La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) afirmó que el estudio de NavBlue, subsidiaria de la empresa europea Airbus, no se ajusta a la realidad que vive la industria aérea mexicana respecto a la compatibilidad del aeropuerto capitalino con la base aérea de Santa Lucía.
“Las premisas en las que se basa la viabilidad que NavBlue establece no son realistas, en particular en el corto y mediano plazos", comentó el director técnico de ASPA, Francisco Gómez Ortigoza, en un comunicado.
Consideró que la tecnología disponible en la actualidad no permitirá hacer frente a las necesidades que requiere el cambio indispensable para echarla a andar, en cuanto a capacitación de personal técnico, personal administrativo, adiestramiento de tripulaciones y costos reales de lo que implica la viabilidad de la propuesta.
Mencionó que dada la especialidad de NavBlue, los cambios que plantea el estudio dado a conocer por el equipo de transición del próximo gobierno, sólo podrían llevarse a cabo con la introducción de nuevos sistemas, como el PBN (Performance Base Navigation), el cual busca definir la navegación aérea en términos de precisión.
Sin embargo, hoy en día esta tecnología no está ampliamente distribuida ni desarrollada, por lo que no existe ningún aeropuerto en el mundo que opere totalmente basado en ésta, además de que si se aplicara en un país sería necesario capacitar de manera previa, no sólo a los controladores de tránsito aéreo, sino también a pilotos y personal aeroportuario para su uso.
Agregó que tampoco existe un estándar global en el tema de la navegación aérea; en Argentina, ejemplificó, se implementa la introducción del modelo PBN con ciertos plazos y estándares, mientras que en México existen otras proyecciones y en diversas naciones esto cambia de acuerdo con el nievel económico y el desarrollo de los operadores aéreos.
“En Estados Unidos, país donde hay mayor avance en las nuevas tecnologías, sólo 40 por ciento de la flota incorpora los sistemas que requeriría el uso de PBN", manifestó.
Por ello, dijo que la decisión de interrumpir un proyecto en marcha y trasladar su ubicación a otro emplazamiento, implica un replanteamiento de diversos escenarios económicos, sociales, funcionales y ambientales, cuyos costos deben ponderarse a la luz de tecnologías actualmente en operación en todo el mundo, que den certidumbre a todos los involucrados y sobre los cuales se puedan hacer planes de negocio y de operación.
“Hacer lo contrario no permitiría planear adecuadamente y esto pondría en riesgo la viabilidad del proyecto, por eso ASPA sugiere reconsiderar estos planteamientos, pues no dan certidumbre a quienes tienen en sus manos la responsabilidad de ubicar la nueva terminal aérea del Valle de México”, apuntó.