Al precandidato del Partido Revolucionario Institucional, José Antonio Meade, se le ha visto en los últimos días con varios líderes priistas y políticos de otros partidos, entre mesas de café, almuerzos y paseos donde las muestras de apoyo son evidentes para arroparlo entre las filas del PRI de cara al 2018.
Sin sacos y sin corbatas, el secretario de gobernación y el precandidato priista se reunieron el pasado miércoles en un restaurante de la colonia tabacalera, en la Ciudad de México. Así comenzó otro capítulo en la continuación de la liturgia de bienvenida al partido.
En la mesa había jugo de naranja, una botella de agua carbonata con el característico verde de Perrier, Meade aparece sin saco y mira atento al secretario de Turismo, Enrique de la Madrid. La reunión se dio un día después de entrevistarse con Osorio Chong; discutieron sobre temas relativos sobre el país.
Al medio día del primero de diciembre, Meade se reunió con el líder priista para la Ciudad de México y exgobernador del Estado de México, Eruviel Ávila. En la mesa aún sin servir había un salero y un cuchillo, los platos blancos esperarían un plato fuerte a punto de degustarse.
En el marco del quinto año de gestión del presidente Enrique Peña Nieto, Meade se encontró con el secretario de salud y exrector de la UNAM, José Narro Robles. La escena es más sobria, un limón partido a la mitad secándose, un pan dulce y un par de bebidas fueron los 'complices' de la charla.
A las muestras de apoyo que recogió Meade, se sumaron las de cientos de militantes que asistieron al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI donde lo abanderaron como precandidato oficial.
Aspiro a servir desde la más alta responsabilidad, vengo con humildad a pedir su apoyo para trabajar con entrega, para que cada familia viva con felicidad y justicia, dijo el precandidato
La mirada alegre del ahora exsecretario de educación, Aurelio Nuño, recae sobre Meade, quien conducía en dirección al Monumento de la Revolución ubicado en la capital. La evidente camaradería hace un eco del partido con el emblemático lugar, el pasado 5 de diciembre.
Meade exponía una situación con cierto énfasis mientras que el presidente del partido, Nueva Alianza, Luis Castro Obregón escuchaba atento, en la escena hay una malteada a medio tomar y en el fondo hay libros testigos ¿de una posible alianza presidencial?