Los dictámenes periciales de la Procuraduría General de la República confirmaron que los restos humanos hallados en Nayarit, sí corresponden a los cuerpos de los elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) Octavio Martínez Quiroz y Alfonso Hernández Villavicencio, quienes estaban retenidos por gente del Cartel de Jalisco Nueva Generación.
Después de tres días de análisis y estudios, principalmente los de ADN, los peritos de la PGR lograron corroborar que los restos humanos hallados la mañana del pasado 15 de febrero en el kilómetro 148 de Bahía de Banderas, localizada costera donde fueron levantados por integrantes de ese grupo criminal.
De acuerdo con las fichas elaboradas por la Fiscalía para la localización de personas desaparecidas, Martínez y Hernández, de 26 y 28 años, respectivamente, desaparecieron en las inmediaciones de los estados de Nayarit y Jalisco desde el pasado 5 de febrero cuando acudieron a una reunión familiar, además de que estaban de descanso.
Con las valoraciones de los especialistas de la Coordinación General de Servicios Periciales, se logró corroborar que los restos humanos si pertenecen a esos dos policías de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
El 9 de febrero, se dio a conocer que cuatro elementos de la AIC estaban de descanso y se trasladaron a Nayarit para asistir a un bautizo, aprovechando el puente del 5 de febrero, sin embargo, dos de los agentes regresaron a Ciudad de México y reportaron la desaparición de Octavio Martínez Quiroz y Alfonso Hernández Villavicencio, quienes estaban adscritos a la Dirección General de la Unidad para el Combate al Delito de Secuestro de la Policía Federal Ministerial de la AIC.
Al momento de su desaparición los elementos circulaban a bordo de un automóvil de color gris plata de la marca Chevrolet. Cinco días después de la desaparición, los agentes aparecieron en un video subido a YouTube. Estaban hincados mientras cinco personas encapuchados les apuntaban con armas largas y los obligaban a leer.
Ambos elementos de la Agencia de Investigación Criminal, quienes son profesionistas, tenían apenas un año de ingresar a la PGR. Martínez Quiroz contaba con título de abogado; Hernández Villavicencio era criminólogo.
