En medio de lo que parece una relación rota entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) bajo el mando de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, los simpatizantes de ambos poderes han entrado en una dinámica de marchas que han surgido producto de las descalificaciones e iniciativas de reformas.
Para este domingo, sin convocante claro, se ha extendido una invitación a través de redes sociales para una marcha nacional que lleva por nombre “La Suprema Corte no se toca”, la cual busca defender al Máximo Tribunal de los constantes ataques provenientes del titular del Ejecutivo federal y la iniciativa morenista para que los ministros de la Corte sean electos mediante el voto popular.
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La movilización tendrá como punto de encuentro el Monumento a la Revolución, desde donde a partir de las 10:30 de la mañana saldrá el contingente de personas vestidas de blanco y morado −colores institucionales de la SCJN− con rumbo al Zócalo de la Ciudad de México.
El sábado pasado, por su parte, partidarios de Morena y del presidente López Obrador fueron convocados por el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, afuera de la sede de la Corte, desde donde encabezó un mítin en contra de la presunta corrupción del Poder Judicial.
Con ataúdes que en el interior llevaban muñecos de la ministra Norma Piña, cientos de morenistas se unieron al reclamo del mandatario veracruzano del supuesto conservadurismo de la Corte que invalidó la aplicación de la primera parte del llamado Plan B electoral.
Dos días después, el presidente López Obrador avaló en su conferencia de prensa matutina la movilización y reconoció a la ciudadanía veracruzana de no dejarse “chorear”.
Sin embargo, su poca simpatía en contra del Poder Judicial es previa al 8 de mayo pasado, cuando los ministros de la SCJN invalidaron la primera parte de su reforma electoral, sino más bien se remonta prácticamente al momento en el que la ministra Piña Hernández asumió como presidenta de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) el 2 de enero de este año.
Inicialmente, el mandatario señaló al día siguiente que la designación frente a los otros cuatro candidatos, entre ellos la ministra Yasmín Esquivel, quien fue propuesta por él para integrar el Alto Tribunal, le parecía un hecho histórico y muestra de la independencia del Poder Judicial frente al Ejecutivo federal, pero aconsejó a la presidenta de la Corte hacer una reforma para “limpiar” la corrupción en la SCJN y el CJF.
La relación, aunque con reclamos por su sueldo por arriba del que recibe el presidente y liberaciones de presuntos criminales ante la correcta integración de carpetas de investigación, se mantuvo con aparente normalidad e incluso el 20 de enero el propio López Obrador aseguró que aunque no coincidiera con las decisiones de la Corte, las respetaría.
“Es un poder autónomo, nosotros ya hemos dado a conocer nuestra convicción de respetar todo lo que resuelvan la Corte y el Poder Judicial; sin embargo, consideramos de que se trata de un Poder Judicial del antiguo régimen, con muchos vicios y mucha corrupción”, dijo en su mañanera de ese día.
El punto de quiebre en las conferencias de prensa del mandatario se mostró a partir del 5 de mayo en un evento conmemorativo en Querétaro en el marco de la promulgación de la Constitución del país, donde la ministra Norma Piña no se levantó de su asiento ante la entrada del presidente al recinto.
La acción generó críticas por parte del sector del mandatario y apoyo de quienes destacaron la división de poderes.
El mismo presidente López Obrador en su conferencia de prensa del día siguiente destacó el hecho y aseguró que le dio “muchísimo gusto” la acción, pues es una muestra de que los ministros ya no son empleados del Ejecutivo federal.
“¿Cuándo se había visto que se quedara sentado el presidente de la Corte en un acto así? Eso me llena de orgullo porque significa que estamos llevando a cabo cambios, es una transformación, ya no es el presidente el que le da órdenes a ministros, y también es un desmentido cuando de manera exagerada se habla de una dictadura, de una tiranía”, destacó.
