México y Argentina deben hacer un eje de norte a sur, no para molestar a nadie, sino para dar al continente la igualdad que no tiene, y garantizar la democracia para sacar a la gente de la pobreza, afirmó el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández.
“Necesitamos un continente con derechos para todos porque así progresan los ciudadanos”, dijo en la conferencia magistral sobre desafíos de América Latina.
Agregó que el gran desafío para la región es dejar de tener el estigma de la desigualdad. “Las mejores sociedades son las sociedades más iguales”, afirmó.
El próximo responsable de la Casa Rosada destacó que a todos les preocupa la inseguridad y la violencia, pero es en las sociedades desiguales donde el crimen organizado encuentra a sus soldados por la falta de oportunidades.
“No reneguemos más de la globalización sino del fracaso de agruparnos, éramos una patria grande, e inexplicablemente terminamos divididos porque alguien nos ha dividido”, indicó en medio de los aplausos de cientos de estudiantes que, pese a la intensa lluvia a fuera del Antiguo Colegio de San Idelfonso, lo esperaron por más de dos horas.
Fernández subrayó además que existen nuevos aires para America Latina, cuya primera bocanada fue la elección en 2018 del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“México vio mucho tiempo al norte y poco al sur hasta que llegó Andrés Manuel López Obrador”, afirmó entre gritos de “presidente!, presidente".
Destacó, además, que su primer viaje al extranjero como presidente electo sea a México. “Tenemos una deuda de gratitud eterna por haber recibido a quien huyó de la dictadura”, dijo.
Cuestionado por la posición de su futuro gobierno sobre el aborto en Argentina, el kirchnerista afirmó que no debe ser un delito sino un tema que debe abordarse como un problema de salud pública.
Sobre el tema del histórico reclamo de Argentina a Reino Unido por las Islas Malvinas, dijo que éstas son parte de Latinoamérica por lo que su gobierno mantendrá el reclamo por la soberanía de su país.
Subrayó que aprovechará la oportunidad que los argentinos le dieron.