Los partidos políticos se están muriendo ante su incapacidad de cumplir promesas y reinventarse, lo que genera que en México y América Latina surjan líderes autoritarios y populistas, concluye un informe entregado a las autoridades electorales mexicanas.
El sistema político partidista de América Latina está sufriendo una crisis de representación en las urnas, de acuerdo con el estudio “El estado de la democracia en las Américas”.
En el informe el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA por sus siglas en inglés) explica que la fragmentación de los partidos y la utilización del clientelismo político y la corrupción para sostener coaliciones presidenciales han sido los motivos principales para frenar el proceso legislativo, ello aunado a la escasa capacidad para cumplir promesas, lo que ha dado como resultado el descontento de la sociedad.
Por ello, según el estudio, estas crisis pueden ser perjudiciales para la democracia, “pueden dejar un vacío que podría ser llenado por líderes autoritarios, ya que las élites ricas pueden optar por alternativas autoritarias a falta de otras opciones”.
En ese sentido, Hugo Sánchez Gudiño, académico de la Universidad Autónoma de México (UNAM), explicó que la crisis es resultado del hartazgo de los ciudadanos, quienes han preferido apostar por nuevos actores.
“La ciudadanía se está renovando y ellos están actualizando a los distintos sectores de gobierno porque vivimos en una época de corrupción y la gente ya quiere acabar con eso”, comentó en entrevista con El Sol de México.
Respecto a que la crisis de los partidos pueda generar actores populistas, el académico reiteró que ello es una consecuencia de las falsas promesas de los actores políticos que regían o rigen países de América Latina y Estados Unidos.
De acuerdo con IDEA, la percepción de que los políticos están muy alejados de los ciudadanos contribuye a la pérdida de prestigio, además afirma que son las redes sociales quienes aumentan más la distancia entre partidos y votantes.
“Las redes sociales propician un canal de comunicación en el que los rumores y la desinformación se difunden a una velocidad sin precedentes, lo cual puede contribuir a socavar la confianza en los procesos electorales”, se lee en el texto, además, en ese sentido expone que es necesaria una normativa más rigurosa sobre las plataformas sociales.
De acuerdo con el Instituto, el mal uso de las redes disminuyen la calidad de la información con la cual los ciudadanos pueden tomar decisiones informadas, “un entorno mediático debilitado socava los controles sobre el gobierno, lo que facilita la corrupción”, añade.