La confusión causada por el misterioso y cuidadoso traslado de Emilio Lozoya Austin a un hospital de la Ciudad de México, tras su llegada a nuestro país, llegó hasta el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad.
En punto de las 00:43 horas, el vuelo del exdirector de Pemex arribó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México proveniente de Madrid, España al tiempo que decenas de periodistas aguardaban al exterior del Hangar de la Fiscalía General de la República (FGR).
Emilio Lozoya será "testigo colaborador" de la FGR
Pasaron tres horas. A las 03:58, un convoy compuesto por siete camionetas, un automóvil y dos motocicletas, todos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la FGR, abandonó la terminal aérea mientras los medios de comunicación siguieron la ruta del traslado que llegó, 24 minutos después, a las inmediaciones del Reclusorio Norte.
A pesar de que los protocolos marcan que una vez que un detenido por delitos federales va a ser presentado ante un juez de control, es ingresado por la entrada principal del Centro de Justicia Penal Federal y no por la aduana del penal, el convoy que salió del aeropuerto hizo lo contrario.
Sumado a esto, de forma inusual se permitió que la camioneta blanca de la AIC que trasladaba, entre otros, a un hombre con la cabeza agachada y que portaba chaleco antibalas, gorra negra y cubrebocas, fuera rodeada por fotógrafos, camarógrafos y reporteros. Así permaneció por casi 20 minutos hasta que a las 4:42 pudo por fin ingresar al estacionamiento del reclusorio. Momentos más tarde las medidas de seguridad se relajaron.
Dieron las 6 de la mañana y la vocería del Consejo de la Judicatura Federal habilitó el chat de WhatsApp en el que se darían a conocer los detalles en tiempo real de la audiencia inicial de Emilio Lozoya, esto debido a que no se permitiría el ingreso de público y prensa ante la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19. Una hora después, en punto de las 7:01 am, la FGR emitió un comunicado para informar el traslado de Lozoya a un hospital, donde permanecerá en calidad de detenido bajo estricta vigilancia policiaca. Nunca pisó el Reclusorio Norte.
ANEMIA
Lo anterior luego de que un perito médico de la Fiscalía realizó la revisión física y médica del exdirector de Pemex y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago, así como una debilidad general en su salud, por lo que propuso internarlo en un nosocomio.
Y es que la familia del exfuncionario del gobierno de Enrique Peña Nieto solicitó, y se le autorizó, que un médico particular hiciera también una revisión, en la que se hallaron los mismos síntomas.
Ante está situación, la FGR comunicó los pormenores sobre el estado de salud de Lozoya a los jueces que llevan los dos casos que se revisan sobre su actuación al frente de Pemex, quedando en espera de su determinación sobre las fechas para las audiencias correspondientes.
Casi al mismo tiempo, en Colima, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador explicó que desconocía el estado de salud de Lozoya, pero que sí tenía conocimiento de que había sido llevado a un reclusorio de la capital del país. “No tengo reporte sobre el estado de salud, no tengo esa información. Se que está en el reclusorio de la Ciudad de México y que van a iniciar las diligencias judiciales al medio día de hoy.
“Esto me lo informó el responsable de la Oficina de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, que está convocado para participar en el inicio de este proceso”, dijo el mandatario.
A su vez, en la rueda de prensa matutina, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo también aseguró que el exdirector de Petróleos Mexicanos había sido ingresado al Reclusorio Norte. “Efectivamente fue ingresado en este penal, pero fue trasladado inmediatamente después a un hospital privado por algunos síntomas de algunas molestias que presentó”, dijo Durazo.
IDENTIDAD DESCONOCIDA
Hasta el momento se desconoce la identidad y situación jurídica de la persona que fue conducida en un convoy desde el hangar de la FGR hasta el Reclusorio Oriente casi al mismo tiempo en que Lozoya era llevado a un hospital para recibir atención médica y esperar el momento de ser presentado ante un juez de control federal.
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