Morena tiene que ser la conciencia crítica, asertiva y propositiva del poder . Tiene que ser el movimiento de la gran reconciliación nacional e impulsar al Gobierno de la República a que también convoque a esa reconciliación, en lugar de colocarlo en la retaguardia de la división nacional, afirma Alejandro Rojas Díaz Durán.
“La polarización, la división entre mexicanos y sectores, simple y llanamente no resuelve sino ahonda las profundas diferencias sociales. Los adversarios no son los conservadores, aunque los llamen así. No hay que estigmatizar. Los verdaderos adversarios son la corrupción, la pobreza, la desigualdad, la injusticia, la impunidad”, sostiene este político y politólogo, quien aspira a dirigir Morena.
Rojas afirma que la confrontación no le va a dejar nada bueno a las futuras generaciones. “El odio social, el rencor político destruye sociedades y además, divide las comunidades, detiene el desarrollo, paraliza, dogmatiza, confronta, enfrenta. Y finalmente, nadie sale ganando más que un puñado autoritario.
En entrevista con El Sol de México, en plena campaña proselitista “En la Ruta de Andrés” —así le llama—, para alcanzar la presidencia del CEN de Morena, refiere que el actual proceso de renovación parece un concurso de popularidad, para ver quién es más conocido. “Es inequitativo. No es democrático. No hay amplia difusión, no hay debates, ni se organizaron períodos de campaña.
"Es importante que la gente sepa quién es quién, qué ha hecho en la vida, para decidir. ¡No es un volado! No se trata de elegir a la ‘Flor más bella del ejido’ de Morena o a Mister o Miss Morena. No. Se va a elegir a los dirigentes del movimiento más grande de América Latina”, dijo.
El punto de vista de confrontación nacional es excluyente, antidemocrático, y autoritario
HAY MUCHO EN JUEGO
—¿Cuál es la tarea por delante?
—No ahondar, no expandir la división entre los mexicanos, porque Morena es el partido en el poder y con poder y tiene la obligación de que el poder le sirva a todos sin distinción. Ya ganamos el poder. Ahora, hay que tratar de buscar qué coincidencias tenemos para impulsar juntos los consensos que permitan la gobernabilidad y transitar por la ruta de la nueva era.
—¿Qué representa esta elección?
—Esta elección es un asunto muy delicado. Se va a decidir la dirección del movimiento más grande y popular en la historia de México y de América Latina. Conducirlo no es cosa menor, no es una cuestión secundaria. Morena es corresponsable de la co-gobernabilidad del país y quienes lo conduzcan tienen que tener visión de Estado.
—¿Con qué se compara?
—Morena es un avión enorme. Tienes que elegir al mejor piloto porque en ese avión vamos todos los mexicanos. Vamos a volar al otro lado del mundo. Vamos a cambiar de continente. Y hay varios prospectos, pero tienes que elegir al mejor.
—¿Qué ofrece Rojas Díaz Durán?
—Un servidor tiene experiencia, formación y visión de Estado. He sido luchador. No sólo fundador, vengo desde que se fundó la Corriente Democrática… Morena no nació en 2014. No hay morenistas puros. Muchos dicen: “Somos morenistas puros.” Ese es un discurso muy peligroso porque los “puros” los manejaban los nacionalsocialistas. Si nosotros somos puros, los otros son impuros, cuestiona.
—¿Optimista?
—Sí. De todos los aspirantes, soy el único que ha recorrido todo el país. (A ellos) los conocen en los restaurantes. No se han bajado a tierra. Y Porfirio hace años que no baja a ras de tierra. Siempre está en los templetes, pero nunca está abajo. Es diferente. La vida se ve diferente, dice de quien fue su secretario en 1997.
Fundador del partido Centro Democrático junto con Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard Casaubón, retomamos con este politólogo su programa para transformar Morena y comenta: “Tiene que ser un nuevo espacio de la sociedad en donde sus demandas, agendas, causas, proyectos y propuestas se procesen y pueda ser un interlocutor inteligente de los diversos sectores”.
—¿Y sobre las nuevas generaciones?
—Atenderlas. Las nuevas generaciones traen agendas muy progresistas, muy libertarias, de derechos que llaman de la Quinta Generación, que son fundamentales para que en verdad Morena se convierta en la vanguardia de la Cuarta Transformación y no esté en la retaguardia del gobierno como su “porrista”.
—¿De otros contendientes, su opinión?
—Porfirio Muñoz Ledo ya no está para estos trotes. Lo tenemos que cuidar. Mi propuesta es hacerlo presidente de una fundación que lleve su nombre y que nos ayude a redefinir, repensar, filosofar, a hacer ideología política.
—¿Por ejemplo?
—Que nos ayude a ver qué significa en este tiempo del siglo XXI ser de izquierda, ser progresista, crítico, democrático, contemporáneo y vanguardista. Que sea un think tank de México. Y que en esa fundación puedan procesarse planes de gobierno, agendas legislativas, iniciativas, propuestas y que además forme a los futuros administradores públicos, diplomáticos, jueces, magistrados. Una fundación en serio.
Porfirio Muñoz Ledo puede ser muy útil, afirma con convicción.
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