Oriundo del municipio de Hidalgo del Parral, César Duarte Jáquez fue gobernador de Chihuahua de octubre de 2010 al año 2016, sexenio en el que fueron comunes las denuncias de actos de corrupción de funcionarios estatales cercanos al entonces mandatario.
Ganadero, constructor y comerciante, Duarte Jáquez fue dirigente de la Confederación Nacional Campesina en Chihuahua, organismo que lo impulsó para ser diputado federal en el año 2000 y diputado local en el año 2004.
En el año 2007 logró otra postulación como candidato a diputado federal y con base en acuerdos con líderes nacionales del PRI, PAN y PRD, alcanzó en el año 2009, poco antes de manifestar abiertamente sus aspiraciones a la gubernatura de Chihuahua, la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
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Al ser designado candidato del PRI a gobernador de Chihuahua, Duarte Jáquez comenzó con un discurso agresivo contra el que era entonces mandatario, Baeza Terrazas, al criticar la incontenible ola de violencia e inseguridad que azotaba a Chihuahua, que en los dos últimos años del sexenio que finalizaba se acercaba a los seis mil muertos relacionados con el narco.
Ya en el gobierno, contuvo a la delincuencia, con reformas a las leyes penales, la creación de la Fiscalía General del Estado y la creación de un mando único en toda la entidad.
Pero comenzaron los excesos al mismo tiempo. En su cumpleaños número 50, en abril de 2013, Duarte organizó una fiesta en la Casa de Gobierno, en la que el cantante principal fue Juan Gabriel; el 15 de septiembre del mismo año el rechazo popular se evidenció con el mayor abucheo contra un gobernador al salir al balcón del Palacio de Gobierno.
Los conflictos internos del PRI, de los grupos opuestos a Duarte Jáquez, llevaron a una división que generó los primeros señalamientos de corrupción de la administración estatal, incluso priistas se aliaron con candidatos independientes y del PAN, en la campaña de 2016, que ganó el panista Javier Corral, con la promesa de llevar a la cárcel al parralense.
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Al triunfar Corral en las urnas y luego de una transición accidentada, a Duarte, se le fincó un primer cargo por peculado, lo que derivó en la detención de siete colaboradores cercanos, incluidos familiares.
La acusación constante del Ministerio Público, asienta que César Duarte era quien ordenaba desvíos del presupuesto público –cuantificados extraoficialmente en unos 7 mil millones de pesos– y era el principal beneficiario de los mismos, con diferentes fines, ya fuera para uso personal o para destinarlo a pagar campañas políticas.