. Pensar en cómo asegurar la creciente demanda de unos alimentos sanos y de calidad que existe en la región. Rusia lidera en el mundo en cuanto a las exportaciones de trigo, aceites vegetales, pescado y otros artículos. Esperamos llegar a ser el principal suministrador de alimentos orgánicos para nuestros socios en Asia-Pacífico y con ese objetivo tomamos medidas para incrementar la producción agrícola, elevar su rendimiento.
Nuestro objetivo es una comunicación de interés de todos los asuntos mencionados en el transcurso la próxima cumbre en Da Nang. Estoy convencido de que juntos resolveremos decentemente las tareas de asegurar un crecimiento sostenido, equilibrado y armónico de nuestra región común, lograremos que prospere. Rusia está dispuesta para este trabajo conjunto.