Ataques en la mañanera
Sin embargo, dos días después, el 8 de febrero, señaló en su conferencia de prensa que la ministra presidenta estaba en el cargo gracias a él, refiriéndose a que gracias a que no interfirió en la elección de la SCJN fue que Norma Piña no tuvo impedimento para llegar al puesto.
Los desencuentros continuaron a lo largo de febrero, pero fue el 18 abril cuando se dio un nuevo choque derivado de la discusión en el Pleno de la Corte en la que se invalidó el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, como era intención del mandatario.
Al día siguiente, en su conferencia, el presidente acusó a los ministros de actuar de manera “facciosa” y sin criterio jurídico para defender la subordinación de las autoridades de seguridad ante el crimen organizado y “la delincuencia de cuello blanco”.
“Los ministros de la Corte están al servicio de las cúpulas de poder y no de la mayoría del pueblo de México”, refirió.
El siguiente revés judicial importante en contra de los intereses de su gobierno ocurrió apenas 15 días después, pues el 8 de mayo, los ministros invalidaron la primera parte de su llamado Plan B que contemplaba, entre otras cosas, modificar la definición de propaganda gubernamental y limitar el gasto de publicidad oficial a los gobiernos locales.
Por esa decisión, el presidente López Obrador utilizó su conferencia para volver a cargar en contra de la SCJN al señalar que el Poder Judicial está dedicado a obstaculizar la transformación del país, ya que a pesar de que tanto él como los legisladores son electos mediante el sufragio de las personas, la SCJN se impone ante las iniciativas que son aprobadas por los otros dos poderes argumentando violaciones al proceso legislativo.
“En un acto de prepotencia y de autoritarismo, se atreven a cancelar la ley los ministros de la Corte, que están al servicio de una minoría rapaz que se dedicó a saquear al país y que quieren regresar por sus fueros, ahora con el apoyo del Poder Judicial”, agregó.
Ministros elegidos por voto popular
El descontento presidencial se tradujo días después en una propuesta proveniente desde Morena para que los ministros de la Corte, al igual que los legisladores y el presidente, puedan ser electos mediante el voto popular.
La eventual reforma sería decidida mediante una consulta popular en la cual la ciudadanía podría decidir si quieren que el partido del mandatario federal presente la propuesta en el Pleno del Congreso una vez que inicie el período ordinario. Dicha propuesta fue vista con buenos ojos por López Obrador, aunque advirtió que se deben revisar las limitaciones que marca la ley.
Con esta propuesta en puerta es que tuvo lugar el último desacuerdo por una decisión judicial entre ambos poderes, cuando la SCJN echó abajo el decreto por el que el mandatario declaró todas sus obras de infraestructura como de seguridad nacional, lo que permitía clasificar como confidencial toda la información sobre ellas.
En la discusión, el Pleno de la Corte determinó que el Ejecutivo federal invadió las facultades del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), además de violar el derecho a la información de la ciudadanía, por lo que revocó el acuerdo.
Inconforme con la decisión, el gobierno federal emitió a las pocas horas un nuevo decreto con el cual repitió la acción, pero ahora sólo respecto al Tren Maya, el Corredor Interoceánico Istmo de Tehuantepec y los aeropuertos de Palenque, en Chiapas; y de Chetumal y Tulum, en Quintana Roo, el cual aún no es analizado pese a otro recurso de reclamación presentado por el INAI.
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Este martes, no obstante, una vez que la Corte hizo oficial su fallo sobre el primer decreto, el presidente López Obrador aseguró que ésta “siempre había estado alejada del pueblo y cercana al poder, pero ahora de manera descarada están al servicio de los potentados, de la minoría, de lo que conceptualmente, teóricamente, se conoce como la oligarquía, que es el poder de los ricos".
En medio de este escenario de confrontación y desencuentros, en los que incluso el mandatario ha descalificado reconocimientos internacionales recibidos por la ministra Norma Piña, es que mañana se llevará a cabo la movilización nacional para defender a una Corte que, desde el punto de vista de la oposición lopezobradorista, se encuentra en riesgo.